;; VeInTiNuEvE ;;

101K 6.1K 746
                                    


- Entonces... ¿son novios en secreto? –habló Helena y yo asentí con la cabeza. - ¿Tu mamá lo sabe?

Suspiré y me tomé el puente de la nariz.

- ¿Qué parte de "secreta" no entra en tu cabeza? –dije algo alterada, golpeando mi sien con mi dedo índice. Ella me miró raro y luego se encogió de hombros, volviendo su vista a su celular y sonriendo cómo una idiota.

Sabía que estaba hablando con Josh pero preferí no mencionar nada del tema, o debería contarle que sigo hablándome con Malcom a pesar de que me dejó por su Jamie.

Yo lo dejé por mi niñero.

Salí de la habitación sin ser vista por Helena, puesto que seguía con la nariz en su teléfono y parecía estar embobada, sabía que Josh era un buen chico así que no actuaría cómo una mejor amiga psicópata y celosa sólo por eso.

¿Qué? Uno no sabe qué clase de patanes e idiotas habrá allí fuera, debes cuidar a tu mejor amiga de que su corazón no salga roto. Especialmente si es una Helena, tonta, crédula y fácil de convencer.

Espero que ella nunca lea esto.

Caminé hasta la habitación de Olivia puesto que escuché un grito, no me sorprendió verla pegada a la Tablet que le habían regalado por su cumpleaños número once y viendo sus ponys raros. Cerré la puerta de nuevo y caminé hasta dónde Tyler estaba, mi hermano simplemente estaba leyendo un libro de Harry Potter, mientras oía música en su nuevo Mp3.

Ya nadie usa esas cosas.

Escuché gritos de guerra y llevé mi vista hasta el pasillo, Mike tenía un calzoncillo de Spiderman en su cabeza, mientras Kyle lo perseguía con uno de Batman cubriéndole parte de la vista.

Acaba de tropezar y darse la cara con el primer escalón.

Reí inevitablemente y Mike también lo hizo, acercándose a Kyle y ayudándolo a levantarse para continuar corriendo.

- Nos vemos luego. –sentí un beso en mi mejilla y miré raro a Helena. – Josh dijo que vendría por mí, adiós. –volvió a besarme la misma mejilla y corrió escaleras abajo. Salió por la puerta y vi por la ventana cómo caminaba hasta que yo la perdiera de vista.

Caminé hasta la cocina y Max estaba allí, limpiando la encimera con un trapo. Lo abracé por detrás y le di un beso en la mejilla, apoyando mi rostro en su pecho.

- Hola Lizzy. –sonreí y me abracé más a su cuerpo, sintiendo cómo me abrazaba por la cintura. – Ey, ¿qué sucede?

- ¿Ya te había dicho cuánto me gustas? –dije, levantando la vista y pudiendo ser testigo de cómo sus mejillas se tiñeron de rojo. Y cómo hizo una pequeña, nerviosa y tierna sonrisa que me hizo casi gritar de la emoción.

- A mi también me gustas, preciosa. –me tomó de los hombros para pegar nuestros labios.

Niñero. [editando]Where stories live. Discover now