EPÍLOGO.

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Derek se encontraba despierto, cabeceando del sueño. Sentado en el sillón a la mitad del loft, aguardaba a que fuesen las tres de la madrugada.

Habían pasado dos semanas en las que no dormía bien. Dos semanas en las que se encontraba en esa situación.

No podía quejarse en verdad, no había dormido bien desde el incendio y los cazadores. Sin embargo, una razón muy distinta lo mantenía despierto a estar horas: 

Sarah.

La morena llevaba dos semanas en las que, a las tres de la madrugada y puntual, se levantaba de su cama y caminaba dormida por el lugar.

La primera noche que la había sentido, el Alfa se había percatado de la chica caminando por el primer piso del hogar. 

Furioso, se había levantado de su cama al sentirla de pie frente a la puerta. Por unos segundos pensó que Sarah nuevamente regresaría con Clay Reynolds, pero tal fue su sorpresa cuando descubrió que no era así.

Sarah se encontraba sonámbula y de pie frente a la puerta.

Al igual que en noches anteriores, Derek recordaba cuando la había encontrado caminando dormida por el bosque, sonámbula igual.

No le era sorpresa, pero sí lo intrigaba mucho.

Entonces, desde esa noche aguardaba hasta la madrugada a la chica, quien caminaba dormida hasta la puerta, para que pudiese regresarla a su cama.

Su rutina era simple: La aguardaba despierto, dejaba que caminara sola hasta la puerta, y cuando llegaba a esta, él la tomaba en brazos. Luego, subía con ella mientras caía dormida en sus brazos y la arropaba de vuelta en su cama. 

Finalmente, y sólo entonces, Derek regresaba a dormir.

No obstante, esta noche sería distinto.

Su celular se encendió en una alarma silenciosa, informándole que las tres de la madrugada habían llegado, y entonces escuchó pasos.

Sarah bajó las escaleras con sus azules ojos perdidos en el frente, indicándole a Derek que nuevamente la chica caminaba dormida. 

La luz de la luna iluminaba el rostro de la morena, el cual estaba pálido al igual que todas las otras noches.

La puerta del loft, a diferencia de las semanas anteriores, se encontraba abierta. 

Derek buscaba saber si la chica sólo quería llegar a la puerta, o su subconsciente, deseoso de algo más, buscaba explorar fuera del lugar.

Los pasos lentos e inseguros de la chica salieron del hogar y comenzó a caminar fuera del loft.

Entonces, Derek se sorprendió y caminó tras ella, curioso. 

Con asombrosa precisión, la morena consiguió bajar las escaleras y adentrarse por la cuidad hasta el bosque.

Seguida por el Alfa, Sarah caminaba con total experticie por la frondosa reserva de Beacon Hills.

➊𝐅𝐫𝐚𝐠𝐢𝐥𝐞╢𝐓𝐄𝐄𝐍 𝐖𝐎𝐋𝐅Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon