Capítulo 5

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Domingo 16 de febrero, 2014.

Normalmente las madrugadas en su apartamento eran silenciosas y tranquilas, pero en aquel momento toda esa paz era interrumpida por sus propios suspiros y el chasquido de los chupetones que Saeng dejaba en su cuello. Sonrió gustoso cuando el menor volvió a devorarle los labios, de esa forma tan exquisita y ruda que tenía, porque Saeng era menor que él, pero tenía un cuerpo de hombre grande, todo trabajado y tonificado, superaba la altura de Yongguk y su cabello color bronce y su piel canela le daban un atractivo increíble.

Himchan lo había hecho enfadar, aunque en realidad se había enfadado por no entender a qué se debía el berrinche que hizo cuando Yongguk le dijo, unas horas atrás, que iba a ayudar en el bar porque presentía que iba a ser una noche intensa. Últimamente estaba muy gruñón y se molestaba fácilmente cuando no le prestaban atención, la única persona que siempre lo consentía cuando lo necesitaba era Yongguk, pero incluso el mayor había estado bastante ocupado, ignorándolo olímpicamente cada que podía.

—A-ah —gimió cuando el menor lo levantó en sus fuertes brazos y lo llevó hasta la habitación para recostarlo en la cama y ubicarse encima de él.

Se quitó la camisa y expuso su cuerpo fornido, hombros amplios y abdomen duro y marcado. Ese chico era todo lo que había estado esperando, era amable, divertido y cariñoso, tenía una encantadora y fugaz sonrisa y era muy soñador; por eso, mientras discutía con Himchan y Saeng le escribió diciendo que tenía muchas ganas de verlo, no se negó. Se reunieron en un pequeño negocio y cenaron un delicioso plato de Samgyeopsal que disfrutaron mucho, hablaron un buen rato, caminaron juntos por las iluminadas calles y, de alguna forma, acabaron en el apartamento del mayor. Se sentaron en el sillón, se miraron a los ojos con sonrisas inocentes y luego ya estaban compartiendo un bienvenido beso.

Su camisa fue retirada y gimió alto al sentir la lengua del contrario jugar con sus pezones, enredó los dedos en el cabello del chico y le acarició la espalda. De repente, Yongguk llegó a sus pensamientos. Cuando el moreno se enterara de lo que estaba haciendo se iba a enojar con él y lo iba a mirar con decepción, ya se lo veía venir, y no pudo evitar que una sensación del culpa se instalara en su pecho. Yongguk siempre lo estaba cuidando y él le estaba pagando de esa forma, él no merecía eso.

Dio un respingo y se estremeció cuando la cálida lengua del menor se hundió en el hueco de su ombligo y sus manos empezaron a desabrochar el botón de su pantalón.

—S-saeng...

Maldita culpa, le iba a arruinar el hermoso momento. Pero es que no dejaba de pensar en su mejor amigo y en lo mal que le iba a sentar pelear con él por culpa de sus estupideces. Escuchó su móvil sonar y recordó que no lo había sacado de sus pantalones. Saeng lo sacó de uno de los bolsillos traseros, aprovechando para acariciar descaradamente su trasero y hacerlo jadear.

—No contestes —pidió. Dios mío, su voz era tan caliente.

—Tengo que —dijo al ver el nombre que se iluminaba en la pantalla. El menor se inclinó para volver a besarle el cuello—. ¿Yongguk?

—¿Dónde demonios estás? —sonaba bastante molesto, ya empezaba a temer.

—E-estoy... —se mordió el labio inferior cuando Saeng empezó a moverse encima de él, frotando sus cuerpos con necesidad— estoy s-solo, en mi cuarto.

—¿Ah, sí? —frunció el ceño, el pelinegro no le creía—. Y si estás solo en tu cuarto... —la puerta de su habitación se abrió de golpe y un molesto Bang Yongguk apareció en el umbral— ¿qué está haciendo ese chico?

[B.A.P] «fishing for love».Kde žijí příběhy. Začni objevovat