My Little Pony. Equestria Girls: La magia de... ¿el amor?

Parte 10

Twilight miró su reloj, la clase había empezado hace diez minutos y ella apenas bajaba del autobús, corrió por los pasillos hasta el salón de Literatura Avanzada y llamó a la puerta. El profesor le indicó que pasara con un gesto de desaprobación. Sunset le sonrió, así que Twilight le devolvió la sonrisa y fue a sentarse junto a ella.

─ Como decía, antes de que Sparkle interrumpiera ─ dijo el profesor ─ aunque claramente el autor tiene una intencionalidad al redactar su obra, lo realmente importante no son los simbolismos ocultos que creemos encontrar, ni el significado real de su obra, o el contexto de la misma ─ Sunset miraba de reojo a Twilight, que estaba concentrada en las palabras del profesor ─ Sino lo que su obra provoca en cada uno. Si partimos desde esa idea, un libro puede significar millones de cosas diferentes. Y esa, chicos, es la magia de la literatura. Tener el poder de expresar tus pensamientos y emociones, y a la vez poder provocar tantos pensamientos y emociones diferentes como lectores en el mundo. Es por eso que, durante este ciclo escolar, no hablamos del análisis psicoanalítico de los personajes, ni el impacto histórico de las obras, ni siquiera de las vidas de los autores. Sí, gran parte del curso fue lectura individual, porque sólo leyendo podían conectar con las emociones que les provoca cada autor. Es por eso que no tendremos un aburrido examen donde yo les pregunte quien escribió La Divina Comedia, o en que año se publicó Cumbres Borrascosas. Su examen final constará de dos partes. La primera consistirá en elegir un libro que ya hayan leído, ese libro que haya despertado sus pensamientos o emociones más intensos e interesantes, y plasmarán esos pensamientos y emociones en un ensayo con extensión libre. Oscar Wilde dijo una vez que para escribir sólo se necesitan dos cosas, tener algo que decir, y decirlo. Como sé que todos tienen algo que decir, la segunda parte de su tarea será decirlo ─ los alumnos lo miraron extrañados ─ van a escribir, lo que ustedes quieran, un poema, un cuento, una canción... no importa, piensen en ese algo que les gustaría decir y conviértanlo en arte.

Sunset de inmediato pensó en Twilight, lo único que quería era decirle que, aunque no entendía nada referente al amor, cuando la veía sentía que no hacía falta entender nada, porque estaba con ella.

Desafortunadamente para Sunset, en ese momento lo que menos había en la cabeza de Twilight eran pensamientos románticos. Sus pesadillas estaban al acecho constante de su mente, dejándola con la cabeza vuelta un lio, asustada de si misma y de su poder. El resto de las palabras del profesor sonaban como un lejano murmullo. Las palabras de Midnight Sparkle hicieron eco en su mente cuando volteó a ver a Sunset, que le sonrió cuando sus miradas se cruzaron.

La clase terminó minutos después, pues el profesor quería que comenzaran a trabajar cuanto antes, la mayoría de los estudiantes salieron del salón de inmediato, pero Twilight parecía no haberse dado cuenta del fin de la clase.

─ ¿Twilight? ¿Estás bien? ─ preguntó Sunset, regresando la mente de Twilight al mundo real.

─ Sunset... ─ murmuró Twilight ─ Lo siento... no dormí muy bien anoche, creo que aún tengo algo de sueño.

─ ¿Pasó algo malo? ─ preguntó Sunset preocupada ─ ¿Puedo ayudarte?

─ No es nada, sólo pesadillas ─ respondió Twilight con fingida indiferencia ─ Y para colmo el autobús quedó atrapado en el tráfico unos minutos.

─ Bueno, para las pesadillas podrías hablar conmigo, tal vez verbalizarlo te libere y te haga sentir mejor ─ le dijo Sunset con una sonrisa ─ Y con lo del tráfico no puedo hacer mucho, pero tal vez deberías considerar mudarte. Viajar todos los días desde la ciudad debe ser muy pesado, te ahorrarías un par de horas que bien podrías utilizar para otras cosas, y así ya no llegarías tarde.