05.

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Cerré los ojos cabeceando lentamente al ritmo de la música. Amaba el momento en el que cada beat se sincronizaba con el ritmo de mi corazón, vibrando como uno solo. Ese sentimiento casi embriagante donde podía olvidarme de todo, de todos; aislarme de la realidad en la oscuridad de mi habitación donde sólo existían las melodías que creaba y yo.

Me relamí los labios y pausé la mezcla, reacomodando los parámetros de cada instrumento para hacerle sonar perfecto.

Yoongi había decidido enviarme los archivos muy a regañadientes apenas unas horas atrás. Para empezar, no fue hasta las tantas de la tarde que su intención de imitar a una piedra había llegado a su fin (y de milagro, porque conociéndolo podría haberse seguido de largo hasta el día siguiente sin ningún problema), pero me había quedado claro que ocurriría eso prácticamente desde que lo dejé dormido en su cama. De hecho, en vez de mandarme todo de una vez por todas había insistido con que fuera a su apartamento o que le dejara venir al mío porque no confiaba que mi oído diera con la compresión correcta.

Y una mierda, sabía que era sólo una excusa, así que también me inventé una y le dije que estaba con Yeonah cuando en realidad desde antes de mediodía nos habíamos separado.

Mi móvil vibró entre las sábanas y yo logré enterarme sólo porque estaba cerca de una de mis piernas; lo sentí taladrar como si quisiera hacerme un agujero. Me quité los audífonos para tomarlo entre mis dedos, sorprendida por el montón de mensajes que tenía sin leer. ¿En qué momento me había desconectado tanto que ni cuenta me había dado hasta ahora?

Lo desbloqueé, sintiéndome abrumada y hasta asqueada porque el ochenta por ciento de los mensajes eran de Yeonah preguntándome si ya había hablado con Jin. Rodé los ojos. A veces me recordaba a una pre-adolescente con las hormonas alborotadas que no desea otra cosa más que su oppa (palabra que, por cierto, siempre ha llegado a revolverme el estómago) le haga caso. Era tan inconsciente como ridícula pues como todo el mundo, Seokjin tenía cosas que hacer y yo no iba a joderlo 24/7 sólo porque mi hermana "necesitaba un favor" y no era capaz de controlar sus estúpidos arranques de niñata inmadura.

La otra conversación que brillaba con mensajes nuevos era la de Yoongi. Seis mensajes. ¿Qué carajo le había pasado para que decidiera escribirme tanto?

min

¿Te llegó todo?
18:38
¿Sigues con tu hermana?
18:45
Seori
20:12
¿Estás haciendo la compresión?
20:40
Seori
21:29
SEORI HAZME CASO, JODER. AGARRA EL PUTO CELULAR
21:29

CON UNA MIERDA YOONGI DEJA DE GRITARME
21:31
 Existen las llamadas si tanta urgencia tienes, imbécil
21:31
Ya estoy por terminar y no, no es necesario que vengas a revisarla.
21:32
Quedó de puta madre.
21:32

No me lo creo
21:34

Es tu problema.
21:35

Rodé los ojos largando el celular entre las sábanas nuevamente. A veces Yoongi se me figuraba a un mocoso latoso que sólo jodía por un poco de atención y cuando la tenía nada más sonreía, volteaba la cara y se hacía el imbécil. 

Algo me decía que iba a empezar a molestar con que le enviara lo que había hecho para revisarlo e inmediatamente una mecha dentro de mí se encendió porque el condenado aparatito volvió a vibrar contra mi pierna. Solté un gruñido de frustración y estaba lista para mandarlo a la mierda, sorprendiéndome al darme cuenta de que me había equivocado. El nuevo mensaje no tenía absolutamente que ver con sus arranques de repentina irritabilidad.

staged » bts; myg.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin