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Era increíble pensar como en cosa de horas las cosas habían cambiado tanto. Se había acostumbrado a una rutina hacía meses. Trabajaba y trataba de dar lo mejor de si mismo en ello, buscando con eso poder ayudar a los demás para que no viviesen lo mismo que él. Evocó sus esfuerzos en ello, tanto así que durante un tiempo era lo único que utilizaba como motor para seguir adelante. Se le hizo difícil, pero logro concretar varias metas. Hizo crecer una fundación desde el polvo y convirtió su visión en realidad. Siempre pensó que ahora solo quedaba hacer el bien, que esa era la parte más fácil de todo.

Se equivocó. Vaya que Jimin se equivocó.

Se sentía cansado. De vez en cuando cerraba los ojos deseando que el tiempo se detuviera al menos unos minutos para así tener un descanso. Ni siquiera sabía cuantas horas habían pasado desde que llegaron a la comisaría. Era de noche y aún quedaba mucho papeleo por hacer para notificar al resto de las familias de los fallecidos. Jungkook había ayudado a los policías a intentar encontrar a los padres de Baek y no hubo éxito alguno, ahora el niño permanecía en la guardería mientras se decidía que harán con él. Mantenerse de pie en esos instantes con tantas noticias horribles a su alrededor parecía una tarea mucho más complicada de lo que fue el día anterior y el dolor de su extremidad no le dejaba pensar con claridad. Se había esforzado mucho, pero no sentía que fuese suficiente.

— Ten. Te traje café.

Alza la mirada para encontrarse con la mano de Jungkook que le ofrecía un vaso de café humeante. Sin decir nada acepto la oferta e hizo espacio en el sofá donde se encontraba para que el chico se sentase a un lado. A pesar de que aún estaban en la comisaría el ambiente parecía mantener un silencio sepulcral. Quizá eso sucedía cuando grandes tragedias azotaban la ciudad.

— ¿Aún no terminas con el papeleo? —Pregunta Jungkook dando un sorbo a su café.

— Les he dado todos los números que tenía, pero aún faltan dos familias por contactar y quieren saber quién se hará cargo de los funerales si no hay noticias —suelta un suspiro y se acomoda mirando al piso—. Jamás pensé que diría algo como eso.

Jimin siempre había considerado a toda la organización como su familia. Habían comenzado junto con Taehyung y Seokjin con un lindo sueño y de a poco más personas se fueron integrando en el proyecto. Con el paso de los años se transformaron en un gran un círculo familiar luchando por un cambio y eso le hacía sentir feliz. Era por eso que sufría, las chicas y chicos que ahora estaban sobre las camas de metal con una manta blanca cubriéndoles por completo eran voluntarios a los que saludaba a diario, los que le sonreían y agradecían por dejarles ser parte de la organización. Le dolía tanto el pensar que su familia había perdido a aquellas almas puras sin tener tiempo para evitarlo. El hubiese hecho lo necesario para impedir que les pasara algo. Solo necesitaba saber que algo iba a suceder. Solo necesitaba tiempo. Solo...

— Puedo ver todo lo que estas sufriendo, Jimin —dice Jungkook mirandole—... No te diré que seas fuerte porque ya lo eres. Tampoco te diré que intentes no estar triste o no llorar, porque tienes derecho a hacerlo. Sé que todos ellos eran importantes para ti y que lo único que quieres es volver el tiempo atrás para ayudarlos... Lo tengo claro porque tienes un corazón enorme que ahora esta sufriendo... Y lo único que voy a ofrecerte ahora es mi ayuda, mi hombro y mi soporte. Estaré aquí y no te dejaré solo... Es lo menos que puedo prometerte.

Jimin no puede evitar soltar una risa triste.

— Quién diría que volverías a hablarme con ese tono tuyo que siempre supo reconfortarme aunque todo estuviese ardiendo en mi alrededor. No sé como lo haces, Jungkook, pero siempre haz usado las palabras justas conmigo... Hasta para hacerme daño.

Pecado ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora