My Little Pony. Equestria Girls: La magia de... ¿el amor?

Parte 5

Aún faltaban diez minutos para las 4:00 pm, pero el auto de la subdirectora Luna ya estaba estacionado fuera de Crystal Prep. Luna se miró una vez más en el espejo retrovisor, había vuelto a casa para ponerse algo más juvenil y fresco, así que se había decidido por unos jeans cortos, una camisa ligera y un par de zapatos bajos. Encendió la radio para entretenerse mientras esperaba, hasta que a las cuatro en punto vio acercarse la silueta de Cadence, que en cuestión de segundos llegó hasta el auto, abrió la puerta y subió.

─ No sabía que el código de vestimenta en Canterlot High fuera tan relajado ─ saludó Cadence al comparar su aburrido traje de decana con el juvenil atuendo de Luna.

─ No lo es ─ rio Luna en respuesta ─ Celestia me regañó por presentarme a trabajar vestida así, y eso que me cambié durante la última clase, sólo estuve así una hora antes de que terminara mi turno.

─ ¿Y por qué decidiste cambiarte de ropa? ─ preguntó Cadence, lamentándose no haber tenido la misma idea.

─ Bueno, me pareció que una blusa y un pantalón sastre no iban bien en una ida al cine ─ respondió Luna conduciendo rumbo a la plaza comercial donde se encontraba el cine ─ Por cierto ¿Qué película te gustaría ver?

─ No he tenido tiempo de revisar la cartelera, decidamos en el cine ─ respondió Cadence, interrumpida por un gruñido de su estómago ─ aunque tal vez podríamos comer algo primero... No tuve tiempo de comer nada hoy, Cinch nos ha cargado de trabajo, desde que perdimos los Juegos de la Amistad, y a nuestra alumna estrella, hace que todos se esfuercen mucho más para recuperar la reputación del colegio.

─ Esa mujer tiene un serio problema ─ suspiró Luna, después abrió la guantera y sacó de ella una barra de granola ─ toma, no puedes andar por ahí con el estómago vacío hasta que compremos algo de comer.

Cadence mordisqueó la barra y puso algo de música, mientras Luna conducía.

Rainbow Dash deshizo el abrazo mucho tiempo después, sentía que habían pasado abrazadas horas, pero una parte de ella no quería soltar a Fluttershy, la parte que se encendió cuando vio a Sweetie besar de esa forma a Lyra y, por una fracción de segundo, se imaginó a si misma besando así a Fluttershy, la dulce, tímida e inocente chica de cabello rosado que había sido su amiga desde el preescolar, e inocente era la palabra clave en este enredo, porque no solo se sentía confundida por sus deseos, también se sentía culpable por desear algo así... si lo intentara siquiera, Fluttershy saldría corriendo asustada, probablemente llorando, y nunca querría hablarle otra vez. Y, sin embargo, la idea no salía de su mente, los batazos habían ayudado un poco, pero el sentir el cálido cuerpo de Fluttershy pegado al suyo, el respirar el dulce aroma de su cabello, la sensación de sus manos rodeando su cuerpo... todo era tan confuso, pero se sentía tan bien, que no podía evitar sentir la necesidad de abrazar a Fluttershy por siempre. Sin embargo, tuvo que deshacer el abrazo, porque el equipo de limpieza había llegado al campo.

─ Gracias ─ murmuró Rainbow sin saber que más decir ─ yo... gracias por quedarte conmigo, y por el abrazo.

─ Siempre vas a contar contigo, Rainbow, y cuando quieras hablar de lo que te preocupa, estaré aquí para escucharte ─ Fluttershy hablaba con sinceridad, era amiga de Rainbow desde hace años, la conocía muy bien... la mayoría de las veces, casi siempre sabía lo que le preocupaba, pero justo ahora, no tenía idea de qué era lo que había puesto así a su amiga.