Capítulo 1

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Miércoles 29 de enero, 2014.

Saltó del pequeño banquillo en el que había tenido que subirse al no ser lo suficiente alto como para alcanzar la parte superior de los estantes para ubicar los libros en su respectivo lugar. Estiró la espalda con un resoplido y miró a su lado, encontrándose con los marrones ojos de un chico muy guapo. Youngjae dejó sus acciones y apartó la vista, nervioso, ubicó el par de libros que tenía en las manos en su sitio y se volvió de nuevo a mirar a aquel chico, encontrándose con la sonrisa de éste, pero dirigida a una chica que acababa de llegar.

Suspiró decepcionado y siguió con su trabajo, arrastrando el carrillo por los diferentes estantes buscándole sitio a cada libro que había sido devuelto. ¿Por qué era el único que no tenía novio? Él, a sus recién cumplidos veintidós años, nunca había tenido una pareja y aquello le frustraba.

—Ah, ya me dio hambre —sacó su móvil de un bolsillo y confirmó que eran las 11:41am—. Unos minutos más y quedaré libre.

Si tan sólo el profesor Choi no le hubiera pedido ayuda en la biblioteca el año pasado, quizá él estaría comiendo o durmiendo en casa y no hubiera aceptado ser un auxiliar casi permanente en aquel lugar, pero tampoco se quejaba. Amaba la biblioteca, los libros y esa sensación de paz al estar rodeado de tantos mundos escondidos entre palabras, por algo había decidido estudiar Literatura. Fue a la sesión de revistas y guardó las pocas que había en el carrito y finalizó con su trabajo.

Cuando se dirigió al cuarto de almacenamiento para dejar el carrito allí, escuchó un gran alboroto. Le parecía increíble, pues venía desde afuera, y para que se escuchara desde la biblioteca debía tratarse de un terremoto o lo que sea, pero no era así. Se acercó a uno de los ventanales junto con otros estudiantes y observaron a un grupo de gente en una de las plazas de la Universidad.

—Esos de Artes siempre están haciendo ruido —dijo alguien a su lado y sonrió.

Yongguk llevaba una chaqueta negra subida hasta el cuello y una gorra del mismo color, tenía el cabello desordenado y parecía que en cualquier momento se iba caer dormido estando de pie. El mayor era muy friolento, y eso a Youngjae le encantaba, porque cuando su amigo enfermaba dejaba de ser el chico serio y pasaba a ser alguien muy vulnerable y tierno.

—¿Terminaste las clases? —el moreno asintió.

—Vine a recogerte —el otro lo miró apartando la vista del ventanal—. Vamos a almorzar antes de irme a trabajar.

Youngjae se mordió el labio inferior. Había sacado el tiempo para tener una cita a ciegas ese mismo día en la hora del almuerzo, y necesitaba que su mejor amigo no estuviera ahí, pues éste siempre se encargaba de ahuyentar a todas sus citas. Sonrió nervioso y fue hasta el almacén para guardar su uniforme, despedirse de una de las administradoras y salir de la biblioteca acompañado del mayor. Miraron con curiosidad a qué se debía tanto ruido, al parecer los estudiantes de Artes estaban realizando algo que acostumbraban llamar performance.

Un chico bajito con un lunar en la nariz, que pasaba al lado de ellos, tropezó con el cuerpo del más alto, éste arqueó una ceja y Youngjae se compadeció del joven al verlo petrificarse. Yongguk siempre intimidaba sin proponérselo.

—¿Te vas a quitar o no? —gruñó, el chico se apartó apresurado y les dejó el paso libre—. ¿Qué quieres comer? —habló como si no hubiera pasado nada.

El castaño negó con la cabeza y buscó la mejor excusa para no almorzar ese día con su amigo.

—No tengo hambre.

—Sé dónde podemos comer.

El moreno lo tomó de la mano sin permitirle decir nada y los guio fuera de la Universidad, cruzando unas cuantas calles y adentrándose a un pequeño negocio donde vendían comida occidental. El menor se puso pálido cuando su mejor amigo lo obligó a sentarse, aquél era el lugar de encuentro que habían elegido su cita y él para verse. Miró la hora en el reloj con forma de pez que había colgado en una pared y gimió al ver que eran ya las 12:10pm, dentro de unos minutos llegaría aquel chico.

[B.A.P] «fishing for love».Where stories live. Discover now