C I N C U E N T A Y S E I S .

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Harriet.

Los gritos provenientes de la habitación de Erin me despiertan, desorientada mientras intento agudizar el oído. Miro a mi lado y Blake ya no está, veo el despertador y son apenas las 7:13 am.

Me levanto volviendo a agudizar el oído y ahora si logro escuchar el llanto de Erin mezclados con los gritos provenientes de ella y los que le regresa Blake. Me quito la manta de un rápido movimiento y cuando me siento en la orilla del colchón un dolor creciente se ubica en mi hombro. Jadeo y me levanto, pero cuando estoy por abrir la puerta el recuerdo de la apuesta que perdí viene a mi mente: no involucrarme cuando estén regañando a Erin por la droga.

Musito un mierda y pego mi frente a la madera de la puerta. Los gritos se vuelven inexistentes después de un rato y en ese momento vuelvo a la cama. Ahora, después de los gritos seguramente ella repite el perdón muchas veces y Blake la abraza, pidiéndole dulcemente y de favor que no se vuelva a repetir. Erin se queda dormida y Blake sale después de verla dormir entre furioso y feliz un breve momento.

Por dios... los conozco tan bien.

Me cubro por completo y aunque intente no logro conciliar el sueño nuevamente. Después de un rato escucho la puerta abrirse. Me quitan la manta lentamente y me encuentro con el sereno rostro de Blake. Este me sonríe y se acuesta a lado mío.

—¿Cómo dormiste? —pregunta colocando los brazos detrás de su cabeza.

—Bien, creo. Y ¿tu?

—Estoy bien, —me sonríe ladeado. — ¿a que hora quieres que te lleve a el Hospital?

—¿Que tanto le gritaste a Erin? —cambio de tema mirándolo con el ceño fruncido.

Este se gira quedando con la cara pegada a la almohada y cerrando los ojos, mientras emite un pequeño y casi inaudible gruñido.

Tomo mi almohada y lo golpeo con esta. El se ríe levemente y abre un ojo.

—Durmamos juntos. —pide tomando mi mano, entrelazando nuestros dedos.

—No, yo iré a desayunar.

Suelto su mano y antes de poder si quiera sentarme bien en el colchón él me toma de la cintura, jalándome y volviéndome a acostar junto a él. Hunde su cabeza en mi nuca y me aprieta más a su cuerpo. Acurrucándonos.

—Duerme conmigo. —vuelve a pedir con la voz ronca.

ººº

El sonido de una llamada entrante en el móvil me despierta, me remuevo inquieta y con cuidado de no despertar a Blake y lastimarme el hombro salgo de la cama. Tomo el móvil y contesto.

—¿Hola?

—Voy camino a casa, en veinte minutos los quiero en mi despacho, los dos.

Y cuelga. Aun adormilada me froto un ojo y pienso que debería agregar el contacto de Callum para colgarle o no responder cuando me llame nuevamente.

Dejo el móvil en la mesa de noche y entro al baño.

Las pinzas, las vendas, el alcohol y el ungüento siguen en los azulejos del suelo. Me acerco al lavabo y me lavo la cara y los dientes, me peino el cabello y cuando termino me empiezo a quitar la venda del hombro, y tiro la sucia.

Empiezo a moverlo en círculos lentamente para que no sea tan ajeno al movimiento y cuando siento el dolor más fuerte paro. Me quito el sostén, los pantalones, las bragas y entro a la ducha. Cuando termino envuelvo mi cuerpo en la toalla, me medio seco el cabello con una pequeña y cuando termino vuelvo al lavabo. Tomo la secadora y me veo en el espejo mientras mi cabello se seca, al terminar me limpio profundamente la herida, me coloco ungüento y una nueva venda.

Cuando vuelvo a la habitación Blake ya está despierto, esta frente al escritorio mientras se despereza.

—Callum nos quiere en su despacho en veinte. —digo abriendo el ropero.

Me giro a verlo y este asiente, caminando hacia mí. Desvió mi mirada a la ropa y dejo que la toalla caiga. Saco mis pies de esta y cuando estoy por abrir los cajones de la ropa interior siento a Blake en mi espalda, me toma de la cadera y pega su erección mañanera a mi trasero.

—¿Qué te parece volver a la ducha? —susurra en mi oído, coloca su mano en mi estomago y esta empieza a descender hasta introducir un dedo dentro de mí.

Hago la cabeza hacia atrás mientras gimo y el aprovecha para besar mi cuello. Empieza a mover el dedo para después de unos segundos introducir dos dedos, los mueve más rápido y mi cuerpo se empieza a estremecer de placer.

—Quiero que te vengas en mi mano. —dice en voz ronca llevando su otra mano a mi pecho derecho.

Juega con el pezón, lo gira como si fuera un botón, lo pellizca y al final su mano se mueve más rápido y fuerte a la vez que masajea mi seno, llevo una mano a su cabello y lo hago puño, deja mi cuello y me empieza a besar. Me separo de sus labios y gimo con fuerza su nombre, con el orgasmo arrasando conmigo. Blake me da la vuelta y se apodera de mis labios, me alza y yo rodeo su cadera con las piernas.

—Seremos rápidos.

Saca su miembro a la vez que pega mi espalda contra la pared. Gemimos cuando el entra en mí. Empezando unas fuertes, rápidas y precisas embestidas.

Cuando terminamos nos metemos al baño, al terminar de bañarnos me seco el cuerpo y Blake se va a cambiar a su habitación. Me coloco ropa interior, una camiseta negra holgada con un estampado de un reloj muriendo y verificando que cubra la venda, pantalones de chándal y salgo descalza. Peinándome el cabello con los dedos mientras bajo las escaleras.

Al estar abajo me dirijo al pasillo que me lleva al despacho de Callum. Blake esta recargado contra la pared y cuando me ve se incorpora. Esta con una camiseta azul, pantalones, con el cabello aun húmedo y al igual que yo, descalzo.

—Dije veinte no cuarenta y siete minutos. —dice Callum cuando entramos.

Nos dirige una mirada y nos sentamos frente a él. Nos extiende un sobre y nos pide, no, ordena que lo abramos. Blake lo hace y ahora con todos los papeles, fotografías y casetes de videos regados en la mesa Callum vuelve a hablar.

—¿En que se metieron ahora?

JUGADORESWhere stories live. Discover now