SINOPSIS:
Sarah tiene toda la apariencia de chica normal de Beacon Hills, algo que claramente puede ponerse en duda.
Sonámbula por el bosque, algo la obliga a llegar siempre donde Derek Hale.
Por tanto, una vez atrapada en la red de problemas sobren...
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Sarah iba camino a la estación sintiendo absolutamente nada, como si tuviese un enorme vacío emocional. No había nada.
Había dejado a Isaac hacía unos veinte minutos sin mirar hacia atrás. Ella había ido por él a su casa, y cuando todo se había puesto feo, Isaac la había dejado ir sin ninguna palabra de despedida.
Estaba a mitad de camino, en el que sobre cuestionaba por todo, cuando se arrepintió de todo.
«¿Realmente iré a la estación como Derek ordenó, ignorando todo lo ocurre alrededor? ¡Claro que no!».
Sin embargo, igual lo hizo. Aunque al llegar allí, se sintió peor.
Isaac se había ido, Erica se había ido, también Boyd. ¿Qué clase de guarida de manada era la estación si ya no había una manada?
Extrañando a su mejor amigo recordó que hoy era el juego de lacrosse. Seguramente Stiles estaría ahí.
Convenciéndose a sí misma de que ir al juego, pues extrañaba enormemente a Stiles, tomó un taxi y fue a la escuela.
Ignorando su voz advirtiéndole que algo podía salir mal, se animó al saber que regresaría en algo a la "normalidad". Sin embargo, no era sólo eso.
Algo inconscientemente la impulsaba con todas sus fuerzas a ir a la escuela.
¿Instinto, tal vez?
Al llegar, vio como las gradas se llenaban de padres y estudiantes fanáticos. Miró a todas partes, pero Stiles no estaba ahí. De hecho, ninguno de los jugadores.
«En los vestidores».
Rápidamente, y sin dudar, la adolescente se dirigió allá para esperar a su amigo.
Cuando la puerta del vestidor de hombres estuvo frente a ella, aguardó afuera a que Stiles pasara por ahí.
No quería entrar descaradamente y pillarse con alguna sorpresa, y que luego la tachasen de que era pervertida.
Entonces, una voz la distrajo.
―¿Sarah? ―llamó la voz de una mujer, y la nombrada volteó.
―Melissa ―saludó la chica con una ligera sonrisa, recibiendo una de vuelta.
La última vez que Sarah había visto a Melissa fue en esa trágica noche en la estación de policía. Esa noche ella se había ido con Derek, y no había tenido noticias sobre si la mujer se encontraba bien.
Verla era una buena sorpresa.
―¿Qué haces acá? ―consultó Melissa, indicándole el vestidor de hombres.
―Espero a que Stiles salga. Quise venir a verlo, y esperaba verlo antes de que empezara el partido.
―Sí, yo espero a Scott ―agregó ella mientras asentía. Luego de un rato, preguntó―: ¿Cuánto crees que tarden allá adentro?
