;; TrEcE ;;

111K 7K 1K
                                    


Estoy aburrida y por eso hago tantos.

Abrí los ojos cómo platos, el nombre del club en grandes y luminosas letras estaba justo sobre el edificio.

- Cierra la boca preciosa, que hay mosquitos. –volteé hacia Max algo emocionada y el sonrió. La fila no era tan larga por lo que entramos rápidamente y mi identificación falsa fue realmente creíble. – Ven, voy a presentarte a mis amigos.

Él tiró de mí hasta un grupo de chicos que parecían de su misma edad. Había dos chicos rubios, uno pelinegro y tres chicas, una morena, otra morena teñida de rubio y una pelirroja. No, no era Cassey gracias a Dios.

- Austin y Jeremy. –señaló a los dos rubios, los cuáles me saludaron con una sonrisa. – Aaron. –señaló al moreno y él me guiñó un ojo para luego llevarse un vaso a la boca. – Amelia. –la teñida. – Maisie. –la morena. – Danna. –y ahora la pelirroja que me sonrió ampliamente. – Ella es Elizabeth, pero prefiere Lizzy porque si no te golpeará.

Le di un golpe en el hombro y el soltó un quejido. - ¿Ven de lo que hablo?...

Las tres chicas me sonrieron y me tomaron de la mano para arrastrarme hacia la pista de baile, mucho mejor que la de la casa de Ryan. Las luces iluminaban los rostros de ellas, que parecían divertirse. Pude notar los movimientos ridículos de Maisie, pero ella estaba disfrutando y supongo que eso era lo importante en ese momento. Amelia comenzó a bailar junto a mí y reí, tenía un buen sentido del humor. Las tres me habían caído bien.

- Chicas, iré a retocarme. ¿Me acompañan? –habló Danna y todas asentimos.

Que las mujeres vayan juntas al baño es ley.

Aproveché que todas estaban retocando su maquillaje para sacar mi teléfono.

<<¿Qué sucedió?>>

<<¿Por qué te fuiste?>>>

<<Oh, Ryan me lo contó>>

<<VOY A MATAR A ESE MALDITO>>

<<Pero primero a ti, ¿cómo se te ocurre dejarme sola en una fiesta?>>

<<Aquí se termina nuestra amistad>>

<<No, no es cierto. Pero no vuelvas a hacerlo>>

<<¿QUIÉN ES ESA "MAISIE" PORQUE TE HAS SACADO UNA FOTO CON ELLA TE HA ETIQUETADO Y... AGHJAHUINA>>

<<TE FUISTE A UN CLUB PARA MAYORES DE EDAD Y NO ME DIJISTE>>

<<ESO SI ES DOLOROSO>>

Tecleé rápidamente un <<Te contaré todo>> antes de que volviéramos a la pista. Ellas continuaron bailando pero mis pies comenzaron a doler así que me senté en uno de los taburetes de la barra, quitándome mis converse de tacón y masajeando la planta de mis pies.

- ¿Quieres algo, hermosura? –volteé alzando las cejas hacia el chico que preparaba los tragos.

Ojos lindos, rostro lindo, cabello lindo.

Mi corazón ha caído de nuevo.

- Amm... no, gracias. –sonreí y continué masajeando mis pies.

- ¿Estás segura? –volví a asentir, mirándolo algo raro. Él se encogió de hombros y se recostó en la barra. - ¿Estás sola? No me importaría salir un rato de aquí para ir al sector VIP. –señaló las escaleras de arriba.

- ¿Qué dices? –lo miré, confundida. Él rodó los ojos y luego me miró de nuevo.

- Me refiero... -comenzó a pasar sus brazos por mi brazo lentamente. – A divertirnos. –susurró en mi oído y me estremecí.

Vaya, ya entendí.

- Oye, no... -balbuceé.

- Aléjate, Foster. –el chico rodó los ojos ante lo que dijo Max, volviendo a la parte de atrás de la barra, sólo para el personal. - ¿Te estaba molestando? –me encogí de hombros y el dirigió su vista a mis pies. - ¿Quieres que volvamos? –preguntó.

- No quiero irme aún. –hice un pequeño puchero y él sonrió.

- Bien, pero no nos quedaremos mucho más. –asentí y le di un pequeño abrazo en forma de agradecimiento.

Bajé de la barra y me metí de nuevo entre la masa de personas bailando en la pista de baile, olía a sudor y alcohol. Pero ignoré eso y continué moviéndome hasta que choqué contra un pecho.

Max estaba frente a mí, sosteniéndome de la cintura para que no me cayera hacia atrás.

- ¿Estás bien? 

Le oí preguntar sobre la música y asentí con la cabeza, inevitablemente dirigiendo mi vista hacia su boca. Sus labios carnosos y rosados, los cuáles relamió. Inconscientemente acerqué mi boca a la suya, quería besarlo. Sus labios estaban llamándome, gritándome que los devorara cómo nunca antes había besado a alguien. Pero no llegué a hacerlo, Max sacudió su cabeza y golpeó su frente contra la mía.

Solté un quejido, tocándome el lugar afectado. Él me susurró un "Lo siento" y luego se sentó en la barra. 

Continué bailando el tiempo que nos quedaba, que no era mucho.

Una hora y media después estábamos subiéndonos a su camioneta.

- Eso fue genial. –dije, mirándolo y él sonrió. –Volveremos muchas más veces. –me guiñó un ojo y agradecí estar sentada. Mis piernas se aflojarían sino fuera así.

Niñero. [editando]Where stories live. Discover now