Deseándote en silencio✔

»19«

Esta era la primera vez que no podía concentrarme en nada, solo en mirar desde mi silla por la ventana a ver si podía verlo de pasada. Mi corazón no había dejado de latir desde que intempestivamente tomó mi mano. Me siento tonta pensando solo en eso, y gracias al cielo las clases acaban y yo no demoro en recoger mis cosas; sin embargo, me irrito porque seguramente fuera del colegio debe estar esperándome Bob y lo último que quiero es verlo o ir con él a algún lado. A veces pienso que mi padre me odia, ni siquiera preguntó si yo estaba de acuerdo con todo esto.

Me echo el morral a la espalda y más desanimada que nunca camino fuera del salón. Tomo mi teléfono y miro mi precaria lista de contactos. Papá, Eleonora y Albert. No tengo amigos a los que llamar o con quien escaparme. Miro a mi alrededor y muchos se juntan y conversan divertidos. Camino muy desanimada y al llegar a la salida del colegio puedo ver auto estacionado en la acera del frente y sé que se trata de ese maldito hombre cuando empieza a moverse para venir por mí. Suspiro hondo y luego me sobresalto por el ruido de una moto que se estaciona frente a mí. Es Brice.

―Ven conmigo o prefieres irte con el viejo ―dice haciendo que la moto ruja más. Eso me hace reír a desgano.

Miro hacia el otro lado de la acera y suspiro de nuevo cuando veo que el auto se acerca. Tal vez papá se enoje si le hago un desaire a Bob, pero prefiero irme con Brice y asumir las consecuencias después. Sin embargo, estoy indecisa, no soy tan alocada.

―Qué esperas ―insiste extendiéndome un casco.

¡Al diablo!

Me decido, lo tomo y me subo detrás de él colocándomelo de inmediato. Cierro los ojos cuando termino y él empieza a hacer rugir el motor. Es la primera vez que monto en una y ni idea de si Brice sabe conducirla o no. Él toma mis manos y las pasa alrededor de su cintura y me obliga a abrazarlo. Abro grande los ojos.

―Agárrate fuerte ―grita por encima del ruido que produce el motor.

Lo hago con mi corazón acelerado mirando hacia atrás. Empieza a moverla, y me impaciento un poco porque él muy osado se da la vuelta y pasa por el lado donde está estacionado el auto de su padre, aumentando mi nerviosismo y adrenalina. Escondo mi rostro en su espalda cuando lo hacemos y ruego porque no nos reconozca aun con los cascos puestos. Afortunadamente acelera alejándonos de allí.

―¡Para! ―grito cuando ya nos hemos alejado, él obedece y detiene la moto haciendo que me pegue duro en su espalda. Se empieza a reír―. ¡Estás loco! ―chillo frenética bajándome de la moto.

―No te parece divertido dejar al viejo plantado.

―No, no lo es.

―En serio querías ir con él.

―¡Tampoco! ―me reprimo un poco―, solo no tenías que hacer eso, pudo vernos.

―Llevamos casco, no nos iba a ver. Soy bastante precavido.

―¿Que pretendes, Brice?

Le encaro.

―Divertirme un rato, ¿y tú? ―dice y yo ruedo los ojos.

―Llévame a casa.

―¿En serio! Sabes que mi padre no se dará por vencido; cuando vea que no sales irá a buscarte allá. Él es bastante persuasivo con lo que le interesa ―expone muy contundente.

Quizás no se equivoca. ¡Rayos! Igual ya escapé; pero ahora ya me voy dando cuenta de sus intenciones. ¿En serio quiere ayudarme o solo lo hace por molestar a su padre?

―¿Y a dónde vas?

―A ver el mundo, Leah, ¿no te interesa divertirte un poco?

Divertirme, ¡vaya! Jamás creí que estuviera en estas con Brice; pero tiene razón, no hay mucha diversión en mi vida que digamos.

―Está bien, pero si no me gusta lo que veo me regresas a casa.

―Hecho, princesa ―dice y seguido pone en marcha la moto haciendo rugir el motor y yo vuelvo a abrazarme a su cintura para no caerme por la forma alocada conque arranca la moto. 

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