C U A R E N T A Y U N O .

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Blake.

Miro ambos móviles que yacen en el escritorio, mostrando los mensajes que recibimos al menos dos minutos atrás, buscando alternativas para que no llegue a ojos de nadie más. Miro a Harriet que esta acostada boca arriba en el colchón hablando por el móvil hackeado con el pelirrojo, para que informe que en menos de treinta minutos se deben reunir.

Miro nuevamente las pantallas que muestran él envió de tres fotografías; en la primera Harriet y yo estamos en un club besándonos, en la segunda ya le estoy metiendo mano y en la tercera la estamos entrando a la camioneta tomados de la mano, junto a un mensaje: Al parecer la famosa familia Freeman tiene secretos. Gracias Freeman y Crux... esta fue nuestra jugada.

—Debo admitir que dieron un buen golpe, —digo. Harriet me mira con el ceño fruncido y yo me rio—somos JUGADORES Harriet, damos buenos golpes y reconocemos cuando nos lo regresan, pero eso sí, Crux no pierde.

Tomo el móvil de Harriet y guardo el mío, se lo entrego y entro a mi baño. Cuando regreso a la habitación ella ya no está, seguido de un mensaje de su parte pidiéndome que vaya a su habitación.

Al entrar veo un gran aparato a lado de la cama color blanco, con un monitor en la parte superior, cable por todas partes y una cosa parecida a una manguera pegada a este con el otro extremo parecido a un estetoscopio. Frunzo el ceño y la veo quitarse la blusa mientras se recuesta y toma un bote azul que se me es extraño ya que no muestra la etiqueta del nombre.

—¿Quieres escuchar a tu hijo? —susurra colocándose un gel azulino en el vientre.

Me acerco cautelosamente al colchón cerrando la puerta detrás mío, sin apartar la vista del vientre de mi chica y los movimientos que hace. Se pasa el aparato parecido al estetoscopio sobre el vientre y el gel, para que después de unos segundos la pantalla se ilumine dejando ver al pequeño feto aun transformándose, la veo inclinarse un poco y presiona un botón que hace que pueda oír las palpitaciones de mi hijo.

Mi hijo...

Me siento a su lado y me deja espacio para que yo busque las palpitaciones con el aparato, muevo mi mano escuchando atentamente y de un momento a otro ya me encuentro sumergido en un par de ojos negros mientras el sonido del corazón de mi hijo o hija envuelve la habitación.

—Esto es lo que pedí por paquetería, —alza la mano y me acaricia el rostro. Cierro los ojos disfrutando su tacto, —no podemos ir a un Hospital sin correr el riesgo de que alguien se entere así que aquí tengo lo necesario para ver el crecimiento de nuestro hijo o hija.

—¿Cuándo sabremos el sexo?

—Dentro de unos meses.

Me coloco a horcadas de ella mientras le pido que me alcance el paquete de toallas húmedas.

Le empiezo a quitar el gel y cuando termino me acerco a ella para besarla, el beso se prolonga y lo que creía seria "tierno" lo cambio a un apasionado, empezándole a abrir las piernas con la rodilla y colocándome entre ellas.

Muerdo su labio inferior y la escucho jadear, empiezo a descender lentamente. Lamiendo, mordisqueando y besando su suave piel, robándole jadeos y provocando que su respiración sea irregular. Llego a su vientre y me detengo, dejando un sinfín de besos en esa área.

—Cuidaremos de ti. —susurro.

Vuelvo a besar ahí y regreso a sus labios. Muevo mi cadera y hago el primer roce de mi erección a su intimidad.

Coloco mi mano en su cadera mientras con la otra sostengo sus muñecas para colocarlas sobre su cabeza. Gruño cuando escucho mi móvil sonar.

—Blake, —gime sobre mis labios. —debes responder...

Se detiene cuando bajo mi mano de su cadera a su trasero, levantándola un poco para más roces.

El móvil vuelve a sonar y maldigo mientras me alejo un poco para sacar el móvil del bolsillo trasero y responder.

—¿Qué? —respondo bruscamente.

—Creo que invocar al diablo me daría menos cosa que llamarte a ti. — escucho decir la voz de Edward.

—¿Qué quieres? —gruño. Harriet me sonríe mientras se levanta y alcanza su blusa.

¡NO!

—¿De ti?... ¡o por dios la lista es infinita estas hermoso!, ¿Por qué Harriet no contesta el móvil?, ah— hace una pausa y se escucha un ruido del otro lado. ¿Por qué tengo que soportar esto? —te trajeron un paquete que dice peligro, frágil, no tocar y... urgente.

Cuelgo el teléfono de golpe y tomo una gran inhalación, el móvil vuelve a sonar y lo apago.

—¿Quién era? —pregunta Harriet caminando hacia mí, coloca sus manos en mi pecho y ese tacto lo siente mi entrepierna que aun sigue anhelando hundirse en mi chica.

—Edward, lo quiero matar.

—Déjalo en paz, ¿iras a la bodega?, —asiento. —voy contigo.

Avisa, pero cuando tiene intenciones de alejarse la tomo de la mano para envolverla entre mis brazos. —Dejame enviar a Edward a lado de Ethan.

Se rie y niega con la cabeza mientras coloca sus brazos detrás de mi nuca. La aprisiono mas a mi y hundo mi rostro en la curva de su cuello.

Su aroma inunda mis fosas nasales, embriagándome mientras cierro los ojos.

Una niña de cuatro años de hermosos y absorbentes ojos grises oscuros, como si fueran la fusión de un profundo negro y un metálico gris, mientras su ondulado y castaño cabello se mueve con el viento y movimiento de su correr hacia nosotros a la vez que la contagiosa risa infantil brota de sus labios.

Abro los ojos extrañado por el repentino pensamiento y frunzo el ceño anonado, beso la sien de Harriet antes de alejarme y regreso a mi habitación y poder colocarme un abrigo negro. Cuando salgo de esta me topo en el pasillo con Erin.

—Blake...

—No, ahora no. — la interrumpo, pasando a su lado para volver a ingresar a la hbitacon de Harriet.

Cuando entro ella noto que se cambió la blusa blanca por un sweter de lana beige.

Le aviso que nos vamos y esta solo asiente mientras camina hacia mí.

Cuando llegamos a la bodega Harriet me habla antes de lograr salir. —Te comportas extraño, ¿Por qué no me cuentas que te pasa?

Frunzo el ceño aun absorto en mis pensamientos y niego mientras abro la puerta del auto para poder salir.

Y no le puedo negar, hasta yo me siento y soy consciente de que soy extraño últimamente, solo que siento que es mucho lo que esta pasando, entre lo que soy padre (que aún lo asimilo), mis posibles problemas de sobreprotección a Harriet, la mafia enemiga, las entregas, Callum, dinero, escapadas, muertes y... ¿seré un digno padre para mi hija o hijo?,¿podre cuidar a mi familia y a mí?

JUGADORESTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon