;; TrEiNtA y OcHo ;;

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NIÑERO ESTÁ N #45 DE NOVELA JUVENIL AAHHH


Helena me sonrió antes de darme un pequeño abrazo. No nos veíamos desde que yo me había ido de vacaciones y según su reacción, uno: me había extrañado. O, dos: quería algo.

- ¡Te extrañé mucho! –gritó ella y luego volvió a abrazarme, enarqué una ceja. Helena exactamente no era la persona más cariñosa del mundo a pesar de ser un terroncito de azúcar. La vi separarse y jugar con los dedos nerviosamente.

Bien, al parecer era la segunda opción.

Que buena mejor amiga tienes, Elizabeth.

- ¿Qué es lo que quieres? –pregunté, cruzando mis brazos. Ella suspiró, algo aliviada y algo frustrada.

- Necesito que salgas con Malcom. –enarqué una ceja. – O no lo sé, sácalo de la casa y tráelo aquí pero... -volvió a suspirar, pude ver cómo sus mejillas se pusieron rojas. – Josh y yo queremos un tiempo a solas.

Abrí los ojos cómo platos, ¿en serio harían "eso"?

Aunque, tenemos dieciséis, supongo que es algo normal.

Aparté esos pensamientos de Max y yo haciendo "eso" al sacudir mi cabeza. Ya había tenido bastante en el cuarto del hotel durante la estadía allí.

- ¿Y bien? –rodé los ojos y suspiré antes de asentir. - ¡Bien, nos vem-...! –la tomé de la mano antes de que se fuera y me miró raro.

- Tienes que explicarle a MI novio porque Malcom, persona a quién ODIA, vendrá a la casa a pasar tiempo conmigo. –ella pasó saliva. – Dile que quieres hacer cositas con tu novio y no puedes hacerlo si la casa no están desocupada.

Luego de hacer sufrir a Helena, haciéndola explicarle toda a Max, dejé que ella se fuera con las mejillas hirviendo y pareciendo un tomate.

Le sonreí a Max, sintiendo cómo me tomaba de la cintura.

- ¿No tendré que ponerme celoso, cierto? –preguntó, dándole un pequeño apretón a mi cintura con su mano.

- No lo sé, tal vez te moleste un poco. –dije, sonriendo juguetona y poniendo mis brazos alrededor de su cuello. –Me gusta cuándo eres celoso.

Una ronca risa trepó por su garganta y atrapó mi labio inferior entre sus dientes.

- Jmm, no te conocía de esa manera. –acaricié su cabello. – Te gusta que sea posesivo contigo, Lizzy. –asentí, soltando un pequeño jadeo al notar la cercanía. Quería besarlo, ya. – Y a mí me gusta serlo.

Pegó nuestras bocas y no contuve ni un poco de todo el deseo que tenía, pasmándolo en ese beso y la forma desesperada en la que correspondía y revolvía su cabello. Pude notar que Max estaba igual que yo porque sus manos estaban inquietas en mi cintura y movía sus labios rápidamente, mordiendo mi labio sólo por el frenesí del beso. Nos separamos para tomar aire y él juntó nuestras frentes, susurrando palabras bonitas y haciéndome sonreír.

;; ;; ;;

Un poco más tarde, Malcom llegó a la casa y Max me abrazó por los hombros, preguntando si queríamos algo para beber.

Parecía que mi casa era cómo una cafetería, porque Malcom le pidió un té helado, y a regañadientes Max se lo preparó. Yo simplemente tomé el batido que había preparado en la mañana junto con algunos pastelitos.

- ¿Qué tal te va con Jamie? –pregunté, poniendo mi mano sobre la suya. - ¿Ya están mejor?

Malcom suspiró tristemente y tomó mi mano.

- Genial, pero... -me miró. –La verdad es que lo siento, por haber salido contigo sólo para usarte. –pude ver por el rabillo del ojo cómo Max alzaba una ceja, mirándonos. – "Salir" porque ni siquiera te besé. –reí un poco.

- No te preocupes, lo he hecho. –bromeé, mirando a Max, él fingió ofenderse y rio ligeramente. – Está bien, Malcom.

Él sonrió y tomó mi mano para besar el dorso de ésta a lo que lo miré raro, sonrojándome un poco. Luego se inclinó sobre la mesa para plantar un beso en mi frente. Cuándo estaba por ir a mi mejilla derecha, Max se interpuso y me jaló del brazo.

- Disculpa. –al estar de espaldas, Malcom no pudo ver que nos metimos en la despensa y lo miré raro. – O le dices a tu amiguito que pare con los cariñitos o lo golpearé.

- Max, cálmate. –dije en tono aburrido. Ya me lo veía venir.

- ¿Calmarme? Está a los mimitos contigo y tiene novia. –aguanté la risa. – Eso no se hace, pobre chica.

- Max... -él alzó una ceja, en señal de que estaba escuchándome. – Jamie es un chico. –se aclaró la garganta y me miró.

- ¿Es gay? –preguntó, algo incrédulo.

- Es bisexual. –me encogí de hombros y el volvió a fruncir el ceño. – Y está feliz con su novio, no te preocupes. –le acaricié la mejilla y él sonrió levemente.

- No quiero que me la quiten. –dijo, refiriéndose a mí. Envolvió sus brazos alrededor de mi cuerpo y sonreí, sintiendo el calor que él emanaba y disfrutando la sensación de estar apoyada en su pecho, rodeada por sus brazos.

Salimos de la despensa unos minutos después de besos, Malcom estaba bebiendo despreocupadamente su té helado mientras hablaba con Olivia de sus ponys. Me encogí de hombros, uniéndome a la conversación.

Vg;cS

Niñero. [editando]Where stories live. Discover now