CAPÍTULO 35 - LEY O JUSTICIA (I) [EPÍLOGO (3/4)]

3.8K 309 17
                                    

—Hasta luego, cariño. Luego te recoge la abuela, ¿vale?

Aden asintió, le dio dos besos a mamá C y atravesó corriendo la entrada del colegio. Clarke lo observó hasta que desapareció en el interior del edificio. La media sonrisa con que lo miraba se esfumó de su cara. Había vuelto a tener la sensación de que era observada. Miró a su espalda y hacia ambos lados sin ver a nadie sospechoso. O sintiendo que todos lo eran.

***

—Hola —dijo en cuanto entró en el despacho.

—¿Qué pasa? —Raven la conocía tan bien que bastaba con un simple saludo para percibir que su amiga tenía un problema.

—¿Por qué?

—Te lo noto.

La investigadora soltó el bolso sobre la mesa y se sentó pesadamente en el sillón.

—Suéltalo, anda —insistió.

Clarke respiró hondo y miró a su amiga. Odiaba sentirse así de vulnerable.

—Creo que alguien me sigue.

—¿Sí? ¿Le has visto?

Clarke negó con la cabeza.

—Anoche me pareció escuchar unos pasos... pero podría haber sido cualquier cosa. Seguro que no es nada.

Pero Raven sabía que si su amiga se lo había mencionado es que sí era algo. Se acercó y se sentó sobre la mesa frente a ella.

—¿En quién estás pensando?

Clarke no le había mencionado nada de la amenaza de Jason Roth... además, no tenía por qué ser él.

—¿Se puede haber enterado el mafioso de Roan de que le robamos nosotras?

—¿Qué? —dijo Raven arrugando mucho la nariz en un claro gesto de confusión.

Que dudaran de sus habilidades como hacker era algo que la ingeniera no concebía.

—Nadie es infalible.

—Yo, sí.

—Okey... con "humildes" no se puede discutir.

Clarke sabía que era imposible contradecir a su amiga en esas cuestiones.

—A ver —la ingeniera estaba dispuesta a bajarse un poquito de su pedestal—... sería posible solo si son dioses del hackeo... y solo conozco a una diosa del hackeo —se señaló con ambas manos a sí misma—... pero probabilísticamente hablando siempre hay una posibilidad... remotísima, o sea, fíjate si será remota que es más fácil que te líes con Bellamy.

Clarke puso los ojos en blanco.

—Vale, ya está, lo pillo, pues mafioso descartado. Ya estoy mucho más tranquila.

La investigadora aparentaba despreocupación, pero su amiga sabía que no se sentía así. La miró muy seria antes de volver a hablar... porque ella también sabía cosas.

—Clarke, me llamó Lexa... y me dijo que el gilipollas ese te amenazó, y que le contara si veía algo raro.

—Eso fue una bravuconada, Rav —dijo para quitarle importancia. Además, está en la cárcel. Así que no se te ocurra decirle nada a Lexa, ¿vale?

—¿Quieres que incumpla mi palabra?

—Tu amiga soy yo, y yo te digo que no he visto nada, que seguro que no es nada, así que no preocupes a Lexa sin motivo.

LEY & DESORDENWhere stories live. Discover now