Inesperado.

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El castaño abrió los ojos después de tanto descanso, se encontraba recostado en una camilla de hospital con las sábanas cubriendo la mayor parte de su cuello.

Sus guardianes estaban esparcidos por la habitación, Robby descansaba sobre almohadas apiladas a un costado del lugar, la mayoría de las chicas dormían pacíficamente sobre unos colchones que supuso les habían cedido por tanta insistencia en quedarse a cuidarlo, Gloria estaba dormida en una silla de plástico a su lado, con la cabeza en su regazo; Phantom estaba sentado en el borde de la ventana, dormido bajo la sombra de su capucha.

Él sonrió inconscientemente, tenía personas buenas que lo apreciaban por encima de todo y algunos que tenían sus razones para admirarlo incluso.

El cielo bostezó aún agotado por tanto escándalo, aunque admitía que ansiaba saber qué era lo que lo había hecho toser de esa forma y aquel malestar tan repentino, pero su intuición le decía que ciertos conocidos suyos tenían algo que ver con eso.

Sus fuertes sospechas las confirmaría al despertar su tutor y los demás, aunque posiblemente, conociendo al espartano, se lo diría rápidamente luego de despertarse porque así era y también sabía que no resistía el contar un secreto.

— Al fin te despiertas, Baka-Tsuna —escuchó su peculiar voz calmada y sus pasos lentos acercarse a su posición, arrastrando una silla sin hacer mucho ruido y depositándola cerca de la camilla para hablarle—, no tienes idea de lo que me ha costado tranquilizar a estas fieras.

Miró a los bellos durmientes con una sonrisa llena de malicia, tenía un malvado plan en mente para la venganza, pero decidió tomarla después de dar las tan merecidas explicaciones a su pupilo.

Tsunayoshi le exigió información con una simple mirada severa que lo decía todo, Phantom suspiró, seguía siendo un libro abierto -lo cual era una gran desventaja para la mafia-, estaba considerando el hecho de volver a darle un entrenamiento más disciplinario que el anterior.

— Algo afectó tus órganos internos, se formó una hemorragia incontrolable en tus internos y eso causó la tos con sangre —comenzó a explicar, señalando una historia clínica sobre la mesita de al lado, el joven se asustó por esa noticia—. Por suerte pudieron controlarla en una cirugía de emergencia, eres muy afortunado Baka-Tsuna...

El castaño suspiró más tranquilo, dejando ir el oxígeno que no sabía en qué momento había comenzado a retener en sus pulmones.

Eso explicaba el más suave dolor muscular, y las vendas cubriendo ciertas partes de su cuerpo, parecía que eran las heridas más fuertes de ver y por eso estaban cubiertas.

Su conversación era tan silenciosa que nadie se había despertado aún, siendo esta la intención de ambos; del demonio porque si se despertaban no podría llevar a cabo su pequeña venganza por todo el escándalo que habían ocasionado bajo sus órdenes y el castaño porque seguramente lo torturarían a preguntas e intentos por ayudarlo de cualquier forma. Eran pesados cuando así lo querían.

De pronto una presencia muy conocida para el castaño y su compañía se sintió, tenía un aura bastante fuerte, pero no tan aterradora y poderosa como la de su tutor actual.

Tsunayoshi se sorprendió por ver a aquel bebé presente, aquel al que había estado dedicándole pensamientos llenos de preocupación por su desaparición, no podía odiarlo después de todo lo que había hecho, ya que si fuera mentira o no él atesoraba esas experiencias a su lado.

— Reborn, no esperaba volver a verte—sonrió con malicia el mayor, mostrando su arma en la mano.

Sin saber cómo, el Hitman comenzó a temblar.

Sawada se sorprendió y no tenía intención de ocultarlo, no era muy común para él verlo de esa forma.

— Han pasado años —el asesino sonrió con nerviosismo, su entrada triunfal se había ido por la borda, ya que su ex-alumno lo había visto temblar y ni mencionemos su orgullo, uf, estaba por los suelos—. Me enteré de que ahora eres la tutora de Dame-Tsuna.

Ella asintió: — Antes de que hagas una de tus estúpidas preguntas, yo fui su tutora por mucho tiempo —respondió antes de que el castaño pudiera siquiera formular palabras coherentes.

Reborn chasqueó la lengua algo molesto, no era necesario ese detalle.

— En fin, ¿qué haz venido a hacer? —preguntó Tsuna—. Te tragaste tu orgullo completamente al dar la cara aquí, Reborn.

El azabache bufó con molestia notoria, intentó darle una patada a su ex-alumno pero este la esquivó sin ningún esfuerzo.

Las cosas se ponían interesantes, eso creía Sawada.

Ciao.

Triple actualización, soy tan buena persona~
Bueno, en realidad lo hice para que no me dispararan con sus armas.

Tsu no va a morir, por lo menos no en esta historia 7u7, okno xD

Reborn dio la cara, wow, ¿qué pasará? ¿Quién sabe? Porque yo no..

Y sí, Phantom es una chica, de supuestos dieciocho años, yo no diré más, revelaré cosas sobre ella en un especial que estoy planeando. Tendrán que esperar~

Sís, edité esto porque habían errores.


Tsuna, no eres el décimo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora