Niñero. [editando]

;; DiEcIoChO ;;

Jadeé cuándo vi cómo Max se posicionaba encima de mí para comenzar a besar mi cuello mientras apretaba mi cintura. Puse mis brazos alrededor de su cuello mientras sentía cómo sus labios mordisqueaban toda la piel de mi cuello, dejando marcas y lamidas.

Sentí cómo sus manos iban a mi blusa y la quitaba rápidamente al igual que yo hice con su camisa. Me sentó en sus piernas y comenzó a besarme, le mordí el labio mientras sentía cómo desabrochaba mi sujetador.

Y desperté.

Mi almohada estaba llena de babas y yo tenía la boca allí.

Había tenido un sueño casi-húmedo con Max.

¿¡POR QUÉ CON ÉL?!

Pues porque está malditamente bueno, Dios.

Me levanté de un salto de la cama y me metí al baño, lavándome la cara tratando de espabilarme para luego proseguir a cepillar mis dientes.

Me amarré el cabello en un moño despeinado y luego fui a mi armario, me coloqué unos shorts rosas de tela, una playera sin mangas, blanca y mis deportivas –aunque no pensaba hacer nada de deporte – bajé las escaleras. Max estaba subiéndolas.

- No creí que fueras a levantarte por ti misma. –me dijo y besó mi frente. - ¿Qué te sucedió?

- Tuve una pesadilla –dije, encogiéndome de hombros.

Ese sueño es el mismísimo paraíso, no una pesadilla.

- Oh... -me acarició el cabello. – Bien, el desayuno está listo. Ve a servirte. –volvió a besarme la frente y bajé las escaleras.

Saqué la jarra con jugo de naranja exprimido y lo coloqué sobre la mesa. Tyler bajó las escaleras mientras se tallaba los ojos. Olivia bajó arrastrando un peluche. Mike bajó corriendo y tropezó. Vi a Kyle rodar por las escaleras hasta que tocó el suelo.

No, Kyle no es normal.

Y luego Max bajó con Bonnie en brazos, la bebé estaba bostezando y luchando por mantener sus ojos abiertos.

- Iremos de compras hoy, mejor prepárense. –dijo Max y yo recordé que saldría con Malcom.

- M-Max. –tiré de su camisa y él se volteó con una sonrisa.

- Dime, Lizzy. –le tendió el biberón a Bonnie y ella comenzó a beberlo rápidamente.

- Iré a una cita con Malcom hoy... ¿puedo? –pregunté y su sonrisa se borró. Me sentí algo mal por ser la causante de eso.

- Oh, claro. –se encogió de hombros. – Compraré helado para ti también.

- No te molestes, va a derretirse. –dije, quitándole importancia. Él suspiró.

- ¿Él vendrá por ti? –pude notar que de repente su tono era más cortante. Estaba celoso.

- A-así es. –asentí con la cabeza y él se volteó.

- Bien. –volteó a mirarme y su ceño estaba fruncido. – Que te diviertas.

Desayuné, sintiendo su mirada sobre mí. ˾3