012.

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Dos semanas después...

— ¿Crees que puedes entrar tu solo, Jeonghan?

El chico frente a el que llevaba muletas le sonríe y luego niega con la cabeza.

— No, estoy bien —le contesta—. Muchas gracias por traerme, Jimin.

Y el nombrado se siente bien al ver al chico que durante semanas había ido a cuidar al hospital, después de que ser víctima de un ataque homofobico, recuperándose de sus heridas con valentía. Ahora solo quedaba que pasase el resto de su reposo de manera cómoda en las instalaciones de la organización.

— Muy bien, entonces dejaré que te acomodes. Cualquier cosa puedes llamarme a mi o a Taehyung al teléfono o simplemente ir a vernos a la oficina, te ayudaremos en lo que sea.

— No sé como agradecerles todo lo que ya han hecho por mí —susurra el chico con voz bajita y Jimin le sonríe.

— Es nuestro deber, tu solo debes preocuparte en mejorarte y listo.

Con eso dicho Jeonghan asiente y entra a la habitación que Jimin había preparado con esmero el día anterior. Cuando este último estuvo seguro de que el chico se encontraba cómodo enfundo su bastón y comenzó a caminar por los pasillos de la organización esperando encontrarse con Seokjin para poder decirle que ya todo estaba listo con Jeonghan.

— Alguien esta feliz hoy...

La voz le asusta un poco porque se encuentra muy cerca de su oído, pero cuando se da vuelta y se da cuenta de quien esta parado a su lado suelta una risa discreta intentando mantener la compostura.

— Casi me matas, Jongdae —le dice al tipo alto y rubio que estaba sonriendole de forma felina con ternura—. ¿No te han dicho que eso es de mala educación?

— Lo siento muchísimo, jefe —se disculpa el chico haciendo una especie de reverencia—... Solo me preguntaba que sería lo que te tiene tan feliz hoy.

Jimin se ríe, Jongdae siempre era así... Demasiado curioso.   

— Acaba de llegar el último de los chicos que estaba en el hospital producto de los ataques y eso me hace sentir que las cosas van mejorando de a poco, sobre todo ahora que nos han permitido concretar la marcha el día del orgullo.

— Justo estaba poniendo en marcha los preparativos para fin de mes —le informa Jongdae mostrandole un montón de papeles que llevaba en las manos—, vamos a tener bastante trabajo por aquí para que todo salga perfecto y seguro.

— No esperaría menos de ti, Jongdae.

El chico sonríe de nuevo. Jimin estaba bastante agradecido de que alguien como el formase parte del equipo de voluntarios. Jongdae era un joven mayor que el por dos años que se recibió de psicólogo y usaba sus tiempos libres para ayudar a la asociación. Cuando Jimin lo conoció en la entrevista supo de inmediato que era el tipo de persona que buscaba generar un cambio y desde hacia un año que trabajan juntos para expandir la ayuda que podía entregar el centro para jóvenes de la comunidad LGBT que se encontraban desamparados sin hogar.

— Entonces me voy —dice Jongdae finalmente—, debo terminar de hacer estas cosas y de seguro tu estas igual de ocupado.

— Claro, claro... Ten una buena tarde.

Jimin sonríe y con eso intenta seguir su camino en el pasillo, pero pronto la voz de Jongdae llama su atención nuevamente logrando que se detuviera sin siquiera haber dado un paso.

— Otra cosa, jefe —la voz de Jongdae de pronto es más baja y cuando Jimin se da vuelta a mirarlo nuevamente se da cuenta de que lleva las mejillas rojas—... Yo me estaba preguntando... Bueno, si no tienes nada más que hacer durante el día... Se que esto es raro, pero bueno... Yo solo quería, ya sabes... Quizá ir a cenar juntos... Solo si quieres, claro...

Pecado ◆ Kookmin ; 국민Where stories live. Discover now