Capítulo 29.

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-Zayn-

"El corazón nunca olvidara algo por mas que se intente, si la persona no deja de aferrarse a un solo recuerdo"

Todo era bastante extraño.

Ni yo mismo me lo explicaba.

El Niall que conocía volvía a cerrarse en un mundo paralelo a este.

Los días y las semanas pasaban, el dolor se curaba, pero los recuerdos nunca se iban. Nunca fuimos totalmente libres, ellos tenían razón. Fisicamente lo somos, pero nuestra esencia esta encadenada a nuestro instinto y nuestro instinto se deja llevar por la realidad que se vuelve pesadilla y que los reflejos de los paraisos que se ven no son mas que espejismos. La oscuridad vuelve a su lugar cubriendo la luz y todo lo que lo rodea.

Todo regresa a donde pertenecia.

La vida es tan misteriosa, que me preguntaba como los cambios se presentaban solo en mi, mientras que en Niall solo volvía a ser el mismo, desconfiando de todo lo que lo rodea, cayendo en el abismo en el que siempre estuvo. La presencia de su corrupción mental seguía en su cabeza, a través de sus huellas.

Ya era Marzo.

Los días pasantes, emociones no cambiantes.

Recuerdo cuando tuve una conversacion con el, sus palabras fueron tan directas y tan doloras como una bala que llega en seco directo al corazón. Niall llegaba de la escuela, su mirada hacia abajo como un gesto comun para el señor Davis quien cada día levantaba mas sospechas y con las palabras preparadas, me dirigí a la habitación y vi a un Niall sentado sobre la cama, con una mirada a sus rodillas, perdido, con parte de sus caballos rubios sobre su frente y con sus bellos ojos azules desorbitados como un niño que vaga por las calles huérfano.

—Niall...— quise expresar pero el menor levanto su mirada y mi palabras dejaron de salir.

—No, no te lo diré. Mis pensamientos son mios y el apoyo que me das no sirve de nada, ya que no entiendes lo que yo sufro.

Su voz era como la de un niño. Su expresión y su tono de voz expresaban tristeza, pero sus palabras daban con el enojo y la furia.

—S-si lo dices... por aquellos chicos del otro día...

—Sigues sin entenderlo. La verdad es que nadie lo entenderia, pensarías que son caprichos míos, pero si fueras mas empatico no tendríamos esta conversación. Te quiero, pero no entiendo tus emociones y tu no entiendes las mias. No sufrimos lo mismo y no pasamos lo mismo, ¿como puedes quererme cuando hasta yo mismo me desprecio?

La fluidez de sus palabras calló mi boca.

Aquella noche se lo comente al señor Davis y solo me respondió una oración que no entendí y no volvió a tocar el tema. Los días se volvían grises y hambrunos y yo tan solo deseaba la felicidad de todos. ¿Puede ser la crueldad humana mas fuerte que una sonrisa?

Aquel duende de ojos tan claros como el océano se volvió de palabras cortas y oraciones pequeñas. Y en la noche sus pesadillas y gritos regresaban a la vida, pero cuando me despertaba el estaba sentado en el piso viendo hacia a la luna que se mostraba mediante sus menguantes. Su rostro tan puro e inocente, con una piel blanca como la leche y con pensamientos tan sólidos y fríos.

Parecía que el que tenia pesadillas era yo.

Entre aquellos días fue cuando me dí cuenta de una idea bastante descabellada, que ni yo mismo era capaz de imaginarme.

Pensaba que esa idea rondaba por la cabeza de Niall y que por ello su actitud tan gelida.

No quería creer en eso, no tenia sentido.

Las Cadenas Del Deseo. [Ziall]Where stories live. Discover now