little boy × vminkook

35 truth

-JungKoook...- nombró JiMin apenas la puerta se despegó del marco con sus ilusiones por las nubes, ilusiones que fueron destruidas al momento en que notó quien era la persona que realmente le fue a visitar.

-Ahí tienes tu respuesta, JiMin.

El rubio miró confundido al hombre tras su puerta mientras pequeñas lágrimas peligraban con escapar. Sentía felicidad por ver a aquella persona, pero a la vez la desilusión tomaba control sobre su cuerpo por lo que no sabía cómo reaccionar precisamente.

-YoonGi.

El nombrado abrió los brazos con una sonrisa en su rostro y sus ojos cerrados, esperando un abrazo que no demoró en llegar. JiMin apoyó su cabeza en el hombro de su ex profesor mientras dejaba soltar la tensión que tenía en su interior.

-No llores, JiMinie.- habló el mayor acariciando la cabellera rubia del pequeño. Este, por su parte, atrajo a Min hacia adentro para poder cerrar la puerta de su departamento. Con aquello ya logrado, se separó del pelinegro y lo observó por unos momentos. JiMin notó que YoonGi se veía mucho más maduro y feliz que la última vez que lo vió cara a cara y de seguro, el para su profesor, también se notaba más maduro, pero en su propio rostro había disminuido la felicidad en picada.

-Hyung, ¿Qué está haciendo aquí?

-Te vine a ver.- Fue la simple respuesta de Yoon dejando más sorprendido e inquieto a JiMin.

-Pero, hyung. Usted tiene una carrera que está empezando demasiado bien...- El rubio apenas podía creer que su hyung lo haya ido a visitar como si nada cuando ya sus canciones se estaban volviendo muy famosas y este debería estar trabajando mucho.

-Por esa misma razón me dieron unos días de vacaciones y decidí venir a Seúl junto a Dae.

-Hyung, ¡No me diga que la dejé fuera!

JiMin hizo el intento de acercarse a la puerta y abrirla, pero YoonGi lo sujetó de la muñeca y lo devolvió a su lugar, negando con la cabeza mientras dejaba salir pequeñas risas.

-No te preocupes, JiMin. Ella se quedó en el hotel.

-Diga eso antes. ¿Por qué no quiso venir?- Park nunca en su vida había visto a Dae y lo que sabía sobre ella era porque YoonGi le había contado. Temía que la chica supiera sobre su antiguo amor por su profesor y que ahora no le cayera bien... aunque si fuera así debería haber acompañado a su novio ¿No? -De seguro no le caigo bien.

-No, no. Tenemos que hablar ahora, JiMin. Ven, sentemonos.

El menor siguió a Min hasta el sofá y se sentó al lado de este de forma tímida, metiendo ambas de sus manos entre sus piernas para darse un poco de calor. Miró a Yoon en cuanto recordó la primera frase que el pelinegro le había dicho al llegar, confundiendolo.

-Hyung,- le llamó antes de que Min intentara comenzar la conversación -a que se refiere con que ya tengo mi respuesta.

El pelinegro se acomodó mejor en el sofá y sujetó las manos de JiMin entre las suyas para calmarlo. Sabía que con lo que diría el menor podía reaccionar de una y mil formas, sobretodo porque era demasiado testarudo cuando se trataba de su vida, su propio bien y tomar decisiones. Suspiró antes de comenzar a hablar.

-Lo que te diré va a sonar muy cursi, cliché y de película, pero ponme atención ¿sí?- JiMin asintió un tanto nervioso frente a lo que su hyung estaba por decir- Dios, porque si yo no lo hago nadie más lo hará y...

-Hyung, sólo hable. No lo interrumpire y escucharé cada palabra que usted me diga.- Era algo difícil creerle a JiMin sabiendo que este se metía a hablar en cada oportunidad que tenía, pero YoonGi simplemente lo hizo y dejó de dar vueltas.