• CAPITULO 37: Él me pertenece •

555 53 11
                                    

Tom por más que trataba de calmarse simplemente no podía hacerlo, estaba sentando en el sillón viendo fijamente la puerta esperando que en cualquier momento Fionn llegará. En verdad deseaba que todo esto se tratará de una horrible pesadilla, sentía que no estaba lo suficientemente preparado para poder lidiar con él, pero debía hacerlo. En el momento en que se levantó del sillón para tomar un poco de agua, dos golpes se escucharon en la puerta, pasó nervioso saliva mordiendo su labio y lentamente fue acercándose hasta la puerta para ver de quién se trataba, quería engañarse a él mismo fingiendo que no lo sabía, pero quizás podría ser otra persona.

Contó hasta tres y sin esperar un minuto más abrió la puerta, y ahí estaba él, sonriendo de la manera más cínica posible. Se quedó mirándolo sin ninguna expresión, tenía tantas ganas de cerrarle la puerta en la cara, pero sabía que esa no era una buena opción, no debía provocarlo o de lo contrario las cosas podrían ponerse muy mal.

- ¿Qué pasó con tus modales Tom? -hace un puchero- ¿Acaso no me vas a saludar? -suelta una carcajada.

- Déjate de juegos y entra de una maldita vez.

Fionn entró sonriendo con arrogancia, mirando todo el departamento detenidamente y después se giró a mirar a Tom.

- Enserio no puedo creerlo, tanto tiempo sin verme y me tratas de esta manera -lleva su mano hacia su pecho fingiendo dolor.

- Por favor, no seas ridículo y dime de una buena vez lo que quieres.

- ¡Bien! Que poco sentido del humor tienes -bufa rodando los ojos con fastidio- Pero en fin, como te había dicho mi vida esta jodida, así que me quedaré aquí a vivir contigo, por mis gastos ni te preocupes empezaré a buscar un trabajo pronto -saca un cigarro del bolsillo de su pantalón y lo enciende.

- Por si no lo sabes, tú ya no eres bienvenido aquí -lo mira molesto- Me vale que tú vida esté jodida, búscate a alguien más porque yo no pienso ayudarte.

- No, tú vas a ayudarme si yo quiero -saca el humo de su cigarro frente a su cara- Mejor cierra la maldita boca. Me quedaré te guste o no.

- ¡Haz lo que quieras! Pero imagínate que no existo, porque es lo mismo que yo haré contigo.

Estaba decidido a irse a su habitación pero Fionn lo detuvo fuertemente del brazo.

- No quieras pasarte de listo conmigo Tom, créeme que es mejor que me trates bien. Ahora vamos a lo más importante, quiero que me digas todo lo que ha pasado con mi bebé.

- ¿Tú bebé? -frunce el ceño- ¿De qué diablos hablas?

- No te hagas el estúpido conmigo, sabes perfectamente que te estoy preguntando por Harry -toma asiento en uno de los sillones- Me imaginó que el brillante plan que hice funcionó muy bien y que ya no está con su boba creatura.

Esta vez Tom fue quién soltó una fuerte carcajada.

- Y luego me dices estúpido a mi ¡Por favor Fionn! Tu plan fue un fracaso, debes saber que el amor siempre gana, aunque la verdad entiendo porque no sabes de esto. Tú jamás sabrás que es el amor.

Fionn caminó hacia él tomándolo con fuerza de la camisa.

- ¡Te dije que te callaras idiota! -estaba apunto de soltarle un fuerte puñetazo en la nariz pero Tom lo esquivo con agilidad.

- ¡No te tengo miedo imbécil! Que sea la última vez que quieres golpearme ¡Fuera de aquí!

- Ya te dije que no pienso irme de aquí y menos después de lo que me acabas de decir, así que dime de una maldita vez ¿Qué ha pasado con Harry?

Obsesión || L.s || TERMINADAWhere stories live. Discover now