CAPÍTULO 5.

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Sarah se alistaba para ir a la escuela, al igual que todos los días, pero ese día en especial tenía algo que al menos la alegraba. Ese día su vida iba a cambiar.

Con un suéter verde, calzas negras y bastante maquillaje para cubrir los moretones en su cuello, se vio en el espejo. 

Seguía allí, la misma chica escuálida, pálida y de grandes ojos azules, pero ya no estaban vacíos. Esos ojos ardían por un nuevo comienzo.

Sin dejar de verse en el espejo, Sarah recordó la conversación con Derek Hale la noche anterior, y ya se lo había pensado. Quería estar en la manada. Quería estar lejos de esa casa.

―Es demasiado peligroso. No ―sentenció el alfa ante la loca propuesta que la chica le había hecho.

―Escucha, ¿sí? Si todo lo que me dijiste es verdad, acerca de los cazadores, entonces necesitas ayuda. Ellos te conocen y no puedes salir. A mí no, y puedo ser de mucha ayuda ―intentó convencerle la muchacha.

―Pues yo no le veo sentido, ni tampoco en dónde me conviene.

Derek no saldría de la negativa. 

Mirando a la chica notaba que no podía medir más de 1,65 cm, de  semblante moribundo y el temblor en sus manos, le indicaban que era todo menos apta para su manada. 

¿De qué le serviría una niña-conejito en la manada?

―No tiene mucho sentido, lo sé. Soy humana y no tengo lo que ustedes sí, pero eso solamente hace que no sea de interés para los cazadores. Y yo puedo ayudarte en eso. Además, esa cosa que te había dicho que me siguió parece... No lo sé, pero puede encontrarme. Si lo veo, te diré, y entonces tú lo atraparás.

Sarah no se daría por vencida. Necesita ayuda, y era la verdad. Lo sobrenatural existía, y extrañamente ese mundo parecía tener un interés especial en ella. 

Claro que a Derek no le convencía del todo. Bastante mala experiencia tenía con Jackson, el chico no dejaba en paz al alfa hasta que conseguía lo que quería. Pero, por otro lado, la morena ante sus ojos no parecía querer algo a cambio, y eso sólo lo hacía desconfiar más.

¿Por qué una chica totalmente ordinaria buscaría una manada sin transformarse en mujer lobo? Lo entendía de Stilinski, su mejor amigo era un hombre lobo y el mundo sobrenatural venía incluido con él. ¿Pero ella? Si no es por poder, entonces ¿Por qué?

―Además, si me lo preguntas, preparo un exquisito café. Podría preparar siempre aquí si quieres ― agregó Sarah con una tierna sonrisa al ver duda en los ojos de Derek.

Él no se inmutó, más Sarah no borró su sonrisa.

―Bien, estás dentro. Harás lo que yo te diga, aunque no te agrade ―aclaró de inmediato el Alfa. La chica asintió emocionada. Al fin algo le salía bien―. ¡Y, hey! El que estés dentro ahora no significa que lo estarás más adelante. ¿De acuerdo?

➊𝐅𝐫𝐚𝐠𝐢𝐥𝐞╢𝐓𝐄𝐄𝐍 𝐖𝐎𝐋𝐅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora