Notas a mi Muerte.

Dieciséis.

El sábado llegó muy rápido. Mientras mamá cocinaba, yo veía televisión, esos programas de bromas de MTV, ese momento estaba dando Ridiculousness.

Me reí muy fuerte, ya que el video que mostraron fue demasiado estúpido. A veces me dan pena las personas que se lastiman así, no a veces, siempre, y pienso Espero que nadie me grabe si alguna vez llego a caerme de cara de la bici. Al escucharme reír mamá se acercó a mí.

- Al menos podrías ayudar. - me dijo mientras se paraba en frente de la televisión evitando que pueda ver la siguiente categoría. Estaba con los brazos cruzados.

- Pero arruinaría tu deliciosa comida. - bromeé. Me lanzó una mirada muy seria. - Está bien, te ayudaré con la mesa.

- Al menos eso Sebastian. Gracias.

Puse los individuales especiales, eran unos azul oscuro los cuales se veían muy elegantes con el mantel blanco que ponemos en situaciones especiales. También puse los vasos elegantes, los largos de vidrio.

Al terminar miré a mamá. Ella sonrió.

- Hace tiempo que no tenemos una cena elegante. – noté el tono melancólico que usó al decir eso.

- Sólo las tenemos cuando vienen mis tíos o tus amigas y hacemos algo formal. - respondí. - Es decir, casi nunca. – a mí también me dolía ese tema, no éramos muy cercanos a la familia, todos veían mal a mamá por la historia que tuvo con papá, por embarazarse a tan temprana edad.

- Es que adoro como se ve la mesa con los individuales azules, el mantel blanco, todo. – ahora comenzó a sonreír, supuse que se había puesto feliz porque al fin su hijo encontró a alguien, o porque simplemente le vino un lindo recuerdo a la mente.

- Lo sé, mamá. – Le devolví la sonrisa, lo que necesitábamos era ser felices con lo que teníamos juntos, en nuestro presente como familia.

- ¿A qué hora viene tu novia? – preguntó interrumpiendo mis pensamientos. - ¿Le explicaste bien la dirección de la casa?

- No es mi novia. – suspiré. - Y sí, le mandé un mensaje explicándole detalladamente dónde vivimos, mamá.

En ese instante sonó el timbre, Valeria me había salvado.

- ¿Ves? Te lo dije. Yo voy. - Le dediqué una sonrisa a mamá. Me dirigí a la puerta, al abrirla estaba Val. Vestía unos Blue Jeans azul oscuro, una solera negra, de las largas, y una chaqueta ploma.

- Hola Seb.

- Hola Val. Pasa. – abrí más la puerta y la hice entrar a mi casa. - ¡Mamá! - mamá se acercó.

- Hola. - Dijo mamá, dedicándole una amplia sonrisa a Val.

- Ella es Valeria Carter.

- Buenas noches Señora Díaz. ¿Cómo está? - dijo Val, mientras le daba la mano a mamá.

- Muy bien, pasa, ponte cómoda.

Val me sonrió. Nos sentamos en el comedor, mamá sirvió la cena.

- Mm pasta. - dijo Val.

- ¿Te gusta la pasta? - preguntó mamá.

- Me encanta. - se metió un tenedor con fideos a la boca. - Y esta pasta en especial. Está deliciosa.

- Oh, gracias. Sebas no quiso ayudarme.

- Seb, deberías aprender a cocinar, con tu mamá como maestra, serías chef profesional.

- ¡Es lo que siempre le digo! - exclamó mamá.

Las dos se burlaron mucho, pero mucho de mí, pero se llevaron bien. La cena fue muy divertida. Supongo que así son las cenas familiares, felices, divertidas.

Al terminar Val ayudó a mamá a lavar los trastes. Yo fui a mi cuarto.

- Toc toc. - dijo Val. - ¿Puedo pasar?

- No. - dije. - No después de cómo te burlaste de mí con mi mamá. - le guiñé.

- No seas infantil. - entró a mi cuarto, caminó al rededor observando mis cosas. Se detuvo en mi escritorio y se apoyó en él. - Lindo cuarto.

- Gracias.

- Gracias a ti, por invitarme, tu mamá es una mujer increíble.

- Le agradas.

- Eso es bueno, ¿no?

- Obviamente.

Me levanté de la cama y me acerqué a ella, aparté con mi mano su cabello y acerqué mi boca a la suya, iba a besarla, pero mamá empezó a llamarme.

- ¡Sebastian, ven a ayudarme con esto!

Miré a Val. - Ve. - dijo ella.

Me dirigí a la cocina donde estaba mamá.

- ¿Puedes abrir el cajón? Se atascó otra vez.

- Está bien. - Hice un esfuerzo y abrí el cajón. - Voy con Val.

- Me agrada esa chica. - pinchó mi brazo con su dedo índice.

- Eso me alegra. - me di la vuelta para ir con Val. Pero ella estaba en la puerta.

- Eh... - aclaró su garganta. - Tengo que irme. Ocurrió un problema.

- Está bien. ¿Te llevo a tu casa?

- No. - dijo rápidamente. - Yo voy. Hasta luego señora. - le dio una sonrisa nerviosa a mamá.

- Hasta luego Val. Fue todo un gusto.

- Igualmente. - Dijo Val. La acompañé a la puerta. - Adiós Seb. Gracias por todo. Enserio, por todo.

- A ti. Chau Val. - Me sonrió.

- Adiós Seb. - se acercó a mí y me dio un beso lento, pero corto. - Te amo.

La miré atónito. - Yo a tí Val. - Le di un beso corto. Luego se fue corriendo.

Este debía ser el comienzo de algo inmenso. O eso era lo que quería, lo que esperaba. Una relación con Val. Debería pedirle que sea mi novia, sería la primera vez que estaría con una chica a la que amo, la primera vez que realmente quisiera estar con una chica.

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POR FAVOR LEAN ESTO!

Hice un BookTrailer! Me esforcé mucho, espero que lo vean y me digan que tal está. Dejaré el video adjunto en este capítulo cuando entre a mi compu, hasta mientras pondré el link en un comentario en mi perfil, ahí si puedo poner links. :/

Les dedico este capítulo a @AndiiLaraRivera

@Leitha @BrodileroVegas y @Beerrr también a Diana Rocabado :)

Por sus votos y comentarios, y por darme una oportunidad y leer mi novela, pero no sólo a ellos, si no a TODOS los que llegaron hasta este capítulo, y más aún a los que continuarán leyendo.

Gracias :')

- Alexia.