22. Dino y Lucía

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Luka corre a abrazar a la chica:

-Estabas perdido Lukita- le dice ella mientras le da un cariñoso beso en la mejilla.

-Lo mismo digo tonta-le contesta él.

Yo observo la escena desde lejos; entonces el chico se acerca a mí sonriendo.

-Sí que es guapa Luki, tenías razón-dice volviéndose hacia su amigo, que sonríe con suficiencia-. Soy Dino, encantado-me da dos besos. Tiene un acento muy parecido al de Luka.

Yo me río ante su cumplido y me presento: "Yo soy Cris". Se acerca la chica también.

-Encantada Cris, yo soy Lucía- me da otros dos besos.

Lucía es esbelta como yo, aunque un poquito más baja. Tiene una cara muy bonita, llena de pecas, y un pelo ondulado de color castaño claro. Sus ojos color café son muy grandes y sus labios, finos.

Dino es casi igual de alto que Luka. Lleva la cabeza un poco rapada y tiene una sonrisa muy amplia y unos ojos muy vivos. Es bastante mono, pero nada comparado con el rubio.

Luka viene con dos botellines de Mahou y me tiende uno a mí. Me guían hacia la terraza y me enamoro de ella: es bastante grande y tiene unas vistas muy bonitas de Madrid. A la izquierda hay una mesa redonda con sillas de mimbre y a la derecha, una gran barbacoa. Mirando hacia el balcón hay una especie de columpio para dos personas. Hace un día muy soleado y eso me sube el ánimo.

Huele a carbón y me entra mucha hambre. Me asomo a la barbacoa y veo varios filetes y salchichas; me ofrezco a ayudar.

-De eso nada-me aparta Dino-.Hoy cocinamos los chicos.

Me voy con Lucía, que está manejando un portátil e intentando conectarlo con un gran altavoz de música.

-¿Te ayudo?-me ofrezco.

-Sí, por favor. Soy lo más inútil del mundo para las tecnologías-me dice riéndose.

Activo Bluetooth en el portátil y busco spotify, está puesta la cuenta de Lucía. Indago en su biblioteca y veo que tiene un gusto muy similar al mío. Ahora pega música animada y me decanto por "Carreteras Infinitas" de Sidonie. A ella parece gustarle mi elección ya que empieza a cantar a pleno pulmón y yo con ella.

-¿No me digas que tú también escuchas este tipo de música?-Dino se gira con los ojos en blanco mientras su novia baila como una loca.

-Claro, es genial-respondo disfrutando de la canción.

-Estas españolas...-apunta Luka meneando la cabeza.

Luci y yo vamos poniendo la mesa mientras los chicos terminan con la barbacoa. Cuando todo está listo nos sentamos a comer, yo ya voy por la segunda cerveza.

Durante la comida nos reímos mucho y nos conocemos mejor. Dino tiene la edad de Luka y es montenegrino, aunque nació en Alemania. Juega en el Real Madrid B y ya ha debutado con el primer equipo. Él y Doncic se conocen desde que el esloveno llegó a Madrid y han jugado juntos durante muchos años.

Lucía es de Málaga y es de la edad de Dino. Se conocieron hace dos años cuando ella se mudó a Madrid debido a que destinaron a su padre. Fue un flechazo en un partido que fue a ver con sus amigas y desde entonces no se han separado. Ahora ella está en segundo año de criminología y sueña con ser inspectora de policía.

Los nervios se esfuman pronto y no paro de bromear con mis nuevos amigos. La verdad es que es una pareja entrañable y como decía Luka, están locos de remate. De vez en cuando lo miro; parece muy relajado, con sus gafas de sol y una pierna cruzada sobre la otra. Él me devuelve la mirada sonriente, sé que se alegra de que lo esté pasando bien.

-Bueno colegas, me he cansado ya de esta musiquita-dice de pronto Dino levantándose y yendo hacia el ordenador-. Ahora toca perreo.

-¡Otra vez no, por favor!-ruega Lucía bromeando.

-Claro que sí, nena-le contesta él guiñándole un ojo.

Luka maldice poniendo los ojos en blanco y yo observo la escena divertida. Empieza a sonar "La bicicleta" de Carlos Vives y Shakira y Dino sube el volumen mientras empieza a bailar de una manera muy graciosa.

-"Nada voy a hacer rebuscando en las heridas del pasado"-canta él al ritmo del temazo. Yo también me pongo a cantar y a menear la cabeza.

No se si es por las cervezas o por la música, pero me levanto a bailar con él. Ambos usamos los botellines como micrófono y nos metemos en el papel del dueto: él es Carlos Vives y yo Shakira. Me río a carcajadas con los movimientos de mi compañero de baile y Luka y Luci nos miran burlándose de nosotros y grabando con sus móviles.

El espectáculo debe ser ridículo pero yo solo pienso en la letra y en lo bien que lo estoy pasando. Cuando acaba la canción ambos estamos exhaustos.

-Buena esa, Cris. Por fin alguien que me sigue la marcha-dice chocándome la mano.

-Faltaría más-le respondo.

Tras el postre-una tarta de queso precocinada pero riquísima-Dino y Lucía se despiden. Él tiene vacaciones antes de tiempo y va a aprovechar para visitar a su familia por lo que tiene muchas cosas que hacer antes de irse.

-Me has caído de puta madre, tenemos que vernos más veces-me dice Dino dándome dos besos.

-Lo mismo digo-le contesto.

-Hasta la próxima guapísima-se despide su novia también.

-A ver cuándo nos vemos, Luci.

Escuchamos la puerta principal cerrarse tras ellos pero nos quedamos en la terraza un rato más mirando el atardecer.

-Parece que nos hemos quedado solos-dice Luka con cierta picardía-. ¿Qué te apetece hacer?

-Lo primero, cambiarme de ropa. ¿Tienes algo que pueda ponerme?, porque los vaqueros me están matando-le oculto la de cosas que se me pasan por la mente ante su pregunta.

-Veamos qué puedo hacer-dice conduciéndome a su dormitorio.

Entramos en la casa y recorremos el pasillo principal; su habitación es la última de todas.

Et voilà!-exclama en un pésimo francés mientras me abre la puerta de su cuarto.

Es muy elegante, mucho más de lo que esperaba. Tiene un ventanal grande, al igual que el salón, y en el centro reina una cama de matrimonio con sábanas blancas e impolutas. Hay una mesita de noche a cada lado y un armario en frente. En una esquina, un pequeño escritorio de madera oscura con una pila de libros encima.

-No me esperaba así tu dormitorio-confieso asombrada.

-¿Y qué te esperabas?-pregunta risueño.

-Pues algo más parecido al de un adolescente, con mierdas y ropa tirada por todos lados.

-Vaya, gracias. Veo que he causado una buena impresión en ti-ironiza.

Tras rebuscar un rato en su desastroso armario-ahora entiendo cómo tiene el cuarto tan recogido-encuentra una camiseta vieja, algo dada de sí, de color blanco. Se comporta como un caballero y sale de la habitación para que me cambie. La camiseta huele mucho a él y me encanta esa sensación. Me queda de vestido y yo salgo al pasillo sintiéndome cómoda y como en casa.

Sueño cumplido (Luka Dončić)Where stories live. Discover now