006.

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Camina a través de un pasillo oscuro que parece hacerse eterno cada vez que daba un nuevo paso. No hay nada más que sombras a su alrededor y eso le asusta porque sabe que algo malo se esconde allí, acechándolo desde lejos. Por un momento el miedo le consume por completo e intenta dar marcha atrás para salir corriendo en dirección opuesta lejos del peligro, pero un eco se hace presente a través de una voz que nunca pensó oír de nuevo. Las paredes al igual que el corazón de Jimin retumbaron ante el estruendo.

— ¡Jimin! —Grita Jeon Jungkook haciéndole entrar en razón en medio de aquel sombrío lugar.

El pecho se le acelera a causa de lo agitada que se vuelve respiración. Jungkook esta en peligro, puede sentirlo en cada centímetro de su piel aunque ni siquiera pudiese verlo. Con solo escuchar la voz de este sabe que necesita encontrarlo y rescatarlo de aquel peligro que acechaba en las sombras, pero por más que lo intenta no puede ver más allá de la oscuridad que envuelve a ese maldito pasillo. Palpa las paredes intentando hacerse un camino, solo le queda seguir el eco de la voz de su chico para poder encontrarlo. Sigue teniendo miedo aunque eso no importa porque no puede dejar a Jungkook solo, algo le había sucedido.

— ¡¿Jungkook, donde estas?! 

Lo único que recibió en respuesta eran más gritos del chico. Gritos desgarradores que llegaban hasta sus oídos haciéndole temblar por completo.

— ¡Jimin! ¡Jimin!

Cada eco que rebotaba en las paredes era una daga profunda directa a su corazón y sabía que podía desmoronarse en cualquier minuto, más siguió avanzando contra todo pronóstico. No lo iba dejar solo, jamás sería capaz de algo semejante. Paso tras paso con las manos aún en la pared avanzó por pasillo y no tardo en ver como este se iluminaba al final con una luz tenue donde cada vez los gritos de Jungkook se escuchaban más fuertes.

— ¡Jimin, ven, Jimin!

— ¡Ya voy, Jungkook! ¡Ya estoy llegando!

Podía sentir la angustia en la voz del chico, casi como si lo estuviesen torturando y eso hacía que le doliese el pecho. Apuró su caminar hacia la luz sin dejar de pensar ni un segundo en Jungkook, sin importar lo que fuese que estuviera pasando el se enfrentaría a cualquier situación con tal de ver al chico bien...

Todo por el amor de su vida.

La luz estaba cada vez mas cerca y logró divisar una enorme puerta de madera marcando el final del recorrido. Ya no estaba a ciegas, pero seguía sin poder ver algún rastro de Jungkook además de su voz quebrantada por los gritos.

— ¡Jimin, por favor! ¡Te necesito!

Jimin también lo necesitaba a el.

Fue corriendo hasta la puerta y puso su oreja contra la madera. Los gritos provenían de allí dentro, estaba seguro de eso. Sin tiempo que perder comenzó a girar el pomo y a pesar de que noto que estaba cerrado con llave comenzó a empujar la puerta como si su vida dependiese de ello... Lo que no se alejaba mucho de la realidad.

— ¡Jungkook!

Con un último empujón el cerrojo hace click y la puerta se abre de par en par. Una parte de Jimin espera que con esa acción Jungkook corra hacia sus brazos para poder llevárselo lejos de allí antes de que fuese tarde. Pero en el fondo, muy en el fondo, sabe que el castaño no está allí y lo confirma al encontrarse de cara con su mayor miedo que tomaba la forma del hombre más despiadado que alguna vez conoció.

La cara del señor Jeon le asustaba al igual que esa maldita risa que se hizo presente.

— No lo volverás a ver nunca, Park Jimin —decía el hombre con los ojos llenos de rencor—. Lo aleje de ti para siempre.

Pecado ◆ Kookmin ; 국민Where stories live. Discover now