Retirado.

4.7K 429 112
                                    

Tsuna corrió fuera de Nami-chū apenas el timbre sonó, su intuición le decía que algo poco agradable para él estaba a punto de suceder en su hogar y tenía deseos de saber de qué se trataba.

Nana lo recibió con los brazos abiertos una vez se manifestó en la entrada de la casa y le dio un fuerte abrazo, estaba demasiado alegre para el gusto del castaño. 

No le molestaba su alegría, sino la razón de esta.

— ¡Tuna! —la voz más odiable para el joven se oyó desde la cocina llegar hasta sus oídos y los pasos apresurados de su padre correr hacia él no tardaron en manifestarse.

 El ex-décimo esquivó al rubio ceniza que corría hacia él con desesperación y los brazos abiertos, el hombre terminó chocándose contra la pared.

— ¿Así es como le das la bienvenida a tu padre? —se quejó acariciando suavemente su cabeza.

El castaño rodó los ojos molesto.

— Así es como le doy la bienvenida al hombre que nos dejó por más de dos años —se excusó adentrándose en la cocina.

El castaño se sentó en la mesa para comer algo, tenía hambre y no era poca, además tendría que sacarle información a ese hombre de todas formas.

— ¿Qué es lo que haz venido a hacer? —preguntó.

— Lo mismo te digo, Tuna —respondió sentándose y llevándose algo de comer a la boca—. Yo oí que habías aceptado el cargo de décimo.

Eso hizo que Tsuna bajara la cabeza y Nana mirara con reproche a su esposo, mientras el pequeño conejito hacía manifestación de la tristeza y el dolor que sentía.

Intentó devolverlas dentro, pero fue en vano al recibir unos brazos cálidos rodearlo, quien resultó ser ese tipo que los había dejado por tanto tiempo. 

Echó a llorar en voz baja en el pecho de Iemitsu, él no sabía nada pero suponía que la tristeza se debía a algo sucedido en su ausencia.

— Me enteré hace poco que nunca fui el sucesor de Timoteo —respondió con dificultad a causa del llanto.

Sorprendió al resto que hiciera uso de su nombre para referirse a él, ya que lo veía como un abuelo, y no era por rencor, era todo lo contrario a esto.

— Yo me quedaré aquí a partir de ahora —introdujo el mayor—, me retiré y ya no formo parte de los asesores externos de Vongola.

Los ojos miel del joven comenzaron a brillar un poco, y una bella sonrisa iluminó su rostro. 

— Eso quiere decir, ¿que estarás con mamá y conmigo a partir de ahora? —preguntó, por más que sintiera todo el rencor del mundo sobre su padre era su familia y seguía queriéndolo.

Este asintió ilusionado porque podría mejorar la relación que tenía con su hijo y recuperar todos los años perdidos con su amada esposa.

La castaña se unió a la conversación con una gran sonrisa, y abrazó a sus dos hombres con el más protector cariño que sentía.

Podrían ser una familia feliz después de todo.

Ok, ok, no me maten. Yo quería que Tsu fuera feliz, un poco al menos. 

Es corto, pero no me peguen, por favor. Ahora hasta les tengo miedo. 

Y aviso que no pensaba publicarlo hoy porque soy malota, pero los comentarios me convencieron y como la inspiración me visitó lo hice.

Lo quiero, y le pediré ayuda a Reborn si intentan algo malo en mi contra ╥﹏╥

Me voy antes de que me tiren piedras —huye—


Tsuna, no eres el décimo Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum