010.

63.7K 9.3K 7.6K
                                    

Alerta. Corre. Huye. Están demasiado cerca. Te estas quemando y lo sabes. Sal de ahí antes de que sea demasiado tarde. Caerás de nuevo así como lo hiciste antes y nadie te tenderá una mano cuando tú corazón vuelva a hacerse añicos contra el frío piso. Vete. No mires atrás. Todo tu esfuerzo por recomponerte se perderá. No te hagas esto. Huye. Huye. Huye.

Su conciencia no le dejaba concentrarse y gritaba su interior un montón de cosas que apenas lograba procesar. Podía sentir como el corazón se le aceleraba y la forma en que sus manos comenzaban a temblar ligeramente. Frente a él estaba Park Jimin, su cuerpo entero reaccionaba ante ello y no podía disimularlo. Aquellos cinco minutos que le había concedido le estaban jugando en contra. Todo dolía, dolían los recuerdos y la forma en que sus miradas se encontraban. Dolía porque la presencia de Jimin provocaba los mismos efectos de hacía cinco años atrás y porque parecía que no había nada que pudiera hacer para remediarlo.

— Te ves distinto... Muy distinto.

Ante las palabras de Jimin revoloteo los ojos con enojo. Obviamente había cambiado, pasaron cinco años y su vida había tomado un camino totalmente diferente. Ya no era un adolescente que se dejaba llevar por cualquier cosa que pareciese ser nuevo en su burbuja de conocimiento, ahora era un hombre bastante seguro de sus creencias y de lo que iba a hacer con el resto del tiempo que le quedaba en esta tierra.

— Eso pasa con las personas cuando el tiempo pasan sobre ellas —sus palabras suenan al igual que una sentencia y ni siquiera es capaz de mirarle a los ojos—... Cambian.

Puede notar como Jimin asiente y de pronto la cercanía que se había creado entre ambos desaparece. El contrario se aleja lentamente y se va a sentar frente al piano donde lo había encontrado cuando llegó al salón. Jungkook le mira y aprovecha de respirar con lentitud mientras puede sentir el sonido de cada movimiento que hacia Jimin en sus oídos. Los pasos eran pesados, casi torpes. El bastón ayudaba con el soporte, más era fácil distinguir el ligero cojeo que le consumía. Seguía preguntándose a sí mismo que había pasado con el, intentando convencerse de que no era más que una simple curiosidad que necesitaba ser saciada.

—De todos los caminos que imagine que habías tomado durante estos años jamás se me pasó por la cabeza este... Sacerdote.

La frase es corta, pero afilada y había que agregarle el hecho de que la voz de Jimin sonaba un tanto asqueada... Quizá por eso Jungkook se alteró con tanta facilidad.

—  ¿Es que acaso me tendrás todo este tiempo aquí sin decirme nada? Prefiero volver a dormir y pedir que te saquen de aquí de una buena vez.

Esperaba que aquello causara al menos un poco de miedo en el semblante de Jimin, pero no funcionó. Los rasgos del chico estaban inmutables y su mirada era igual de fría que un tímpano de hielo. Jungkook quería mantener la compostura, demostrar que el estaba a cargo de la situación, pero no podía. Cualquier intento por imponerse terminaba con una punzada en su pecho porque podía notar en la piel de Jimin la marca del sufrimiento.

¿Cómo podría odiarlo si eso sucedía?

— Ya me hubieses mandado a sacar si eso quisieras —susurra—, te conozco mejor que tu mismo como para que vengas a hacerme creer cosas que no están en tu esencia.

Y Jungkook no quiere admitir nada, se niega a hacerlo. Jimin no podía tener razón porque no tenía derecho a tenerla, así de sencillo. Intentando no gritar se dio media vuelta para mirar hacia la ventana donde una luna resplandeciente se asomaba. ¿Qué se supone que hacía? No deseaba estar ahí, no era capaz de enfrentar a Jimin y lo sabía.

Pecado ◆ Kookmin ; 국민Место, где живут истории. Откройте их для себя