S E I S .

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Harriet.

La ciudad de Los Ángeles se envuelve en pánico tras encontrar cinco cadáveres en la calle principal, cada uno con una bala en la cabeza. El primer cadáver se encontró debajo de un enorme numero 3, el segundo cadáver estaba pegado a la pared de una boutique con el numero 2, el tercer cadáver se encontraba colgado de un semáforo sin su camisa con el numero 1 marcado en el abdomen del joven, el cuarto cadáver se encontró en otro de los semáforos con el numero 0 en la espalda de el joven, el último cadáver se ha encontrado a mitad de la calle con unas enormes letras escritas con la sangre de todas las anteriores victimas mencionadas. "El juego ha empezado"

Apago el televisor y me termino de poner crema corporal. Blake ya se ha ido, y yo tengo que apurarme ya que en la primera clase tengo examen. Me pongo un pantalón de tela blanco amarrado hasta la cintura y una simple blusa gris de tirantes, empiezo a saltar por toda la habitación terminando de ponerme el tenis mientras busco las llaves de mi automóvil. Cuando las encuentro tomo mi mochila y me voy haciendo una coleta alta bajando, casi corriendo las escaleras. No he hablado con papá, a pesar de que no estoy tan molesta y decepcionada como ayer no quiero saber nada de el.

Cuando llego a la universidad aparco rápidamente y me bajo apresuradamente, mi móvil no deja de sonar, la coleta esta toda dispareja, las ojeras son notables ya que ni tiempo de ponerme el corrector tuve. Anoche ni siquiera dormimos Blake y yo, y no por razones inocentes, se podría decir que lo hicimos en la parte trasera de una camioneta, arriba de mi escritorio, en mi cama, en la bañera... le hicimos honor a lo que nos dice Erin siempre, parecíamos conejos.

Los pasillos ya se encuentran vacíos, y aunque este prohibido correr lo hago, cuando llego al aula abro la puerta llamando la atención de cada uno de los estudiantes que estaban haciendo el examen.

-¿Usted quien es?

Es guapo, tengo que admitirlo.

-Le hice una pregunta señorita....

-Freeman, - le respondí asegurándome de que mi rostro sea inexpresivo - ¿Puedo pasar?

-No,- dijo viéndome desde abajo. Las aulas son enormes, cuando entras puedes ver todos los asientos inclinadas como escaleras para ver al profesor que se encuentra abajo, junto a un pequeño escritorio y una enorme pizarra. Miro a los demás alumnos y hablo, - no se como eran con su antiguo profesor pero a mi clase no entraran a la hora que quieran, - dijo para después volverme a ver. No parece de mas de 27 años, tiene el cabello rubio, típico californiano, a puesto mi automóvil a que es surfista -, a mi clase no entras a menos que llegues a tiempo, si quieres realizar el examen vienes cuando las clases terminen.

Idiota, de a ver sabido seguiría durmiendo.

Me alejo de la puerta y suelto un suspiro.

Bien, me voy con Blake.

Mi móvil empieza a sonar nuevamente y ahora si puedo responder o al menos ver quien es.

-Hola, no me han dejado entrar a clase.

-Lo se, - dijo entre risas - amor, recuerda que yo se todo lo que haces y te hacen.

-¿Estas en clases?, - pregunte. Sentí como me tomaban de la muñeca y me metían a una bodega, agarre la mano que me estaba sosteniendo la muñeca y la gire haciendo que quede detrás de la cabeza de.... - ¿Blake?, - lo solté - idiota no hagas eso.

-Siempre me gusta como te defiendes, - dijo cerrando bien la puerta y encendiendo la luz. Es un pequeño lugar, todo esta rodeado de estantes llenos de productos de limpiezas. Me tomo de la cintura con una de sus manos llevando la otra a mi rostro acaricandolo - eres perfecta sin maquillaje, - cerré mis ojos mientas seguía disfrutando de como sus dedos recorrían mis mejillas, pasando por mis párpados y al final tocando levemente mi labio, haciéndome suspirar, - me encantan tus pecas. - abrí los ojos y lleve mis manos a su pecho.

-¿Sabes?, - pregunte colocándome de puntillas para besarlo, escuche un "uh" de su parte mientras me separaba de sus labios - te amo. - dije viéndolo a los ojos, el ensancho una sonrisa.

-Eres mía. - dijo y me separe un poco de el.

-No soy propiedad de nadie. - dije cruzándome de brazos.

El sonríe ladeado y me toma de las muñecas golpeando mi espalda a la puerta.

-Dime que eres mía. - pidió besando mi cuello.

-Blake, no soy de...., - no me dejo terminar cuando ya me estaba besando haciendo que quede atrapada entre la puerta y su cuerpo aplastando un poco el mio.

Sus manos sostienen mis muñecas mientras me besa y mordisquea, hago mi cabeza hacia atrás mientras el desciende dejando un camino de besos desde mi mentón, pasando por mi cuello y terminando en la parte inicial de mi blusa, baja su cuerpo a mi altura para que pueda rodear su cintura con mis piernas y así el no tener que soltar mis muñecas.

-Dímelo, - susurra besando detrás de mi oído - dime que solo gimes para mi, - pega su cuerpo mas al mio provocando un roce - dime que solo me amas a mi. - dice tomándome del mentón para así  observar sus grises ojos dilatados y brillosos. Nos quedamos viendo por un rato hasta que suspiro y muevo mis manos inquietas por tocarlo.

El suelta mis muñecas y empiezo a acariciarlo mientra el desciende sus manos por mis brazos, entornando mis pechos, acariciando mi cintura y terminando en mi caderas apretándolas mas a el - Dímelo. -susurra cerrando los ojos como lo hice yo hace unos momentos. Con el experimente que eran los celos, que era un corazón herido, qué es el amor.

-Si, - susurro débilmente acariciando la diminuta cortada que tiene debajo del ojo, - solo te amo a ti, y aunque no sea ningún objeto o algo... Sabes que siempre he sido tuya. - dije antes de besarlo en la cortada, en un parpado, en su lóbulo, mandíbula y al final sus labios. Nuestros labios se acoplan entre si, como si hubieran sido exclusivamente el uno para el otro, al igual que nuestros cuerpos. Mis manos están en sus mejillas mientras suspiro entre el beso, el beso es tierno, haciendo que pueda sentir el sabor a menta.

-Tu eres mi única debilidad, - dice. Mi respiración esta tan agitada como la de el. Suelta su agarre de mis caderas para pasarlas detrás de mi, haciendo que arquee mi espalda y nuestros cuerpos estén mas juntos. Hundo mi rostro en su cuello, oliendo su aroma cítrico y haciendo que el imita mi acción, - si mi corazón se llega a romper... Seria un privilegio que lo hicieras tu.

Me pega mas a el, podría decir que parezco koala; mis piernas están alrededor de su cintura, mis brazos detrás de cuello mientras me acorruco en el, - si me llego a alejar de ti se que también me rompería el corazón yo sola.

-Harriet....

-Lo se, hay que irnos. - tomo una fuerte inhalación y saco mi rostro de su cuello para llegar a sus labios e intentar que en este se transmita al menos la mitad de todo lo que siento por el, y todo lo que me provoca.

Me separo de el intentando bajar mis piernas pero el me toma del trasero y levantándome mas a el. Me besa la frente delicadamente haciéndome suspirar nuevamente, este hombre me encanta, no se en que momento lo llegue a amar pero fue lo mejor que me pudo pasar.

-Me quedare después de clases para hacer el examen, - digo cuando me suelta de agarre - después de clases llego a el edificio. - el asiente y me toma de la mano dándole un beso en los nudillos, me muerdo el labio para no gritar como una fan-girl en algún concierto y lo beso por última vez antes de salir de la bodega.

"El edificio", es donde hacemos que se reúnan todos los jugadores que hemos conseguido este año, es donde hacemos la droga, donde tenemos las armas, y donde creamos a Crux hace tres años.

JUGADORESOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz