33. Alcohol

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Suena el despertador y apenas puedo abrir los ojos. Me duele todo el cuerpo y tengo la mente en blanco, hasta que de golpe me acuerdo de lo que pasó ayer. Reconozco el póster de Cristiano Ronaldo de la pared de mi habitación y siento un gran alivio.

La tranquilidad dura más bien poco, porque noto un movimiento a mi espalda, al otro lado del colchón. El corazón me da un vuelco y me doy la vuelta despacio, aguantando la respiración. Por favor, que no sea Marcos. Por favor, que no sea Marcos. Cris, ¿qué has hecho? Me cago en la puta, otra vez te has pasado con el alcohol.

-¡Joder, Marta!-grito al darme cuenta de que es mi amiga con la que he pasado la noche.

-¿Qué?-se levanta sobresaltada.

-¡Qué susto me has dado! Pensaba que eras Marcos. ¿Qué haces aquí? -el corazón todavía me galopa.

-Qué poco confías en ti misma-dice con voz pastosa.

-La verdad es que sí, me doy miedo cuando me emborracho-me estiro y bostezo-. Además, me fío aún menos de Marcos, aunque nos hayamos arreglado.

-No digas eso, ayer se portó muy bien contigo y no tuvo la más mínima intención de aprovecharse.

-Menos mal-suspiro-. Bueno, te repito, ¿qué ha pasado y qué haces aquí?

-Uffff-se frota la frente y se incorpora. Tiene la cara llena de restos de maquillaje y el pelo alborotado-. Pues jugamos a los jueguecitos esos de retos con alcohol y todos acabamos perjudicados. La peor, Vero, se pasó la noche potando y Pablo agarrándole el pelo.

-La que decía que no quería dos hielos en el cubata...-salgo de la cama y me dirijo al armario. Para mi desgracia tengo que ir a trabajar en estas condiciones y no quiero llegar tarde-. ¿Y yo cómo me porté?

-Tampoco te creas que me acuerdo mucho, ¿eh? Pero sí que te colocaste más que yo. Fuiste la polla, en serio, no parabas de cantar, bailar y hacer payasadas.

-Menos mal que esta vez no la he liado...

-¡Eh, no cantes victoria tan rápido! Álvaro te pilló hablando por teléfono con Luka de madrugada.

Me quedo de piedra y me vuelvo hacia Marta, temiendo lo que haya podido soltar por esta boquita de oro.

-Joder, ¿y qué le he dicho?

-Tenías puesto el altavoz. Tú le decías chorradas de todo tipo y él se estaba descojonando. Álvaro, que es el que mejor iba, te quitó el teléfono y Luka le dijo a él que te acostáramos y te diéramos agua y eso. Y aquí estoy contigo, cuidándote-dibuja unas comillas en el aire cuando dice esta última palabra.

Muero de amor. Mi chico, en la otra punta del mundo, despierto de madrugada por mis gilipolleces y preocupado de que me cuiden. Por otro lado, estoy bastante avergonzada.

-Pfff, me siento una niñata. Qué vergüenza, de verdad. ¿Qué va a pensar de mí ahora?

-Tía, tranquila. Le puede pasar a cualquiera. Además, te repito que se lo tomó con mucho humor.

Me pongo lo primero que pillo y me voy al baño a hacer abuso del corrector para tapar el esperpento que es mi cara en estos momentos. Además, voy a necesitar litros de café y una buena aspirina.

-Me voy a mi habitación a seguir durmiendo-Marta se despide dándome un cachete en el culo.

-Envidia me das, perra.

A media mañana recibo una llamada de Dino.

-Hola, guapa-me dice cuando descuelgo.

-Dino, ¿has vuelto ya?-me alegra escucharlo.

-Sí, ayer. Por eso te llamaba, ¿te vienes a comer hoy a casa con Luci y conmigo? Luka llega sobre las cinco y así le puedes dar una sorpresa. ¿Qué me dices?

Me parece una idea genial, tengo muchas ganas de pasar lo que queda de día con esta pareja y aún más con Luka.

-Muy buena idea, salgo a las dos. Sobre las dos y media estaré allí.

-Perfecto. Nos vemos, Cris.

No voy a poder descansar para recuperarme de la resaca hasta la noche, aunque sé que en la cama de Luka no es que vaya a dormir mucho. No salgo de una cuando me meto en otra y decido ir a por el tercer café de la jornada.

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Narra Luka

Son las diez y nuestro vuelo sale sobre la una. Estoy solo en mi habitación; Felipe ha debido bajar ya a desayunar, no necesita dormir mucho. Yo, sin embargo, he tenido una interrupción en mi sueño de lo más curiosa.

Cuando la pantalla de tu móvil se enciende a las tres y cuarto de la mañana y en ella se lee: "Cris", no puedes evitar asustarte. Cuando lo primero que tu chica dice al descolgar es: "Ey, Lukita. ¿Cómo te va, guapo?", te quieres cagar en todo lo que se menea; y por último, cuando empieza a decirte que te quiere y que te echa de menos, tardando vida y media en pronunciar cada sílaba, no puedes aguantarte la risa.

-Cris, ¿has bebido?

-Noooooo, ¿por qué piensas esooooo?-cada sílaba parece interminable.

-No sé, ¿a lo mejor porque hablas como una retrasada mental?

-Bueeeeeno, un poquito sí.

-¿Cuánto es un poquito? -me estoy descojonando y ella parece no darse cuenta en su estado.

-Pues dos o tres...

-¿Cubatas?

-No, chupitos-pues tampoco ha bebido tanto...-. Cubatas han sido mássssss.

Con razón está como está, ¿a quién se le ocurre?

-Álvaro, dejameeeee-escucho al otro lado de la línea-. Solo quiero hablarrr con Luka un ratito.

-Cris, estás mal, déjame hablar a mí-escucho una voz de tío de fondo, que pronto coge el móvil y se presenta-. Hola Luka, soy Álvaro, un amigo de tu novia.

¿Así que ya saben todos lo nuestro? Bien, me gusta eso.

-Hola, ¿qué hay?-le digo.

-Tío, Cris está bastante mal así que no hagas caso a nada de lo que te diga.

-Tranquilo, no lo estaba haciendo. Pero por favor, acostadla y que beba mucha agua.

-Eso está hecho. Un placer, Dončić.

-Igualmente, Álvaro.

Ay mi pequeña, se ha pillado un buen pedo y no estoy allí para cuidar de ella. No recuerdo la última vez que me emborraché, esto de jugar en el Real Madrid no me deja tiempo para esas cosas.

Me tranquiliza saber que está con sus amigos en la residencia, y el tal Álvaro parece un buen tío. ¿Estará el hijo de puta que me encontré en el ascensor con ellos? Espero que no; y si es así, que no se le ocurra ponerle un dedo encima a Cris, porque esta vez no voy a contenerme.

Sueño cumplido (Luka Dončić)Where stories live. Discover now