Cuatro.

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El fin de semana descargué todas las canciones de Guns n Roses, Aerosmith, Bon Jovi, Imagine Dragons, Bastille, Thrity Secons to Mars que pude, busqué las letras y analicé cada una de las canciones que Val me había mencionado.

Ese domingo, a mi parecer fue muy corto, y llegó el primer día de clases.

Me levanté por apenas a las 6:00, me había desacostumbrado tanto que mamá vino a despertarme a la antigua, sacudiéndome en la cama y amenazándome con echarme un balde de agua fría si volvía a quedarme dormido.

- Sebas, ¿ya estás listo? Tu desayuno está en la cocina. - dijo mamá.

- Sí mamá, ahora bajo.

Fui y mamá había preparado mi desayuno favorito, jugo de naranja, waffles con miel, y leche chocolatada.

- Gracias mamá.

- Todo por un buen comienzo del año escolar. - me sonrió.

Llegué al colegio y la primera clase que tenía fue Ciencias. Fui al laboratorio y Val estaba ahí, sentada en una de las mesas de atrás.

-Hola Val. - dije tratando de ocultar la emoción en mi voz.

-Hola... Seb. - me miró un poco confundida - por lo visto tienes Ciencias conmigo.

- Sí. ¿Te molestaría que yo fuese tu compañero de laboratorio?

- No. Claro que no. Nunca tuve compañero de laboratorio. Siempre fui yo sola...

- ¿Enserio? - pregunté desconcertado - Bueno esta será tu primera vez, espero no hacer explotar nada este año - le guiñé.

- Tomaré eso en cuenta para no dejarte agarrar nada peligroso.

El Sr. Harrison inició la clase. Y empezamos a ver algo a cerca de las células.

- ¿Cómo es tu horario? - susurré.

- Shh. Después te digo- me calló.

Al terminar la clase comparamos horarios. Pasábamos juntos Ciencias, Historia y Lenguas. Caminamos por los pasillos del colegio hasta que apareció Laura. Con ella venían sus amigas, a las que odio. Karina y Samantha.

Laura estaba molesta, pero parecía que Samantha era la más enfadada, se le notaba en la cara. Lo digo porque Samantha Sherlock es blancona, y en ese momento estaba rosada.

-¿Por qué diablos no fuiste a la fiesta? - gritó Laura. - Necesitábamos tu ayuda y no fuiste.

- Eso no es lo que me dijo Matteo.

- ¡Pues él no sabe nada de esas cosas! - me gritó.

- Sí. Como amigo reprobaste Sebastian. Eres un mal amigo. Hombre tenías que ser. - Dijo Karina. 

Cómo odio a esa chica. Se mete en asuntos en los que ella no tiene nada que ver. Nunca encuentro sentido en como relaciona las oraciones, y este fue un claro ejemplo.

Es irritante verla desde arriba, (ya que es bajita) y que aun así te insulte de cosas sin sentido. Por suerte, iba a irse de intercambio la semana entrante, una fastidiosa menos.

- Aj. - me di la vuelta hacia Val. Le di la espalda a Laura y a su grupo de amiguitas. - Val. - suspiré. - ¿Vamos a caminar? Te acompaño a tu clase de Literatura.

- Eh... - se encogió de hombros y se mordió el labio. -Bue...

- ¿Quién es ella? - dijo Samantha. Interrumpiendo la respuesta de Val. Volteé mi cara un poco para verla de reojo. Estaba con sus ojos celestes abiertos como dos platos. Su cabello negro agarrado en una cola de caballo alta y se inclinaba un poco hacia adelante esperando mi respuesta.

¡Quería matarla!

- Alguien mil veces, no, ¡un millón de veces más interesante que todas ustedes! - les grité mientras empujaba a Val para alejarnos de ellas.

Val rio. - Así que soy interesante. ¿Eh?

- Lo eres, y mucho. - sonreí.

- Samantha es muy linda. - susurró.

- Mmm... Puede que sí. Pero es una descerebrada. No entiendo cómo Matteo esta con Laura. Es otra chica que no tolero. O sea, Matteo podría encontrar a alguien mejor. Es un buen chico.

- Ah, ¿Sabes? Descerebrada no es una linda palabra. ¿Por qué dices que lo son?

- Por cómo actúan. Les preocupa más su aspecto que los sentimientos de los demás. - puse mis ojos en blanco. - además son muy malas.

- ¿Por qué? - me miró de reojo.

- ¿Nunca te enteraste nada de ellas? - ella negó con la cabeza.

- Jamás, nunca hablé con alguien como para que me empiece a contar chismes. - Sonreí. Qué tierna.

- Bueno, si alguien les gana, ellas hacen todo para hundir a la otra persona. Lo hicieron con una chica que se llamaba Paola. Desde eso odio a Samantha.

- ¿Qué hizo?

- Espera. - fruncí el ceño. - ¿Desde qué año estas en el colegio? - pregunté confundido y avergonzado.

- Desde hace dos años. ¿Hace cuánto fue el problema Samantha-Paola?

- Hace cinco años. Paola y Samantha quedaron finalistas en un concurso de talentos. Paola estaba ganando, cantaba muy bien. Samantha bailaba. Como vio que Paola tenía más apoyo de los jueces, con ayuda de Karina y Laura, pusieron pimienta a la botella de agua de Paola. Ella era alérgica. No participó por que tuvo que ir al hospital de emergencia. Y Samantha ganó. Paola se fue del colegio.

- Eso es terrible.

- Lo sé. Eh... Val... - la puse de cara hacia mí. Me miró con los ojos levantados, sin levantar mucho la cabeza. - Quiero conocerte. Pero conocerte a fondo, y quiero ser tu amigo... ¿Me lo permites?

- Sebastian... Tengo clase. Adiós. - se soltó de mi agarre y se fue corriendo.

No pude decirle nada más. Estaba en estado de shock. ¿Por qué se fue así? ¿No quiere ser mi amiga? ¿Qué pasó?...

¿Habrá algo que quiere ocultar?

Muchas preguntas más pasaron por mi mente.

No volví a verla ese día.

Ni en toda la semana. No fue a Ciencias, ni a Historia, ni a Lenguas. Ni a ninguna clase en toda la semana.

Notas a mi Muerte.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt