Capítulo 32

880 96 197
                                    

El corazón de Youngjae empezó a latir pausadamente a pesar de la sorpresa. Se aclaró la garganta cuando Yongguk dejó de palmear su espalda y se empinó cuando Daehyun y el chico pelirrojo desaparecieron de su campo visual. ¿Y quién era ese? No tuvo mucho tiempo para seguir preguntándose quién era el muchachito ya que una pareja de alta estatura y vestida con elegantes trajes se paró frente a ellos y los saludaron cordialmente. Yongguk los miró de arriba a abajo, como escaneándolos, y se limpió las comisuras de los labios sin siquiera responder al saludo.

—Eh, buenas noches —correspondió Youngjae para no parecer grosero, su mente aún confundida por lo que había visto anteriormente.

—¿Eres el modelo de Choi Junhong? —inquirió la mujer con una encantadora sonrisa dirigiéndose a Yongguk, el cual la miró con desconfianza pero asintió—. Felicitaciones, el trabajo que hicieron fue muy creativo, sin duda uno de mis favoritos.

—¿Y ustedes quién diablos son? —habló por fin.

Youngjae le golpeó con el codo a modo de reprensión causando que los otros dos rieran divertidos. A veces detestaba esa forma grosera que tenía para hablar.

—Nosotros somos los modelos de...

Esta vez habló el hombre, de cuerpo atlético y facciones suaves, pero el castaño ya no estaba escuchando. Nuevamente Daehyun había aparecido en su campo de vista y se le veía tan risueño como siempre, el pelirrojo que andaba con él decía algo que le hacía sonreír amplio. Se mordió el labio inferior cuando un grupo de personas los ocultaron y se quedó con los ojos clavados en el mismo lugar.

—Hey —Yongguk le devolvió el codazo que le había dado y lo sacó de sus pensamientos, enterándose de que la pareja de hacía un momento ya se había ido—. ¿Qué te pasa?

Youngjae lo miró sin ser capaz de responder. ¿Qué le pasaba? No sabía, solo sabía que le dolía el pecho y que quería irse de ahí lo más pronto posible. Se esforzó por no poner cara de estreñido bajo la atenta mirada del mayor, que seguía estudiándolo como escarbando en lo más profundo de su ser.

—C-creo que quiero irme —confesó.

Yongguk frunció el ceño fastidiado y el menor temió que le abofeteara la boca.

—Mierda... —murmuró alguien tras ellos.

Ambos giraron sus cabezas a espaldas de Yongguk y vieron a aquel castañito de aspecto asustadizo recogiendo tres pastelillos que se le habían caído al piso. El moreno gruñó como animal al reconocer la cara de Moon Jongup.

—Siempre estúpido.

Jongup se estremeció al escuchar la voz del mayor y se incorporó con los pastelitos en las manos. Por más que se esforzó en pasar desapercibido, había fallado. Hizo su mejor sonrisa.

—H-hola...

Yongguk seguía mirándolo como si fuera el ser más asqueroso de la Tierra, así que el más bajito empezó a temblar, aún consternado por el susto que había recibido temprano en la mañana. Youngjae los observó en silencio y después suspiró al notar que al chico empezaban a formársele gotas de sudor en la frente.

—Déjalo en paz —intervino, colocándose entre ambos para acercarse al de cabello color miel—. Moon Jongup, ¿verdad? —preguntó, recordando el día que lo había visto en la biblioteca. El aludido asintió torpemente, intimidado por Yongguk que seguía fulminándolo desde detrás de su mejor amigo—. Mucho gusto, yo soy Youngjae.

—Ya lo sabía... —Jongup se encogió de hombros.

—E-es verdad —concordó—, pero quería presentarme correctamente, y disculparme por ser tan grosero desde el momento en que nos conocimos —expresó. Al ver al amigo de Junhong, se le había ocurrido que podía disculparse también con las personas a las que había tratado mal indirectamente—, no hay razón que justifique mi comportamiento de mierda, por eso te pido que me disculpes si no fui una buena persona.

[B.A.P] «fishing for love».Where stories live. Discover now