Obsesión || L.s || TERMINADA

• CAPÍTULO 27: Noche perfecta •

Louis al salir de bañarse, se apresuró a cambiarse y arreglarse, caminó hacia el espejo largo que estaba junto a la ventana para asegurarse de que le quedará bien lo que traía puesto.

Al mirarse sonrío con picardía mordiendo su labio inferior, sólo de pensar en la reacción que provocaría en Harry cuando se diera cuenta que no llevaba ropa interior.

Definitivamente se iba a llevar una muy agradable y tentadora sorpresa.

Cepilló su cabello, después lo arregló un poco, se miró por segunda vez en el espejo y antes de salir se puso un poco de loción.

Al llegar a la cocina cuando miró las fresas con chocolate y la nieve de galleta, sintió demasiado apetito, estaba apuntó de acercarse para tomar una fresa.

Cuando de pronto, Harry lo sorprende abrazándolo por la cintura, dejando un camino de besos por todo su cuello.

Inclinó su cabeza a un lado para que tuviera más acceso a él.

Sentía como su piel se erizaba de poco en poco, con cada beso que le daba.

- Te ves tan precioso con mi sudadera -dice Harry acariciando su abdomen por dejabo de la sudadera- Y hueles demasiado bien bebé.

Louis pasó saliva nervioso, no sabía que decir, en ese momento no podía pensar en otra cosa que no fuera en las caricias que Harry le estaba haciendo.

Harry soltó un gruñido suave al sentir que Louis no llevaba ropa interior, sonrió con picardía y habló nuevamente.

- ¿Recuerdas que te dije que en la cabaña, no podrías detenerme? -dice metiendo la punta de sus dedos, por debajo del borde de su pans.

Louis mordiendo su labio inferior, tomó la mano de Harry para detenerlo y sólo asintió.

- Me alegra que lo recuerdes bonito, porque cuando salga de bañarme y terminemos de cenar, no tendrás escapatoria.

Con agilidad Harry se alejó de Louis, caminando directamente hacia la habitación.

Louis se recargó en la pared por algunos segundos para controlarse un poco, su respiración comenzaba a agitarse, necesitaba tranquilizar sus emociones.

Al lograr hacerlo, caminó hacia la mesa dónde estaban las fresas y esta vez sin ningún impedimento tomó una.

Caminó hacia la sala para llamarle a Jay, apenas llevaba unas horas sin estar con ella, y ya la extrañaba demasiado.

Marcó el número de su casa con rapidez y esperó un momento.

- ¿Hola?

Sonrió rodando los ojos al escuchar la voz de Liam.

- ¡Hola gordito!

- ¡Así que eres tú enano! ¡No quiero hablar contigo, cuelga!

- ¿Ahora que mosco te picó?

- ¿Todavía lo preguntas? Eres el peor amigo del mundo, me cambiaste por una Jirafa y además ni siquiera fuiste bueno para despedirte.

Louis alejó un poco el teléfono para soltar una carcajada, no podía creer que Liam estuviera celoso.

- Li, no empieces de celoso, sabes que jamás te cambiaré por nadie y sino me despedí fue por tu culpa, ¿Quién te manda a que te vayas cuando yo me voy?

- Si claro, siempre me culpas a mi de todo -dice molestó y con indignación- Cuando vuelvas ya no habrá más gordito para ti.