D O C E .

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Blake.

He traído a Harriet a casa después de nuestro sexo casual en la biblioteca.

La veo cambiarse de reojo mientras yo me termino de poner unos pantalones y si no fuera porque en serio debemos ir a las carreras no dejaría que se terminara de poner ese pantalón para volver a hacerla mía.

-Ya. - me avisa. Se ha quitado todo ese maquillaje, tiene unos pantalones negros rotos de la parte de las rodillas, un top negro y una camiseta arremangar hasta los codos dejando y ondeando mas su abdomen que se encuentra al descubierto. Aunque viéndolo bien... Vamos casi iguales, yo con mi playera negra e igual un pantalón que esta rasgado en las rodillas. Su cabello plateado cae por sus hombros mientras la veo morderse el labio.

Me acerco a ella estrujándola con la mirada viendo como me guiña un ojo, la tomo de los tobillos y la cargo en uno de mis hombros, la escucho reír antes de que ese sonido cambie por un gruñido cuando la nalgueo saliendo de la habitación.

-Te encanta provocarme. - le digo con una sonrisa que se que no puede ver.

-No te veo quejándote. - dice girando sobre su cuerpo para intentar verme.

Tiene razón, no me quejo, mas bien disfruto que lo haga, aunque a veces, - como hoy con ese vestido - quería matar mis hormonas, hay veces que incluso me ha hecho pensar en masturbarme porque la condenada no me abre sus piernas o no estamos en un lugar cerrado.

Bajo las escaleras con cuidado mientras la agarro con mas fuerza, cuando salimos la deslizó por mi torso haciendo que enrede sus piernas alrededor de mi, me encanta tenerla así, alrededor mio y para mi. La pego a la camioneta 4x4 y le sonrió ladeado.

Beso su pómulo viendo como cierra sus ojos ante mi.

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Me encuentro recargado en el deportivo en el que correré fumando nicotina, después me busco un porro. Harriet se encuentra saltando y bailando con una rubia, tomo la última calada y apago mi cigarro en la puerta del auto color vino.

-¿Que haces aquí?

-¿Ahora no puedo venir a las carreras idiota? - le respondí.

El se rió y se coloco a mi lado.

-Seis años y no cambias. - dijo negando con la cabeza.

-Lo mismo digo Kilian. - le digo. Kilian ha sido mi mejor amigo desde los cuatro años, el es igual de alto que yo, la piel la tiene bronceada, cabello negro aunque lo tiene rapado en los lados y largo en la parte de arriba, el si esta lleno de tatuajes. Yo tenia dieciocho cuando me fui de casa y el se fue cuando ambos teníamos diecisiete, después de eso no hablamos mucho.

-Lo vuelvo a decir, ¿Que estas haciendo aquí?, ¿No deberías seguir con tu familia en esa fiesta?. - se burló.

-Sabes muy bien que esas mierdas me aburren. - el sonrió mas pero rápidamente se le borro al ver a Harriet caminando a nosotros.

-¿Esa es tu hermana?. - pregunto embobado con su caminar y su sonrisa ladeada. Lo entiendo, también me deja como idiota con tan solo mirarme pero no soporto que la vea, que vea lo que es mio.

Le doy un zape y este me mira con el ceño fruncido. Harriet llega a nosotros y me da una cerveza mientras se acomoda a mi lado dejando un pequeño espacio que rápidamente acortó tomándola de la cadera juntandola a mi cuerpo.

-Has cambiado mucho Harriet. - escucho la voz de Kilian alagandola, ella se inclina como si apenas hubiera notado su presencia haciéndome sonreír mentalmente.

-No le coquetees, ve a joder a otra parte que Harriet no se ira de mi lado. - gruñí apretándola mas a mi.

Kilian se rió mientras decía que seguía sido muy protector hacia ella.

Pues claro imbécil, es mía.

-¿Kilian?.- pregunto Harriet. El solo le sonrió. Yo conocía esa sonrisa, así le sonreía a las chicas que se quería tirar.

Lamehuevos...

-Así es preciosa, tenías quince años cuando te vi por última vez. Ahora que tienes veintidós te ves como diosa.

Bien me harte, solté a Harriet y le enceste un golpe en la mandíbula a Kilian haciéndolo tambalear mientras le gritaba en la cara que si no se callaba yo lo iba a mandar al otro extremo del puto desierto.

El iba a regresarme el golpe pero se escucho un balazo haciendo callar a todo el mundo, la música se detuvo y yo me gire a ver a Harriet que buscaba a el responsable.

Se escucho otro balazo seguido de un grito femenino. Vi que Harriet se ponía nerviosa, la última vez que alguien entro a hacer de matadero aquí perdimos a la mitad de los jugadores. Tome de la mano de Harriet para cubrirla mientras veíamos a Kai acercarse a nosotros. Gire a ver a Kilian que miraba todo con nerviosismo.

Masculle un mierda a la vez que hacia que Harriet se agachara cuando una bala atravesó una de las ventanas del deportivo. Todos corrían a los autos.

Cuando los hombres que traían las pistolas los logre reconocer, eran los malditos hombres de Andrés. Uno de los tantos señores a los que le jodimos el club.

Caos, caos, caos. Esa palabra hace eco en mi mente mientras golpeo a los hombres de Andrés. Harriet ha logrado quitar tres armas y junto a Kai disparamos a todos los que podemos.

¿Que hago mal a la hora de hacer las putas carreras?. Puta carrera clandestina. 

Escucho a Kilian quejarse y me percato de que ha sido disparado en el hombro. Disparo a diestra y siniestra, he matado a mas de siete hombre, a algunos en la cabeza, pecho o espalda.

-Llama a los jugadores. - le ordeno a Harriet.

Ella saca su móvil con cuidado mientras que con otra mano le dispara a un tipo en los genitales y la cabeza.

La amo a ella y a su puntería.

- El que no este aquí en menos de cinco minutos considérense muertos. - la oigo decir. Cuelga y rasga su camiseta mientras yo la cubro. Con el pedazo de tela amarra alrededor del brazo ensangrentado por la bala que tiene Kilian y es como una bendición que ella estudie medicina.

En cinco minutos ya se encuentran veinte jugadores aparcando el desierto mientras disparan a todos, sean parte de los hombres de Andrés o no. Los mando a que se lleven mi camioneta ya que si llega la policía nos verán implicados, otro se lleva el automóvil de Kilian y de Kai.

Pido los dos deportivos mas rápidos que han traído y en uno se sube Kai llevándose en el copiloto a Kilian y en el otro nos subimos mi chica y yo.

En la carretera empieza la persecución, con una mano disparo y con la otra manejo lo mas rápido que se puede. Escucho a Harriet maldecir cuando una bala rompe el vidrio trasero, ella saca la mitad de su cuerpo después de tomar una metralleta y disparar a los autos que nos siguen para así perderlos y llegar al Edificio para vernos con los chicos.

JUGADORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora