Capítulo 22

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Estaban en el autobús cuando Donghae vio cómo las farolas de la calle se encendían por fin. El cielo estaba oscuro, el aire sacudía levemente los árboles y el vehículo estaba prácticamente deshabitado excepto por ellos dos, el conductor y un anciano que miraba distraídamente por la ventana. El ambiente llamaba a dar un paseo, tomar un helado y reír a carcajadas sentado en un banco de madera.

Soltó un suspiro con los ojos cerrados. Apretó sus brazos alrededor de la mochila, apoyó la cabeza en el respaldo del asiento y se dejó imaginarlo. Quizás todo al ritmo de Cody Simpson.

Quizás Hyukjae y él cogidos de la mano en un parque. Los largos dedos del mayor entrelazados con los propios, esos ojos negros mirándolo bajo la luz de la luna, sus encías brillando en una sonrisa. Entonces empezaría a llover. A regañadientes, Hyukjae dándole su chaqueta. Los dos corriendo para no quedar empapados.

O besándose bajo la cascada caída del cielo.

Abrió los ojos de golpe, sorprendido por el hilo de sus pensamientos. ¿Había imaginado una cita perfecta con Hyukjae? Se encogió en la silla. Era una pena saber que algo como eso nunca podría pasar.

Giró la cara hacia el otro con un suspiro. Lo encontró con los auriculares en los oídos y los ojos cerrados, con el móvil en la mano que apoyaba sobre una rodilla. ¿Se había dormido? Estiró una mano. La movió frente a sus ojos. Cuando vio que no reaccionaba, se tapó la boca y rió. ¡Hyukjae se había quedado dormido!

Tenía los labios separados apenas unos milímetros, la cabeza apoyada en el respaldo y su pecho subía y bajaba lentamente. Estaba tan calmado que no parecía él.

Se removió en su sitio pensando en qué podía hacer él. Aún quedaban más de diez minutos de viaje para llegar a la casa del mayor. Debía pensar en lo que iba a hacer. No quería volver a casa. Había pensado que llegarían excitados después de toda la tarde provocándose el uno al otro y que tendrían sexo hasta terminar agotados. Llegar a las tantas, subir a su habitación en silencio y tirarse satisfecho en la cama sonaba bastante bien. Pero si Hyukjae estaba tan cansado, posiblemente no querría que lo molestara.

Sacó su móvil, raspándose el labio inferior con los dientes. Podía quedarse a dormir en casa de Kyuhyun. Le dio vueltas entre los dedos, pensativo. Cogió aire y se lo volvió a guardar. Ya haría algo cuando tuviera claro que Hyukjae no lo quería consigo.

De momento, con una sonrisa contenida, estiró una mano hasta el auricular más lejano de Hyukjae y se lo quitó. Se lo puso en su oreja.

Se puso rojo al escuchar la voz de Cody Simpson.

Eso no podía haber sido una coincidencia.

Se tapó la cara con ambas manos. No sabía qué le estaba pasando. No sabía por qué esa tontería le estaba emocionando tanto. Por qué su corazón volvía a latir enloquecido y se le había revuelto el estómago. Tenía que haber una explicación lógica para todo aquello.

No podía ilusionarse demasiado porque, a parte de ciertas palabras y esa casualidad tan perfecta, no había nada especial en Hyukjae. Tal y como solía decirle a su mejor amigo, su relación era simplemente sexo. Si bien por culpa de algunas circunstancias había terminado durmiendo en su sofá y saliendo con él y Jisung, no significaba nada.

Tarde o temprano iban a perder el contacto. Hyukjae se olvidaría de él y él tendría que volver a buscar consuelo sexual en los camareros que encontrara en sus citas con Jessica. Todo volvería a la normalidad. Como si no hubiera pasado nada, porque la verdad era que nada había pasado.

Tarareó La Da Dee para sí mientras abría la mochila para distraerse el resto del camino. Sacó la copia del trabajo que había hecho para Hyukjae y lo abrió. Lo leyó con satisfacción. Lee Donghae aprobando empresariales; sonaba a locura.

Inefable [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora