36.•Fondo•.

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Hay momentos en esta vida donde tu día a día no es más que un continuo tropezón y caída. Momentos donde, a pesar de que intentes levantarte con una sonrisa, el destino no hace más que seguir poniéndote trabas para que caigas cada vez más profundo hasta que llega un momento en el cual tus piernas simplemente se debilitan, tus rodillas tiemblan y entonces te das por vencido.

Tocas fondo y te rindes porque luego de tantos fracasos te conformas con ver la cima desde el fondo.

Porque de alguna forma te convences de que no mereces nada mejor.

***

No sabía cómo sentirme, ni siquiera sabía cómo la gente se sentía frente a este tipo de situaciones. Yo no quería esto, nunca lo busqué.

Jamás quise que mi trabajo fuese publicado así.

Y es que quizás no me hubiese molestado en absoluto si no se tratara de los sentimientos que plasmé en un momento de debilidad donde la desesperación por querer librarme de esa ira que sentía me ganó. No me hubiese sentido expuesta si no se tratara de mi historia siendo publicada y leída por quien sea.

Pudo haber sido cualquier otra cosa que haya escrito y yo estaría completamente orgullosa, con la frente en alto mirando a todos y recibiendo todas las felicitaciones con una gran sonrisa tatuada en mi rostro.

Pero no podía, a cambio, cada vez que me felicitaban algo en mi corazón se estrujaba y mi estómago se retorcía de tal manera que me hacía sentir vacía. Básicamente, recibía varias felicitaciones a diario que me hacían recordar una y otra vez de esa historia que escribí la noche que reconocí mis sentimientos por Jungkook, la noche en la que también me había roto el corazón yo misma al darme cuenta de que no me apreciaba de la manera en que debía, noche en la cual lo representé a él como un monstruo en una historia cuando en realidad él no era así, la noche en la cual EunJi me dejó con una incógnita sobre que habían hecho ellos dos la noche anterior la cual, al día de hoy, seguía atormentándome porque nunca fui lo suficientemente valiente para preguntarle directamente a Jungkook solo por tenerle miedo a la respuesta.

Cada felicitación me hacía acordar a él y a pesar de que me repetía una y otra vez que no sea desagradecida, no podía evitarlo, lo odiaba.

Había pasado menos de una semana, cuatro días, cinco quizás. La verdad siempre perdía la noción de los días cuando estaba en los recesos y aunque nunca le había prestado atención a aquella actitud mía ahora lo consideraba como una condena diaria. Cada día era igual al otro, no importaba si salía de compras con SeoYeon, si pasaba horas y horas escribiendo y buscando información para mi novela histórica, si llamaba a mi prima por horas, si le escribía cartas a mi abuela –porque así le gustaba a ella– si cocinaba o incluso si comenzaba a adelantarme con las lecturas con las que trabajaríamos cuando las clases de reanuden. No importaba cuanto intentara distraerme. Él estaba ahí.

Y odiaba sentirme de esta manera, tan vacía y llena de soledad a la vez.

¿Se puede estar lleno de algo que solo que te hace sentir vacío? Me sentía falsa conmigo misma. A pesar de que saliera de mi casa, de que sonriera cada vez que alguien me felicitaba, a pesar de me divierta con mi amiga y los chistes de mi prima por teléfono era como si todo lo viese desde lejos. Como si en realidad estuviese escondida entre las sombras en algún lugar dentro mí, viendo como mi yo que buscaba distraerse hace mi vida como si nada le afectara y yo estuviese retenida, sin poder enfrentar la realidad frente a mí. No porque no quisiera, ya que, al final de cuentas, una parte de mi hacía lo posible para enfrentar todo. Pero esa HyeMin positiva moría cuando la noche caía y entonces, entre las sombras de la luna y el silencio de la brisa nocturna, mi otro lado se sentía lo suficientemente confiado como para salir y tomar control de mí.

FRDZ: Friendzone |J.JungkookWhere stories live. Discover now