Mía

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-¡Ay! -me quejo cuando Emma arranca otro pelo con las pinzas-. Ten más cuidado, me estás haciendo polvo.

-Para presumir hay que sufrir, guapa -ríe concentrada en darle la forma perfecta a mis cejas. Son una cosa muy importante para mí. Siempre me fijo mucho en las de las personas. Más gordas, más finas, más arqueadas, más rectas... Yo tengo la suerte de haber nacido con unas bonitas, es algo que siempre agradeceré.

-Bueno, entonces... -Amy sigue revisando su teléfono sin hacernos ni caso-. Los chicos vienen asegurado. Mmh... Nosotras también. La gente del curso y... Bueno, todo el que quiera. Espero que haya sitio suficiente. Tendréis que ayudarme a guardar los objetos de valor y a cerrar la planta de arriba, ¿vale?

Emma asiente y yo no me muevo por si acaso. Se empeñaron en depilarme entera, en maquillarme y en vestirme para la fiesta que celebrará Amy esta noche en su casa. No tengo muchas ganas de alcohol y baile, pero sí de ver a Matt y pasar un buen rato. Porque obviamente le he invitado. Aunque seguramente venga Dean, pero me da igual. Lo único que quiero es que no venga la idiota de Hannah. Si lo hace, Dean le lamerá el culo toda la noche y no se despegará de ella, lo veo venir.

-Está prohibido emborracharse demasiado esta noche. Bueno, Sophia puede si quiere acostarse con Matt -Amy ríe y se acerca a nosotras-. No le quites más, están perfectas -sacude sus manos para que se le seque el esmalte de uñas rojo carmín.

-No voy a acostarme con Matt -bufo por lo bajo y me froto las cejas cuando al fin despega las pinzas de mi cara. Las tengo bastante doloridas-. Es mi amigo. A, mi, go -deletreo la palabra para darle énfasis a mi aclaración.

-Los amigos pueden enrollarse también -me guiña un ojo juguetona-. ¿Verdad, ojitos? -ríe irónicamente divertida.

-Sí, pero no nosotros.

-Nunca digas nunca -sonríe divertida y se acerca a su armario-. Bien, a ver... ¿Qué le ponemos? -mira a Emma por encima del hombro y yo simplemente espero sentada en la cama en mi conjunto de ropa interior y con el pelo a medio hacer.

-Hay que ponerle un taconazo, esas piernas hay que lucirlas. Y algo corto -rebusca entre las perchas hasta que encuentra lo que quiere y saca una falda de polipiel negra-. Esta es perfecta.

Amy escoge un sujetador negro lencero con una camiseta con transparencias y lo tiran todo a mi lado.

-Vístete, vas a estar guapísima -sonríen y me lanzan un beso antes de salir por la puerta y dejarme sola.

Analizo las prendas y una vez puestas me miro en el espejo. A decir verdad, estoy increíble. Este conjunto me hace unas curvas de infarto y la transparencia de la camiseta con flores bordadas da un toque sexy y coqueto. Me suelto el pelo dejando que las ondas castañas cuelguen por mis hombros y llamo a las chicas para que terminen el maquillaje que ni en mil años lograría hacerme yo sola.

Matt

Ni siquiera sé por qué estoy tan nervioso y por qué me preocupo tanto por qué ponerme. Joder, solo es una fiesta más. Y anda que no he ido a fiestas en mi vida...

Pero supongo que lo diferente en esta ocasión es ojitos, que también estará allí. Y no, no es la primera vez que nos vemos ni mucho menos, pero no puedo evitar que mi boca suelte más gilipolleces de lo normal cuando estoy a su lado. Simplemente siento la necesidad de hacerle reír en todo momento para ver esa preciosa sonrisa que tiene. Tal vez suene demasiado cursi, pero es la verdad. Es preciosa y me gusta mirarla y admirarla. Es puro arte y el arte hay que apreciarlo. Nadie querría ser como el imbécil de su exnovio Dean, que ha dejado ir a una chica increíble sin ni siquiera darse cuenta y cuando lo haga espero que sea demasiado tarde. Si la dejó ir una vez no le costaría hacerlo otra.