Las Cadenas Del Deseo. [Ziall]

Capítulo 12.

-Niall-

"No perteneces solo a ti mismo. No hay nadie en este mundo que sea totalmente independiente. Todos están conectados con alguien más y comparten algo con ellos. Por eso nunca somos realmente libres."

Habían pasado los días. Desde aquel incidente con la compañía por pornográfica, algo había cambiado en Zayn. Se le notaba más frío. Más desesperado y al parecer sabía algo que yo no sabía. Me pedía que nunca saliera del hotel, ya que se preocupaba mucho por mí. La verdad era que agradecía, el afecto que me tenía. Jamás me hubiera imaginado que él fuera una persona tan cariñosa y protectora. Aparte de que Zayn había cambiado, también algo lo hizo.

Yo.

Era la segunda vez que mataba a alguien, la culpabilidad me llenaba el alma. Las siguientes noches no había podido dormir, por lo mismo. Me odiaba a mí mismo. Y lo peor de todo lo que hice es que... ni siquiera yo mismo lo recuerdo. Cuando desperté tenia a Zayn con ojos aguados. La pistola en mis manos y mi ropa se encontraba repleta de sangre. Pero no recuerdo como paso. Lo mismo fue con aquella vez.

Sentía que me volvía loco. Zayn salía y me pidió que me quedase, porque no sería capaz de que algo me pasara. Y empezaba a sospechar de el fumaba. Hasta que me arme de valor y se lo pregunte. Me sorprendió que lo hubiese empezado a fumar desde de tan corta edad y ahora volvía a a hacerlo y era mi culpa. En aquel momento aproveche para decirle mis verdaderos sentimientos, pero yo mismo me detuve. Algo no dejaba que lo hiciera.

Zayn había salido. Otra vez. Estaba sentado en la cama, mientras veía por la ventana la vista de la ciudad. Eran las 6 de la tarde. El paisaje era precioso; bello diría yo. El cielo anaranjado mezclaba sus colores dando entrada al anochecer, a pesar de toda la luna se veía y era muy bella; los pájaros volaban junto con grandes parvadas; las luces de los edificios comenzaban a ser encendidas y las nubes comenzaban a alejarse para dejar un cielo despejado y hermoso. Mi expresión se relajó, y me deje llevar por aquella vista que tenia. Al sentirme solo y al no tener a nadie, me abracé a mí mismo y me puse un cobertor encima para sentir el calor. Como si alguien me estuviera abrazándome.

La soledad era algo que nunca se iba. Siempre estaba ahí. Esperándome. La vida me era difícil. Un vacío sin fondo, ya que siempre sufría y no sabía el porqué, la mayoría de las cosas malas siempre me pasaban a mí. Tenía una familia disfuncional, me habían abusado dos veces. Pero... a pesar de todo, siempre tenía ganas de ver aquel arco iris que venía después de la tempestad. Pero nunca había uno. Tenía ganas de ver y estar con aquellas personas que me querían como Liam y Greg. Tenía muchas ganas de estar a su lado.

Los pensamientos rondaban por mi cabeza. Y miraba había la ventana perdiéndome ante la vista. No tenía nada mejor que ser. No tenía libros para leer. Ya se había acabado el primer semestre y no tenia deberes. El cuarto del hotel no tenía televisor y no tenia teléfono. Solo podía esperar hasta que Zayn llegará, para que mis nervios bajaran.

Aquellas ideas desaparecieron de mi cabeza, cuando sentí que la puerta se abría. Me baje de la cama y descalzo camine hacia afuera y aceche, pero no había nadie y sentí que había alguien detrás de mí y gire inmediatamente para encontrar una persona sentada en mi ventana. Este era un hombre de gran altura y de tez color negra. Me miraba con sarna y sacó un cuchillo de su bolso.

—¿¡Qu-que hace usted a-aquí!?— mi tartamudez no me dejaba en paz y busca algo para poder defenderme.

—Veo que estas muy asustado... conejito.— me heló la sangre y trate de salir por la puerta, pero había otra persona que había visto antes. Era el padre de Zayn.

—Tendrás que venir con nosotros. Eres el pago.— trataba de hacerme hacia atrás pero choque con el otro individuo tropezándome.

—¿Como que soy el pago? ¿Qué hacen aquí? ¡Zayn ha salido!— el hombre alto y de color me puso un cuchillo en mi garganta y comenzó a pasarla suavemente. Gotas de sangre caían de este.