SINOPSIS:
Sarah tiene toda la apariencia de chica normal de Beacon Hills, algo que claramente puede ponerse en duda.
Sonámbula por el bosque, algo la obliga a llegar siempre donde Derek Hale.
Por tanto, una vez atrapada en la red de problemas sobren...
Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.
Scott llegó a la pista de hielo y botó el aire que venía reteniendo aliviado de encontrar al chico trabajando.
―Boyd, solo quiero hablar ―intentó disuadirle Scott para que le prestara atención―. Boyd, por favor. ¿Derek te lo dijo todo? No hablo sólo de perder el control en la luna llena, hablo de todo.
Boyd, sabiendo lo que Scott ya le iba a decir, pues una hora antes Derek le había dicho lo mismo, apagó la pulidora.
El chico se iba acercando cada vez más a él.
―Ya me contó de los cazadores.
Aquello bastó para que el moreno alzase sus cejas, sorprendido.
―¿Y no te bastó para decir no? ―preguntó incrédulo―. No sé lo que quieres, pero hay otros modos.
―No quiero almorzar solo todos los días ―se liberó el chico, cansado de estar solo siempre.
Al oír eso, a Sarah se le encogió el corazón, y un nudo aun mas grande que el anterior se le instaló en su pecho.
Ocultos, Derek y sus betas aguardaban el momento perfecto para entrar.
Ella no esperaba ver a Scott allí, en un principio pensó que solamente sería hablar con Boyd y convencerlo, pero tal parece Derek tenía otros planes, y sabía a la perfección que Scott llegaría ahí, por lo que a eso se debía el usar la chaqueta de cuero.
Aquello no se lo había esperado.
―Si lo que quieres son amigos, hay otros muchos mejores que Derek.
―Eso me duele Scott ―habló el Alfa, sorprendiéndolo. Tal parece Scott no había notado que ellos estaban ahí―. Es decir, si lo que pretendes es calificarme, al menos hazlo en consenso ―con una sonrisa, señaló a sus betas detrás de él―. Erica, ¿Cómo ha sido tu vida desde que me conoces?
―Mmm... en una palabra. Transformadora ―dijo la rubia y rugió, enseñándole al moreno sus colmillos.
―¿Isaac?
―Me molesta un poco ser fugitivo, pero aparte de eso me gusta ―señaló sin importancia, con voz egocéntrica.
―¿Lo ves, Scott? Ahora, dime, Sarah, ¿Estás bien desde que me conociste?
Derek se corrió un poco dejando ver a la pequeña chica oculta detrás de él.
La morena, con el corazón a galope rápido, sólo pudo ver como Scott parecía perder el aire al verla.
Con sus ojos desorbitados por la presencia de la chica, él avanzó un par de pasos hacia ella.
―¿Sarah? Tú... Stiles... ―balbuceó Scott, incrédulo de haber encontrado a la retraída ex-amiga de Stiles al lado de Derek y su manada.
