FRDZ: Friendzone |J.Jungkook

07.•La verdad de la mentira•.

Dicen que la felicidad no tiene precio, y yo me pregunto ¿Realmente es así? Todo lo que luchamos por alcanzar aquel sentimiento tan efímero era el precio que pagamos y así funcionaba el mundo.

Todo lo bueno tenía su precio. Uno paga esforzándose por alcanzar sus metas, ya que es de la única manera que se podía alcanzar. A ese sentimiento tan preciado por el que todos luchan le gustan los sacrificios.

Y eso me daba pie para decir que, en aspectos generales, todo lo bueno tenía su parte mala.

***

El me vio sorprendido y bastante radiante, podría jurar que jamás había visto sonreír a alguien tan feliz y cínicamente como lo hacía él en ese momento. Me causó algo de escalofríos, lo que logré ocultar ya que quería verme segura al menos una vez en mi vida.

Pero a quien quería engañar, esa sonrisa hacía que mis rodillas temblaran.

―¿Debes hacer algo esta tarde? ―preguntó con galantería.

―¿Un viernes a la tarde? ―inquirí con gracia, su mirada se mantuvo en mí, creando un ambiente que no sabría describir con palabras―No.

―Perfecto―murmuró en voz baja mientras su sonrisa creció aun más. Se veía tan feliz como anonadado por mi iniciativa a aceptar. Me tendió su mano junto con un juego de miradas traviesas y en sus palabras más provocativas solo dijo: ―Entonces sígueme.

Me tomó un solo segundo el devolverle la mirada de aquella misma manera. Tomé su mano y ese mismo instante sentí un gran incremento de adrenalina correr por todas mis extremidades. Era como si hubiese roto el vidrio de alguna tienda de ropa del centro y ahora salía corriendo de la escena antes de que la policía llegase. Salimos del baño juntos, llamando la atención y ganando alguna miradas de desaprobación por parte del personal del café. Pero por primera vez, no me importó lo que aquellos pensaran de mí.

Cuando llegamos hasta la mesa donde se encontraba nuestro grupo de amigos el murmullo cesó casi al instante. Tanto Hoseok como Yoongi y Hayun pasaron sus miradas de nosotros dos a la parejita que estaba sentada, estos últimos dos tenían la mirada fija en nosotros, más específicamente en ese punto donde Jungkook sostenía mi mano. Un golpe de acobardamiento me atacó y quise soltarme pero aquello pareció ser peor ya que él supo ver mis intenciones y no solo me sostuvo más fuerte si no que pasó uno de sus brazos por mis hombros, atrayéndome a él tanto  que su boca dio con mi oído.

―Ya no hay vuelta atrás―susurró en un tono que podría confundirse entre lo amenazante y lo dulce. Debía estar cegada por la frustración que me daba mi fracaso constante en el amor porque de otra forma no sabría explicar cómo fue que aquella acción de él no me dio asco (como era de esperarse), sino que al contrario, logró tranquilizarme. Apenas pude asentir lo más leve posible y entonces el separó su rostro del mi oído para dirigirse a nuestros amigos con una gran sonrisa en el rostro―Lo lamento, nosotros ya debemos irnos.

De un segundo a otro la cara de todos pareció empeorar aún más su mueca de asombro. Taehyung clavó su mirada en mi buscando que de algún forma le diera a entender que en realidad no quería salir con él, no lo culpaba la primera noche que se coló por mi ventana luego de empezar con la universidad le había expresado lo incomoda que me sentía al lado de Jungkook y el hecho de que ahora esté saliendo de la cafetería con el abrazándome de hombros podía sonarle algo extraño. Pero en efecto, así era.

―¿Eso es verdad? ―preguntó Taehyung mirándome fijamente, con su ceño fruncido. De un momento al otro me acobardé tanto que parecía un corderito asustado, me tensé a tal punto que Jungkook pudo darse cuenta de aquello.