;; CiNcUeNtA y CuAtRo ;;

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El primer día de clases me desperté por dos razones.

Una, Toby había encontrado que mi nariz era un muy buen juguete y no paraba de tocarme con su manita.

Y dos, Max estaba golpeando dos sartenes en el pasillo de la habitación.

Sí, cómo cuándo apenas había llegado a esta casa.

Claramente me levanté sobresaltada, asustando también a Toby y provocando que él hiciera un pequeño y tierno puchero.

- ¡Lo siento bebé! –dije, tomándolo en brazos y dándole un pequeño abrazo. Escuché sus risitas y lo bajé de nuevo.

Luego de estar unos cinco minutos en el baño, haciendo mis necesidades y mi maquillaje, salí del cuarto de baño para ir a mi armario. Nada nuevo, una falda negra, una blusa blanca y mis converse.

Tomé a Toby en brazos, él aún llevaba su pijama pero no importaba, puesto que estaría todo el día dentro, con Max y Bonnie.

¿Sabían que Max se graduó de la secundaria a los catorce años?

Yo tampoco.

¿Sabían que Max terminó su carrera de la universidad a los diecisiete?

No, yo tampoco.

¡Tengo un novio caliente e inteligente!

Ese tipo de cosas no se encuentran en todos lados, no hoy en día.

Coloqué a Toby en la sillita que Max y yo le habíamos comprado, lo suficiente alejado de Bonnie, puesto que mi hermana lo odiaba. Bueno, no lo odiaba, pero siempre que lo molestaba terminaba por hacerle daño.

- Buenos días. –dije, entrando a la cocina y dándole un pequeño beso a Max en los labios. Él sonrió, mientras continuaba preparando los huevos y el tocino.

- ¡Fiuu! –le escuché silbar. – Lindas piernas, Lizzy.

Rodé los ojos y volví a besarlo, ahora pasando mis brazos por su cuello y sintiendo cómo sus brazos se entrelazaban alrededor de mi cintura. Si no hubiera sido por los balbuceos provenientes del comedor, no nos hubiéramos separado.

Tomé el biberón de Toby y me acerqué a él, tendiéndoselo. Toby de inmediato comenzó a beberlo.

En el mismo momento que el desayuno fue servido, todos mis hermanos (por orden de edad) bajaron las escaleras, cómo si el olor a tocino los llamara. C

Tyler se sentó y acomodó cómo todo un señor, Olivia simplemente se sentó y comenzó a comer cómo si de un cerdo se tratara, Mike y Kyle estaban tan somnolientos que tardaron unos segundos en descubrir que su desayuno estaba delante de sus rostros.

Una vez todos desayunamos y tomamos nuestras cosas, nos metimos dentro del coche de mamá, ese tan grande. Antes de bajar en la escuela, me despedí de Max con un beso en los labios y un beso en la regordeta mejilla de Toby.

- L-Lizzy... -volteé al escuchar la aniñada voz del pequeño rubio, él estaba extendiendo los brazos hacia mí.

- No puedo quedarme. –dije y le di un beso en la frente. – Prometo que apenas llegué, estaré contigo, ¿sí?

Él asintió con la cabeza y le hice cosquillas antes de salirme, luego de otro beso a Max.

Lo normal en un primer día, gente gritando, chillando y reencontrándose, algunas parejas besándose cómo sino existiese un mañana, los nerds siendo los nerds, los populares siendo idiotas...

Lo normal en toda escuela.

Sólo que, ahora estaba en mi último año.

La campana sonó unos minutos luego de que yo acomodara mis libros en mi casillero y recogiera mí horario, suspiré y me aferré a los tirantes de mi mochila.

Helena me había traicionado, aún no llegaba.

Primera clase, historia.

La profesora comenzó a hablar de que era nuestro último año y debíamos preocuparnos más que ningún otro, también deberíamos comenzar a elegir nuestra carrera universitaria y todo eso.

Vamos, la charla que todos los profesores dan. Y la charla que ningún alumno quiere oír.

No entiendo cómo Max la soportó. Por cierto, él estudió negocios.

O eso me dijo.

En realidad, toda palabra que salía de la boca de la profesora Hudson, se oía cómo un eco. Yo tenía mi vista fija en la puerta del salón, esperando que en algún momento mi estúpida mejor amiga entrara sigilosamente, para arruinarlo con un grito y que la regañaran.

Sucedió, y a la que regañaron fue a mí.

¡Genial, he hecho el ridículo en mi primer día de escuela!

;; ;; ;;

Pasemos la parte de todas las clases, porque todas me han dejado tarea. Y porque han sido muy difíciles de sobrevivir puesto que anoche no he dormido del todo bien.

La campana que daba finalización a clases sonó cómo las arpas del cielo, cómo si de un milagro se tratara. Y al parecer no fui la única que pensó eso, gritos de emoción o suspiros de alivio llenaron el salón de arte.

Pobre profesora Niffer.

Luego de tomar todas mis cosas, salí del edificio. Mi mejor amiga se despidió con un beso en la mejilla, corriendo para subir al auto de Josh, al parecer las cosas entre ellos había mejorado y Dan no había tenido importancia alguna.

O tal vez sólo están tratando de ocultar algo.

Escuché un claxon y sacudí la cabeza, saliendo de trance. Max estaba sonriendo desde el coche de mamá, subí y pegué mis labios a los suyos, moviéndolos perezosamente y escuchando los reproches de mí hermano Tyler.

- ¡Toby! –dije, tomando su pequeña manita y haciéndolo reír.

Una vez llegamos a la casa, los bufidos de mis hermanos resonaron por todo el lugar, Mike soltó su mochila y comenzó a subir las escaleras arrastrándose. Olivia ni siquiera las subió, se quedó abajo con Tyler y Bonnie.

Me encantaría poder hacer lo mismo, pero debo estar con Toby.

Y tenía tarea.

Pero no importa.

- Esta vez la pasaré. –dijo Max y me besó la cabeza, sonreí tontamente.

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Niñero. [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora