63: La Calma Después de la Tormenta II

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Narra ______

Jace golpeaba la puerta, mientras yo golpeaba el suelo con mi tacón una y otra vez, además de agarrar su mano fuertemente.

- Oye cálmate _____. Todo va a estar bien - me dijo Iz al notar mi nerviosismo.

- Sí, bueno...Eso espero - dije sin dejar de mirar la puerta, la cual, se abrió mostrando a un Magnus sonriente y elegante. Además de lleno de purpurina, claro.

- Pasen - dijo.

Obedecimos, y al entrar me quedé paralizada. Cuando Izzy dijo que invitaría a todos, se refería a todos. Los invitados estaban en los sillones de cuero de Magnus, riendo. Estaban Simon, Raphael, Patrik, Maryse, Robert, Alec, Maia, a quien había conocido unos meses atrás, y habíamos comenzado una bonita amistad, y algún que otro miembro de la Clave y del Clan de Raphael, que eran amigos nuestros. Jace posicionó una mano en mi espalda baja, para ayudarme a comenzar a caminar, más no pude hacerlo. Me escabullí hasta el baño, y comencé a vomitar. Realmente estaba nerviosa. Una vez que terminé, me dirigí a la sala, y tras saludar a todos, comenzamos a charlar y comer algunos aperitivos.

[...]

Nos encontrabamos ya cenando. No se si era el embarazo, o que la comida de Magnus era realmente buena, pero el punto aquí es que iba por el tercer plato, y no me cansaba. Era deliciosa. Pude sentir la mirada Patrik sobre mí, así que cuando alcé la vista de mi plato, note que me miraba extrañado.

- Pequeña ¿Te sientes bien? Digo, nunca te ví comer así - me dijo Patrik.

- ¿Me estás diciendo gorda? - pregunté.

- No, es solo que... - dijo, pero lo corté.

- Pues mejor así - le respondí, y metí otro bocado en mi boca. Patrik iba a hablar nuevamente, pero esta vez fue Simon quien lo interrumpió.

- Déjalo ahí amigo, es una discusión perdida - dijo este.

El resto de la noche pasó normal. Terminamos la cena, y Magnus había servido el postre para todos, el cual, iba acompañado de un cóctel. Magnus se extraño cuando le dije que no iba a beber, pero me sirvió una taza de café sin decir más. Los nervios iban apoderándose cada vez más de mí, y tenía una sensación extraña en el estómago. Llegado un momento, Jace tomó mi mano, y se inclinó para susurrarme algo en el oído.

- Creo que ya es hora - me dijo, y sentí un escalofrío recorrerme el cuerpo, más me límite a asentir y apretar su mano.

Ambos nos pusimos de pie, y todos en la mesa nos miraron expectantes. Jace carraspeó, y el silencio se apoderó de la habitación.

- Ante todo, gracias a todos por venir. - comenzó a decir, y todos asintieron sonrientes - La razón de que estén hoy aquí, es porque _____ y yo tenemos que decirles algo - dijo.

- ¿Que pasa hijo? ¿Algo va mal? - dijo Maryse en tono maternal.

- No mamá, todo va bien, más que bien - me dirigió una mirada sonriente.

- Lo que sucede en realidad, es que... Estoy embarazada - dije poniendo una mano en mi abdomen. Rápidamente el silencio se hizo otra vez en la habitación, y pude divisar varias reacciones. Alec y Magnus tenían una sonrisa de oreja a oreja, al igual Maryse y Robert. Por otro lado, Patrik y Raphael no salían de su trance. Noté que sintieron mi mirada sobre ellos, y al final solo se relajaron y sonrieron. Pronto sentí unos brazos rodeandome, y me percate de que era Maryse.

- Ay _____. Estoy muy feliz con la noticia - me dijo separándose, para que luego fuera Robert el que me abrazara.

Luego de eso vino Patrik, junto a Raphael. La verdad temía un poco de su reacción. Ellos eran básicamente mis hermanos, y siempre habían sido algo sobreprotectores conmigo. Los miré algo temerosa, pero supe que todo estaba bien cuando alcé la vista hacia ellos. Me miraban cálidos, y yo no dudé en lanzarme a sus brazos.

- Oye ¿Cuando pensabas avisarme sobre esto? - preguntó Patrik señalandonos a Jace y a mí.

- Solo no le hagas un interrogatorio y felicitanos imbécil - dije riendo, mientras que los demás imitaron mi acción.

- Estoy muy feliz por tí _____ - dijo Raphael mientras me abrazaba.

- Gracias Raphael - dije. Luego se fueron con Jace pretendiendo que no los escuchara, pero no fue así.

- Oye, si la lastimas te juro que... - dijo Patrik, pero yo lo interrumpí.

- Chicos! - dije, y luego se fueron con la cabeza gacha.

Magnus y Alec practicamente se abalanzaron sobre nosotros. Luego de unos segundos, se separaron y nos miraron sonrientes.

- Galletita estoy muy feliz por ustedes - dijo Magnus.

- Ahora entiendo porque Izzy invitó a tanta gente - dijo Alec.

- Sí, yo tampoco lo esperaba - dije.

- Más te vale que la cuides Rubio - dijo Magnus antes de largarse.

Luego de saludar a un par de amigos, llegó Maia. Esta se veía más tranquila que los demás, lo cual no me sorprendió demasiado, ya que ella era así.

- Me alegra mucho la noticia - dijo dándome un abrazo. Luego se separó, y miró a Jace amenazante.

- Me la cuidas oxigenado - dijo, y yo reí ante el comentario.

- Con mi vida - dijo Jace mirándome.

Luego de terminar de saludar a todos. Nos dirigimos a la sala para conversar, pero Jace me tomó de la mano, y me guió por el departamento de Magnus, hasta un pequeño patio, que reconocí perfectamente. Era el mismo al que me había llevado en mi cumpleaños. Desenterró la pequeña llave de metal, y tras abrir la puerta, nos dirigimos escaleras arriba. Cuando llegamos, quede impactada por la belleza de esa pequeña terraza. La estructura era la misma que antes, solo que esta vez estaba iluminada a base de velas y había pétalos de rosas blancas desperdigados por el suelo. Yo camine por el lugar asombrada, y pude ver que Jace me miraba sonriente.

- Jace esto es hermoso ¿Que hacemos aquí? - pregunté aún estupefacta.

- Bueno, pues... Quería traerte aquí porque hoy es una noche muy especial. Para serte sincero, nunca pensé que fuera a estar un día como hoy, frente la mujer más hermosa del mundo, y que esa mujer vaya a darme un hijo. La primera vez que te ví, no voy a negartelo, pensé "Esta chica va a darme problemas", y no fallé la verdad. - ambos reímos - Pero también solucionó muchos de ellos. Antes de que aparecieras, creí que después de todo, tal vez el amor no estaba hecho para mí. Que no merecía tal cosa. Sin embargo, cuando abriste tu puerta, y me miraste con esos ojos, supe que estaba equivocado. Pasaron los días, los meses, y cada vez me volvía un poco más loco por tí. La mañana de tu cumpleaños, cuando despertaste y me miraste a los ojos, supe que te amaba. Que no había persona que necesitará más que a tí. Que te amo. Y estaría dispuesto a dar mi vida por tí, y ahora también, por ese pequeño o pequeña que viene en camino. Cuando casi te pierdo, sentí que una parte de mi, también se perdería. Porque mi corazón te pertenece. Yo te pertenezco. Por eso, desde el día en que despertaste solo quise hacerte una pregunta - las lágrimas recorrían mi rostro, y yo intentaba secarlas. Jace rebuscó en el bolsillo de su chaqueta, y sacó una pequeña caja de terciopelo. «Por el Ángel» pensé. Pero para cuando pude percatarme, ya se había arrodillado frente a mi - _____ Colbung ¿Me harías un estúpido enmorado y te casarías conmigo? - me preguntó. Los dos reímos un poco, y me abalancé a sus brazos, haciendo que se pusiera de pie.

- Sigues empeñandote en hacerme llorar Oxigenado - susurré en su oído.

- ¿Puedo tomar eso como un Sí? - preguntó. Yo solo a sentí, y me separe de él para unir nuestros labios en un cálido beso. Él dirigió sus manos a mi cintura, y yo jugaba con sus cabellos entre mis dedos. Nuestros labios se movían en una danza, mientras que ambos luchabamos por prolongarlo el mayor tiempo posible. Nos separamos nuevamente, y él colocó el anillo en mi dedo con delicadeza. Lo admire por unos segundos, y luego me volví hacia él. Lo miré a los ojos mientras acomodaba un mechón rebelde de su cabello, al mismo tiempo que intentaba encontrar las palabras para darle respuesta a una pregunta que rondaba en mi mente.

- Jace... -.

- ¿Sí? - preguntó.

- No estás haciendo esto porque estoy embarazada, verdad? - le pregunté algo temerosa.

- No. Lo hago porque te amo, y siempre lo haré -.

¿Nephilim o Mundana? (Jace Wayland y Tú) EN PROCESO DE EDICIÓNWhere stories live. Discover now