Capítulo 4.

3.5K 198 26
                                    

 -Niall-

"Mi existencia solo sirve para causar dolor y sufrimiento"

Seguía tumbado en el suelo, mi mejilla blanca como la nieve se había puesto roja, por el contacto tan frío y fuerte de su mano; mis ojos se encontraban rojos y con lágrimas a punto de salir, mi boca está abierta para decir algo, pero de ella no salía nada. Me salí de aquel shock en el que estaba y me sobe mi mejilla y ví a Greg que estaba a punto de acercarse a mí, pero mi madre lo detuvo.

—Yo... yo... yo...

—Cállate. — dijo mi madre secamente.

No sabía qué hacer; cómo reaccionar. Estaba inmovilizado y llorando mientras la miraba con ojos de suplica y de vergüenza mientras ella me miraba con ojos de furia deseando que desaparecía, le pedí perdón muchas veces a lo que ella solo reaccionó señalando las escaleras indicando que me fuera de aquí.

—Largo... — dijo en un tono de desprecio, como si en ese preciso momento fuese a echarme de la casa.

Subí rápidamente, viendo a Greg con una cara de preocupación y tristeza, llegue a la segunda planta, abrí la puerta rápidamente y la cerré dando un fuente estruendo por toda la casa. Ya no podía más y me derrumbe. Estaba pegado junto a la puerta sollozando en silencio ahogando mis gritos si saber qué hacer. Pero pude escuchar que mi madre y mi hermano Greg discutían.

—¡Eso es lo que pasa por darle demasiada confianza!— grito mi madre.

—¡No sabes lo que paso! ¡El estaba lastimado!— pronunció Greg en un tono de furia. —Es tu hijo, ¿¡Cómo pudiste pegarle a tu propio hijo!?

—¡Ese niño no es mi hijo! ¡Un hijo no mata a su propio padre!

Me tape los oídos, ya que no quería escuchar lo que seguía. Mi padre no nos había abandonado, eso era una mentira. Pero lo que enunció mi madre era verdad.

Yo había matado a mi padre.

Me levanté la mañana siguiente más temprano de lo usual sin la necesidad de mi alarma. Busque mis útiles; mi aburrido uniforme; mi estropeada mochila y mis viejos zapatos. Bañarme y arreglarme fueron una tortura todavía conservaba el dolor de los golpes. Bajé sin hacer mucho ruido y me prepare el desayuno y el almuerzo para no causar molestias, pero sabía que eso nunca sucedería. Terminado mi desayuno y mi almuerzo en mi mochila, me dispuse a verificar que tuviese todo en orden y salí de mi casa, no sin antes dejar una nota en la cocina para mi madre.

"Me he ido a la escuela. Regresaré sólo."

Vagaba por las calles, con un rumbo en específico, pero parecía no tenerlo. El radiante y armonioso Sol todavía no salía y la madrugada estaba a punto de acabarse junto con aquel frío que la acompañaba. Llegue a la escuela después de haber caminado 35 minutos y a pesar de todo, todavía tenía mucho tiempo antes de que empezara la primera clase. Me dediqué a esperar a que el guardia de seguridad abriera la gran reja blanca y cuando entre me dirigí a mi salón el cual estaba cerrado y me dispuse a hacer mi tarea, supongo que tendré que pedírsela a Liam ya que es bastante. Cuando el llego se sentó a mi lado, y noto mi infelicidad e iba a preguntar algo, pero lo interrumpí para pedirle la tarea antes de que llegara el profesor, y el acepto un poco desconcertado. Empecé a copiar y a resolver mis ejercicios cuando note que de reojo Liam me observaba tratando de descifrar mis emociones, pero simplemente no podía conmigo. Siempre era así, siempre me cerraba con la gente que intentaba preguntarme algo sobre mis emociones, ya que no les importaba y además, ¿qué iban a hacer con saberlo?

El profesor llego veinte minutos tarde, por lo que me dio la oportunidad de hacer la mayor parte de mi tarea. La clase paso demasiado rápido y fue demasiado aburrido, pero agradecía que el todavía no llegara. No deseaba verlo. Ni a él ni a sus amigos. Liam al parecer noto mi preocupación durante toda la clase y cuando salimos se detuvo delante de mí.

Las Cadenas Del Deseo. [Ziall]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang