• EPÍLOGO •

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Este era un día muy importante y especial para la familia Tomlinson Styles, su pequeña Darcy cumplía 4 años, sin embargo no podían evitar sentirse tristes, en esta fecha porque a veces querían evitar que siguiera creciendo, les parecía que lo estaba haciendo demasiado rápido y si pudieran harían cualquier cosa por hacer que se quedara tan pequeñita como la primera vez que la sostuvieron entre sus brazos, pero eso era algo imposible, porque crecer es parte de la vida.

Louis estaba a punto de perder la poca paciencia que le quedaba, la cocina en verdad no era lo suyo y todavía le faltaba hornear un pastel de chocolate y hacer las gelatinas de limón que tanto le gustaban a su bebé, pero cuando escucho el grito de emoción que dio su pequeña Darcy, supo al instante que su hermoso esposo había llegado a casa, una gran sonrisa se fue formando en sus labios logrando quitar por completo todo su estrés como por arte de magia.

- ¡Papi Jady, papi Jady! –corre Darcy con alegría y emoción.

Harry al entrar a la casa y ver a su pequeña princesa corriendo con algo de torpeza hacía él, suelta algunas risitas y extiende sus brazos para recibirla con un cariñoso abrazo.

- ¡Mi muñequita! –la carga y besa varias veces su mejilla haciéndola reír.

- Te extañamos mucho mami y yo -lo abraza con fuerza por el cuello.

- Yo también los extrañe mucho, bebé –peina su cabello con ternura- ¿Dónde está mami?

- En la cocina pepadando patel de cocolate y getina de limón –se aleja y aplaude con emoción.

- ¡Que rico!

- Si, pero mami Lou envidiosa –hace un puchero enojada- No quele dame.

Harry suelta fuertes carcajadas negando con la cabeza.

- Preciosa, mami Lou no es envidiosa –rosa sus narices- Tienes que esperar a que lleguen tus invitados, ellos también quieren comer un poco.

- Está bien, papi –dice no muy convencida.

- Recuerda que siempre debes compartir y tratar a los personas con amabilidad.

- De cuedo, Dacy puede epela.

- ¡Ay bebé, te amo mucho! –ríe y besa con ternura su frente.

Darcy se sonroja y esconde su cara entre el cuello de Harry.

- Yo también amo a papi Jady -se aleja para poder mirarlo- ¿Jugar?

- Después princesa, ahorita debo ayudar a mami Lou -la baja con cuidado.

- Bueno.

- Ahora, por favor, ve a juntar todos tus juguetes. Debe estar la casa limpia.

- Si, Dacy limpia –corre hacia sus juguetes.

- ¡Ten cuidado bebé o vas a caerte! –le dice en voz alta para que pueda escucharlo.

Cuando pierde de vista a Darcy, camina hacia la cocina. Algo le decía que ahora mismo su precioso Louis, estaría a punto de volverse loco por pasar tanto tiempo en la cocina, y es que por más que lo intentará, no podía dejar de tener ese sentimiento de detestar cocinar.

Antes de entrar, se tomó algunos segundos para ver qué era lo que hacía Louis en su ausencia.

Al verlo, apretó sus labios con mucha fuerza para evitar reírse. Su precioso Louis estaba completamente lleno de harina, se veía tan tierno pero a la vez tan gracioso que no pudo evitar sacar su celular y tomarle una foto. La cocina en verdad era un desastre pero no se comparaba en nada cuando recién aprendía a cocinar.

Obsesión || L.s || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora