JUGADORES

O N C E .

Blake.

Harriet se ve hermosa, he decidido venir en mi auto junto a ella aunque ahora empiezo a odiarme por hacerlo, la idea de dar la vuelta y llevármela de nuevo a la casa para darle la follada de su vida sigue presente en mi mente carcomiendome en todo el camino.

Cuando llegamos, veo como la camioneta de papá junto a Erin se empieza a llenar de los paparazzis al igual que rodean mi auto.

Me bajo de mi auto acomodando mi saco y las luces de las no tardan en hacerse presente. Cuando rodeo el auto tomo a Harriet de la mano para hacer a un lado a todos y no le hagan nada, aunque, esta lo suficientemente loca como para agarrar el micrófono y tirarlo si la llegan a asfixiar con preguntas.

-Creí haberles dicho que vinieran con acompañantes, - dice Callum cuando nos posicionamos a su lado. - Harriet, tu podías haber traído a Andrew.

Andrew, el cabrón que le quitó la virginidad.... Y, su mejor amigo.

-No he querido venir con nadie, y no hay nada de malo con eso. Lo último que quiero es estar rodeada de esa gente preguntando si es mi novio. - responde. Aprieto mi mandíbula al imaginármela de novia con ese imbécil lame huevos.

-Blak....

-Ninguna es lo suficiente buena  para estar junto a mi además de mis hermanas. - hermana y novia quiero aclarar.

Además de que ya estoy con tu hija de en medio papá.

Callum solo decide ignorar mi sutil comentario. Ahora los cuatro nos encontramos divididos en la alfombra mientras nos toman fotos me acerco a Harriet y a Erin mientras todos nos empiezan a pedir que sonriamos y toda esa mierda.

-Una foto de la familia Freeman completa. - dice uno. Mi papa se acerca y nos empiezan a bombardear con las fotos.

Al entrar al fin a la sala de eventos se podría decir que ya puedo respirar, Harriet se sienta a mi lado y puedo ver como tiene sus aires de superioridad mas altos de lo normal, me sonríe mostrando sus dientes y me guardo las ganas besarle y morderle esos carnosos labios pintados de carmín.

Ya voy en mi quinta copa de vino tinto, sinceramente me aburre venir a hacer este tipo de apariciones y como si Kai sintiera mi sufrimiento de donde sea que el este me llega un mensaje donde se aloja toda parte de mi alegría, porque hasta Harriet me hace sufrir con ese vestido.

Kai.

Hoy hay carreras. ¿vienen?

Blake.

Eso ni deberías dudarlo.

Me giro a ver a Harriet y me guiña el ojo mostrándome mas la abertura de su vestido, dejándome deleitarme con su pierna, carraspeo y por debajo de la mesa empiezo a acariciarla, subo mi mano desde su rodilla hasta el hueco de su muslo apretándole la piel con la mano, mi respiración se vuelve inestable cuando llego a la entrada de sus bragas y la empiezo a sentir húmeda, con mis dedos hago a un lado sus bragitas jugando con su clítoris.

Ella me detiene mientras la veo morderse el labio. Se levanta y después de diez segundos la empiezo a seguir, ella camina moviendo su vestido para no tropezarse, me deleito con la curvatura de su espalda hasta que la veo entrar a una habitación.

Cuando entro me doy cuenta que es una biblioteca, ella me sonríe mientras se baja lentamente uno de sus tirantes, coloco el seguro y en un momento ya me encuentro besándola apasionadamente  mientras masajeo su trasero, la tomo de las piernas y ella las enredó alrededor de mi cadera. Gime cuando provoco el primer roce de nuestros sexos.

La pego a uno de los libreros provocando otro roce, no despego mis labios de los suyos, me muerde el labio inferior llevándoselo consigo cuando se separa ligeramente. Hace su cabeza hacia atrás doblando la curvatura de su espalda mientras le beso y muerdo la clavícula, empieza a quitar mi saco y corbata. Le quito el vestido que ahora solo me estorba y muerdo sus pezones. 

-Blake soy tuya. - gime. 

Dejo en paz sus pezones y me apodero de sus labios mientras yo le quito  las bragas negras que tenia. Me quita mi camisa dejando mi torso desnudo, yo solo traigo mis pantalones y mis zapatos, Harriet ya se encuentra desnuda para mi y me hace muy excitante que todavía tenga esos tacones.

- Vuelve a decirlo.- le pido sobre sus labios.

- Fui, soy y siempre seré tuya mi amor. - dice. Nunca nos decimos mi amor a pesar de tener dos años de relación, de hecho, no hace mucho nos empezamos a decir el te amo. Mi pecho se llena al escuchar ese seudónimo, se llena de dicha, alegría y si es posible el amor que le tengo crece.

- Tu me perteneces, al igual que yo te pertenezco a ti. - le digo introduciendo dos dedos en su feminidad. Ella jadea y siento su respiración acelerada.

Beso sus labios descendiendo placenteramente hasta llegar a su punto, coloco sus piernas en mis hombros mientras introduzco mi lengua saboriandola. Ella me toma del cabello jalándolo mientras gime y mi erección empieza a palpitar mas.

Vuelvo a hacer que me rodee la cadera, introduzco nuevamente mis dedos dentro de ella y hago que pruebe su liquido mientras ella me baja los pantalones.

Ella chupa los dos dedos manchados de su liquido y mi mente la imagina haciendo lo mismo con mi miembro. La tomo de la cintura y me meto por completo dentro ella. Harriet gime en cada penetración, beso sus labios ahogando nuestros gemidos. Mis movimientos se empiezan a volver torpes, sus piernas tiembla.  Hace su cabeza hacia atrás cerrando los ojos cuando la ola de su orgasmo las lleva. Me vengó dentro de ella y acarició sus curvas pegando mi frente a la suya.

- El decir te amo es tan absurdo pero cuando te lo digo a ti... Lo haces sentir especial - le digo besando sus labios.- te amo, aunque estés loca. Te amo Harriet Freeman.

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Caos, caos, caos. Esa palabra hace eco en mi mente mientras golpeo a los hombres de Andrés. Harriet ha logrado quitar tres armas y junto a Kai disparamos a todos los que podemos.

¿Que hago mal a la hora de hacer las putas carreras?. Puta carrera clandestina.