21: Propiedad de los Colbung

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✓Editado✓

Narra ____

Cuando llegamos a la puerta, o más bien lo que quedaba de ella, me dí cuenta de que la habían derribado, y estaba hecha pedazos en el suelo de la sala. En ese momento, si paso lo que yo creía, reprimía mis impulsos de matar a Jace a golpes.

- ¡Jace! - chillé - ¡¿En serio derribaron la puerta?! ¡Podían entrar por la escalera de incendios! ¡O pedirme las llaves! - le dije furiosa.

- Lo siento, - dijo él un poco culpable - no se nos ocurrió otra cosa en ese momento.

- ¡Bien! No importa, - dije más calmada - entremos.

Fuí directo a la habitación, con Jace siguiéndome detrás. Abrí la puerta del armario, pero no pasó nada. Me arrodillé y comencé a examinar las tablas de madera, para darme cuenta de que estaban huecas.

- Jace, - lo miré - aquí está hueco.

- A ver. - se acercó y me apartó para ver más de cerca. Le dio unos pequeños golpes, y luego me miró - Es verdad, - se puso de pie - apártate un poco más - me dijo él.

 Le dió una fuerte patada con su bota, y un par de tablas salieron disparadas. Cuando me acerqué todo estaba lleno de polvo, y del otro lado del agujero, se podía divisar un cofre de madera, en el que se veía tallado; Propiedad de los Colbung.

Él tomó el cofre entre sus manos, y le sacudió un poco el polvo. Luego me miró a los ojos muy serio.

- Dime qué tienes algún otro pariente - dijo más que serio.

- N-no, ¿Por qué? ¿Qué sucede?

- ____ ... - comenzó a decir en voz queda - Si El Cristal se encuentra aquí dentro y más gente lo sabe... No sólo significa que estás en peligro, sino que aquí no es seguro. Tenemos que volver al Instituto, ahora - tomó mi mano y salimos prácticamente corriendo de allí.

Cuando llegamos, Jace me arrastró a nuestra habitación. Se aseguró de que nadie nos viera, y entramos. Se sentó en la cama y dejo caer el cofre sobre la misma, yo lo seguí y me senté frente a él, con el cofre de por medio.

- ¿Quieres abrirlo tú? - me preguntó. Yo vacilé por un momento.

- Bien...- giré el cofre para poder abrirlo, y suspiré - Vamos a ver que hay aquí.

Giré el pestillo y luego levante la tapa. Unas  virutas de polvo salieron volando, y después lo ví claramente. Una pieza de cristal irregular, como una piedra preciosa translucida con un color amarillento, y que no media más de quince centímetros. Lo tomé entre mis manos, y era un poco pesado.

- E-es... es El Cristal - dijo Jace boquiabierto.

- Espera, ¿Tienes el libro que me enseñaste hoy? - le pregunté.

- Sí. - se paró y fue hasta un cajón, lo abrió y sacó el libro. Buscó la página que hablaba sobre El Cristal y me lo entregó - Toma -.

Dejé El Cristal sobre la cama y observé el libro. Había una imagen de como debería ser, y coincidía exactamente. Cada relieve, cada imperfección, era igual a la imagen plasmada en el libro. Miré a Jace un poco asustada, había comenzado a temblar, y notaba como mi piel comenzaba a palidecer. Luego me senté al borde de la cama con la vista fija en el suelo.

- Es El Cristal - mi rostro quedó sin expresión alguna, dejé todo lo que tenía en las manos, las cuales habían empezado a temblar violentamente.

- Oye, ¿Qué pasa? - Jace se arrodilló frente a mí preocupado.

- ¿Por eso me preguntaste si tenía más familiares? ¿Sabes que moriré? - le pregunté mirándolo a los ojos.

- No, _____. Deja de decir estupideces, no vas a morir - intentó calmarme.

- ¿No lo entiendes? Soy la última Colbung, en el cofre dice que es de mi familia y todos están muertos menos yo. Si más gente sabe de esto... No solo quieren El Cristal, me quieren a mí. Se necesita la sangre de su dueño para completar el ritual. - hice una pausa, y dije en voz baja - Y no puedo evitar pensar en mi tirada en el suelo y desangrada, y-yo... Tengo miedo Jace - puse las manos sobre mi cabello.

- Escucha, - me miró a los ojos - no voy a dejar que nada malo te pase. Solo cálmate - se sentó junto a mí y me abrazó.

- Jace, - lo miré - no le digas a nadie sobre ésto, yo luego lo hablaré con Izzy y Alec - pedí.

- Claro. - dijo suavemente, y se puso de pie - Tenemos que buscar un escondite para eso - señaló el cristal.

Luego de un par de minutos, logramos hacer un agujero en un libro viejo, y dejamos El Cristal allí.

- Yo voy a ir a la cocina, - comenzó a decir Jace, una vez que escondimos todo - si quieres quédate y descansa, te hará bien - salió de la habitación, dejándola en total silencio.

¿Nephilim o Mundana? (Jace Wayland y Tú) EN PROCESO DE EDICIÓNWhere stories live. Discover now