Ten de tu propia medicina.

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Pasados unos cinco minutos para la preparación de los siguientes, los otros dos se presentaron en la arena preparados para ganar a sus maneras.

René estaba lista para destrozar a Mukuro en plena lucha, y como ella tenía poder sobre las ilusiones  también no estaría en desventaja con ese punto de la batalla.

Los envolvió a ambos en una ilusión real, que estaba a un nivel superior al de la niebla Vongola, y se desapareció en una niebla espesa que el joven no podía percibir.

— Kufufu~ Quieres jugar con ilusiones, entonces hagámoslo —dijo burlón el hombre, haciendo uso de uno de sus  caminos infernales para percibirla en la niebla.

La chica se encontraba preparando sus armas para el ataque, el tridente de Mukuro se apareció en sus manos y ella hizo también aparición de una espada en sus manos, al parecer estaban bastante igualados.

— Combate cuerpo a cuerpo, inciemos...

Una sádica sonrisa se formó en sus labios al momento antes de desaparecer, dejando a un confundido peli-piña en medio de una ilusión boscosa.

Ella apareció detrás suyo por un milisegundo y pateó y golpeó múltiples veces su espalda con todas sus fuerzas, desapareciendo poco después de acabar.

El paisaje donde se encontraba cambió drásticamente a un espacio infernal, con fuego por los alrededores y el bosque estaba por completo en llamas, se extendían seis caminos frente a Mukuro.

Eligió el primero, donde vio su más grande pesadilla vivida en la historia para él, lo cual torturó su cordura.

Le costaba ver en esas condiciones la ilusión tan débil de la mujer, que seguía con esa gran sonrisa en el rostro, imborrable.

La tortura psicológica era mucho más divertida que cualquier otra ilusión o golpe, sin duda era toda una  sádica pero había sido entrenada por Phantom, qué esperaban.

Aprovechó la debilidad que sentía el joven en esos momentos, pues su tridente había desaparecido por  completo y ella aún tenía su espada en mano y sus habilidades físicas para destrozarlo mientras se distraía gritando de sufrimiento y dolor.

Hizo cuatro cortes en la espalda del hombre, desgarrando sus ropajes y continuó golpeando su rostro, extremidades y creando nuevas heridas mientras los gritos no paraban de escapar del Vongola.

Finalmente ella deshizo todas las ilusiones y torturas, desapareció su espada y dejó al hombre caer al suelo destrozado y sangrando, el mayor daño era por la tortura, lo demás no dolería por mucho más de unos días.

Sonrió a su lobo caja-arma a su lado y abrió la misma para adentrarlo a este nuevamente.

Los espectadores estaban destrozados, eran como demonios con sed de sangre, pero no podían culpar a nadie por tener ese poder.

— Segundo punto para la familia abedelli.

Tsuna y los demás se retiraron tras dejar a Rokudo en manos de Ryohei para que lo curara antes de la siguiente pelea.

Ciao.

Escribí una pelea bastante buena, sin duda una de las mejores que he escrito.

Estuve planteando que los Abedelli perdieran ciertas luchas, pero preferí que demostraran su poder y se armara salseo.

Tengo casi todas las ideas en cabeza, veré si acabo las peleas hoy y me libero para los últimos capítulos.

Tsuna, no eres el décimo Where stories live. Discover now