La tercera batalla había dado comienzo, los espectadores estaban emocionados porque cada vez que avanzaban con los guardianes eran más fuertes e interesantes sus habilidades, así que lo esperaban con ansias.
Hime estaba lista, sostenía una espada de diamante con púas, la cual al toque lastimaba muy severamente al enemigo, y así lo sabían todos, pues la lluvia Vongola estaba muy herida, sosteniendo su espada con un sólo brazo pues el otro estaba demasiado herido.
Ella corrió hasta él para evitar el Shigure Soen Ryu que estaba preparando para hacer y lo golpeó en el estómago con la parte sin filo de la espada, haciendo que este se retorciera por el dolor.
Saltó en el aire y le pateó la cabeza en el trayecto de nuevo hacia el suelo, Takeshi logró apenas esquivar el golpe, pero a consecuencia lo rozó una de las púas, haciendo unos cortes por su ropa y rostro.
La lluvia Vongola golpeó bastante fuerte el costado de la mujer, logrando que esta soltara un pequeño quejido en voz baja, y se reincorporara rápidamente.
Yamamoto liberó a su caja-arma y comenzó a nivelar la situación, golpeándola y lastimándola bastante para su estado.
Tsuna comenzaba a preocuparse y estaba por intervenir, de no ser porque Hime recuperó sus fuerzas al curarse por completo con sus llamas y golpeó a Takeshi en la nuca bastante fuerte.
Él cayó inconsciente, mientras ella caía al suelo cansada y agitada, los demás se le acercaron, ellos sabían que su más grande deseo era no enfrentarse pero tenía que hacerlo.
Al anunciarse el nuevo punto para ellos y que Hiroyuki se enfadara más por ir en camino a la derrota absoluta, Tsunayoshi se vio venir que debería usar todo su poder adquirido para vencerlo.
Ciao.
Una pelea corta y más suave, pero bueno, intentó hacer esto rápido porque me siento algo agobiada al no terminar la hiatoria. Siento que si no lo hago ahora nunca jamás la acabaré y la eliminaré por completo.
No se extrañen si llega al final mañana u hoy incluso, no lo sé, pero bueno..
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Tsuna, no eres el décimo
同人小说«Las peores traiciones vienen de aquellos en quiénes más confiamos» Una vez más, Tsuna había decidido ignorar a esa voz en su cabeza, que generosamente quería evitar una tragedia próxima. Confiaba tanto en sus amigos que no podía esperarse de su par...