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―¿A dónde vas con tanta prisa? ―Brice Cameron, pregunta con su particular arrogancia.

Es el único irreverente que se da ese gusto, y el de ser mi contraparte en esta escuela; con la diferencia de que él no se niega a nada. Obtiene lo que quiere cuando quiere. Es él típico chico bonito, rico, engreído, arrogante, pero muy popular. También es el hijo de uno de los socios y amigo de papá.

―No es de tú incumbencia ―mascullo con sequedad.

―Claro que lo es ―repone interponiéndose en mi camino―, me preocupa que no estés en casa cuando vaya a visitarte.

―¿Eso quiere decir que por fin te dignarás a acompañar a tú padre?

Mas que interesarme, me da igual su respuesta. Solo le sigo su juego.

―Eso parece.

―Bien por ti ―digo haciéndolo a un lado para seguir mi camino.

―Entonces nos vemos esta noche, preciosa ―anuncia con sarcasmo.

―Púdrete, Brice ―murmuro alejándome, apurándome en llegar ya mismo. Exhalo profundo, la idea de verlo por primera vez de cerca ya me tiene excitada.

Al llegar a la sala principal de los profesores me apresuro en ir a su oficinal, la puerta está abierta, pero él no está en el escritorio. Miro hacía todos lados y está desierta ―«no puede ser, ya se fue»― me digo desanimada. Sin embargo, medito en que la puerta está abierta y es cuando escucho el sonido de voz en el afuera en el pasillo. Eso llama mi atención gratamente, ¡es él! Esa es su voz y no lo encontré porque seguro había salido.

Me entro un poco y me quedo quieta, y aunque me siento fatal por ser una fisgona, muy dentro de mí muero por no estar en el lugar de la persona con quien habla. Esa quien recibe todas sus palabras de cariño y amor. Mi corazón se encoje porque no soy yo, sino su esposa. La misma que posa junto a él en el retrato que adorna la mesa de su escritorio.

Su llamada culmina y, al acercar se percata que estoy allí, esperándole. Él camina hasta su escritorio, y su sonrisa es tan amplia y tan hermosa que me da envidia de la mujer que la provoca.

―Gracias por venir ―dice manteniendo su humor.

Toma asiento y me indica que haga lo mismo. Soy tan tonta que me siento torpe con esas simples palabras, tanto que mi corazón se acelera y no deja de latir.

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Deseándote en silencio✔Where stories live. Discover now