One-Shots Inazuma Eleven e Inazuma Eleven GO

Jude Sharp - Nada es suficiente

Esto de estar encerrada en mi habitación porque el entrenador no nos deja salir de ella es lo peor que nos puede pasar. Encima son casi 3 días los que hay que estar aquí, y esto no había hecho más que empezar. Algunos de los chicos trataban de escaparse pero en vano, y yo, para matar el tiempo, cogí la almohada de mi cama y me senté fuera en el pasillo para oír a los chicos rogando que les dejara entrenar. Yo quería, pero iba a ser inútil bajar esas escaleras para luego subirlas, así que me quedé allí, viendo a los chicos saliendo y entrando.

—Es inútil, Sharp —le dije, al verle salir. Mi habitación estaba frente a la suya y era la primera vez que lo veía salir.

—Necesito entrenar. No puedo quedarme en mi cuarto mirando el techo teniendo en 3 días un partido contra Australia, los Big Waves.

—Seguid intentándolo —rezongué, posando mis manos sobre la cabeza, para acomodarme en la pared—. Créeme, Mark ha subido esas escaleras más de 5 veces.

Jude se encogió de hombros y en ese mismo instante, Nathan se asomaba a la puerta y Mark también.

—¡Yo no aguanto! ¡Quiero jugar al fútbol! —rezongó Mark, mirándome—. ¿Y tú por qué no haces nada?

—Mark, como sigas bajando y subiendo esas escaleras te las vas a aprender de memoria. Si el entrenador no quiere que entrenemos, por alguna razón será.

—¡Me da igual! —se quejó Mark, nervioso—. Yo quiero entrenar.

Los tres bajaron las escaleras y al minuto volvieron arriba, enfadados. Jude me miró y se quedó pensativo, mientras los otros dos seguían quejándose.

—¿Te ciega mi belleza? —le pregunté, alzando una ceja.

Jude sonrió y cogió sitio a mi lado, en el suelo.

—Que sobradita vas, Scarlett —dijo, atrayendo sus piernas al pecho.

—Nah, era broma —sentencié, sonriendo—. Es que te habías quedado ensimismado mirándome...

—Porque me distraes —dijo, acomodándose un poco—. Siempre lo haces.

—Pues no me mires —espeté, agachando la mirada.

—Es que ese es el problema —respondió—, cuando estoy en el campo tratando de ser el buen estratega que soy —solté un suspiro por el ego de Jude que empezó a rodearnos—, te cruzas y me distraes. Y no sé porque me entretienes.

—Porque eres tonto, por eso te distraes —contesté, mientras me quitaba la chaqueta del chándal.

Últimamente Jude trataba de ligar conmigo. Sí, así, tal cuál. Lo hacía de una manera sutil y casi imperceptible, pero yo ya me iba dando un poco de cuenta, y por eso le solté lo de "mi belleza", que siendo sincera era poca. También le pillaba a veces en los entrenamientos mirándome, pero apartaba la vista en cuanto le miraba yo a él. Incluso aunque tuviera puestas las gafas, sabía perfectamente que tenía la mirada fijada en mí.

—¿Tonto? —dijo, sonriendo—. No creo. Si fuera tonto, no sería capaz de...

—De encontrar una táctica, lo sé. Cállate, crédulo —contesté.

Jude volvió a moverse un poco, pero era para levantarse.

—No me voy a quedar aquí para ver a estos de aquí para allá —dijo, frente a mí. Yo tuve que alzar algo más la cabeza para mirarle directamente a la cara—. Me voy a mi habitación.

—Vale —respondí, encogiéndome de hombros—. Yo me quedo.

—Si quieres algo, por un casual... —empezó a decir, mientras se giraba enérgicamente y se atusaba la capa—, estaré aquí, esperándote.