FRDZ: Friendzone |J.Jungkook

01.•Una mirada al pasado•.

Siendo honesta nunca fui el tipo de chica que era "positiva", más bien, siempre fui el tipo de persona que acostumbraba a ver el vaso medio vacío en lugar de medio lleno y para mi estaba bien así. Quiero decir, estaba acostumbrada a que nada en mi vida saliera conforme a como soñaba, a como quería o a como deseaba. Simplemente nada me salía bien y luego de años y años se podría decir que estaba acostumbrada a quedarme con las ganas de hacer algo solo porque la lista de "cosas que saldrán mal de esto" era más larga. Muchas personas me tachaban de ser negativa, pero yo solo estaba siendo realista con la poca suerte que me había tocado en esta vida: o sea, nada.

Sin embargo ese día estaba lista para dar el salto más grande mi vida: Le diría todo lo que sentía por el. Lo había estado pensando seriamente durante más tiempo del cual podía ser capaz de recordar e incluso si sabía de memoria la lista de cosas que podrían salir mal de esto, estaba dispuesta a hacerlo.

Había sacado el primer boleto para la montaña rusa más peligrosa y mortal de todas y solo podía sentir emoción de aquello, ya saben, la montaña rusa de las ilusiones. Aunque, quizás, ese fue mi mayor error.

 

***

―¡HyeMin! ―el grito de Taehyung se escuchó bastante fuerte a pesar de que la música de mis auriculares estaba alta, solté mi lápiz y rápidamente cerré mi cuaderno para voltear a verlo―¿Puedes ayudarme? ―preguntó mientras pasaba una pierna por mi ventana y hacía fuerza para no caerse, con una mano tiró unas bolsas de frituras dentro de mi habitación y luego comenzó a buscar algo de lo que pudiese sujetarse.

Sonreí al ver su cara. Porque no podía ser de otra forma, porque siempre sonreía como una idiota cada vez que lo veía. Aún así, sentí un fuerte cosquilleo es mi estómago a causa de los nervios, tenía el dialogo estudiado y la escena imaginada a la perfección en mi cabeza, tomaría el riesgo de decirle lo que sentía por el finalmente y no sabía si me encontraba ansiosa y nerviosa.

―¿Por qué insistes en entrar así? Te recuerdo que tienes una copia de la llave de mi casa hace años―dije entre risas y me paré del asiento de mi escritorio para tenderle mi mano y así ayudarlo a entrar sano y salvo a mi habitación―Los vecinos pensaran que eres un ladrón.

Taehyung se puso de pie y, luego de sacudirse de la ropa todo el polvo que había juntado por subirse hasta la ventana de mi habitación por medio de la enredadera, se echó sobre mi cama de un gran salto.

El era...como decirlo, esa clase de chico que poseía una belleza innata, visible para aquel que solo se concentraba en sus más pequeños detalles. Y es que siempre pensé que la belleza verdadera se encontraba en esos lugares donde nadie más solía verlos. Por ejemplo; cuando solía quedarse concentrado en algo, siempre entreabre sus labios y su rostro es tan relajado y puro que logra trasmitirme una paz infinita. Cuando finge que ver una película romántica es de lo más aburrido y luego lo pillas limpiándose alguna que otra lagrima. Su sonrisa le ponía color hasta a mi día más gris y finalmente sus abrazos...para mí, sus abrazos eran como mi cable a tierra, pues no importaba que tan triste, enojada o perdida pudiera sentirme nunca encontraría tanta paz como en los brazos de él. ¿Qué importaba su imagen o su cuerpo? Al fin y al cabo eso solo eran cosas superficiales que no lograban llenar mi corazón de la forma en la que Taehyung lo hacía con su simpleza encantadora.

―Bueno...no sería la primera vez que ocurre eso, ¿Recuerdas cuando la señora Hwang llamó a la policía? ―preguntó divertido recordando como mi vecina había llamado a la policía hace un año jurando haber visto un ladrón trepándose por la enredadera. Tae se sentó sobre mi cama deslizando la mitad de su cuerpo hacía el suelo. Tenía un brazo sobre el piso a modo de sostén mientras que tenía el otro totalmente estirado para poder alcanzar una de las bolsas de frituras que estaba sobre el suelo a una distancia considerable de mi cama.